Al menos seis personas murieron y más de 430 resultaron heridas tras el paso de un tornado que arrasó Rio Bonito do Iguaçu, una pequeña ciudad de 14 mil habitantes en el estado de Paraná, en el sur de Brasil.
El tornado llegó con vientos que alcanzaron hasta 250 kilómetros por hora, en cuestión de minutos, volcó autos, arrancó techos y derrumbó viviendas, dejando a la ciudad prácticamente en ruinas.
El gobierno de Paraná confirmó que, además de los seis fallecidos, 432 personas resultaron afectadas por el tornado, nueve de ellas están graves y algunas han requerido cirugía, dos personas permanecen desaparecidas, aunque las autoridades advierten que ese número podría aumentar mientras continúan las operaciones de búsqueda.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su solidaridad con las familias afectadas y anunció el envío de ministros y especialistas en desastres a la zona. “Quiero expresar mis más sentidas condolencias a todas las familias que perdieron seres queridos (…) y ofrecer mi solidaridad a todos los afectados”, escribió en sus redes sociales.
Cortesía de Unomásuno.
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