El tráfico ocasionado por las obras en Carretera a Chapala es un martirio: los carros avanzan a vuelta de rueda y un tramo de un kilómetro puede durar hasta 40 minutos. Sin retornos hasta el Aeropuerto, motociclistas aprovechan los puentes peatonales para cambiar de sentido en la vialidad. Maniobrando con pericia en las curvas, sortean peatones y obstáculos para subir y bajar, pero vecinos de la zona reconocen que es un “peligro” que estos circulen en estos puentes. Mientras tanto, las autoridades se deslindan de la vigilancia.
“Desde que empezaron las obras las motos se suben a los puentes peatonales. A veces hasta dos o tres motos van en el puente, una atrás de otra. Es un peligro porque van bien rápido y hay niños o adultos mayores que van al lado de las motos. Los trabajadores los dejan subirse, hasta les ponen tablas y piedras para que puedan […]. Tendría que haber más vigilancia, o que de plano hablen con los trabajadores que los dejan subirse a los puentes”, dijo Griselda Ruiz, vecina de la zona.
Los únicos retornos en la Carretera son en el Aeropuerto –en la glorieta antes de llegar al estacionamiento-, y metros más adelante, en el puente vehicular. Con un solo carril, y los camiones de carga acaparando la vialidad, apenas hay resquicios para que las motocicletas puedan circular entre los vehículos, o a un costado de las obras. Además, sobre el asfalto se dejaron escombros, piedras y lodo, lo que hace aún más peligrosa y resbaladizo la vialidad.
Se consultó a la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) y a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) acerca de las labores de vigilancia en puentes peatonales y los trabajadores de la obra, quienes permiten a los motociclistas subirse a estos. Se preguntó si se contemplaban labores para inhibir esta práctica o sanciones, pero señalaron que estas acciones le corresponden a la Policía Vial del Estado. En tanto, esta dependencia indicó que la vigilancia de Carretera a Chapala, a partir del Parque Montenegro, corresponde a la Guardia Nacional. También se buscó a esta, pero hasta el cierre de esta nota no se había obtenido respuesta.

Manuel Ortiz, trabajador de la zona, reconoció que conducir en esta vialidad es “muy peligroso”. “Te avientan los carros y los camiones de carga. Hay tramos que están construidos y otros no, entonces hay ‘huecos’. Las motos se meten por todos lados y te salen de la nada. La verdad es muy complicado manejar aquí, es cuestión de tiempo para que pase un accidente”.
Por ello, advirtió Roberto, motociclista, se opta por tomar otras rutas, aun si eso implica utilizar puentes peatonales. “Hay muchos camiones pesados que no te ven cuando se cambian de carril, o los carros manejan mucho peor y te avientan. O también hay tramos donde sólo está construido un carril y un pedazo de concreto quedó ‘volando’. Pasar por uno de esos ‘hoyos’ en la moto es imposible. Ya me caí una vez […]. Al menos en mi caso, yo sé que no se deben utilizar (los puentes peatonales), pero de verdad es un caso manejar aquí, y un peligro enorme. Si me multan está bien, pero también pediría que sean más comprensivos con nosotros: un accidente en moto aquí puede ser mortal”, justificó.
YC
Cortesía de El Informador
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