Día del churro, el dulce más español que México adoptó como propio (receta)

Cada 11 de noviembre se celebra el Día del Churro, una fecha que México vive con especial entusiasmo. No es para menos: pocos antojos tienen tanta presencia en nuestras calles, ferias y cafeterías como este dulce dorado y crujiente que ha logrado lo que pocos postres: ser tradicional sin ser originario, y volverse parte de nuestra vida cotidiana. Desde la churrería clásica del centro histórico hasta los carritos ambulantes en plazas y parques, el churro es ese aroma irresistible que nos acompaña en la infancia, la cita o la sobremesa.

Aunque muchos lo consideren un invento mexicano, su historia se remonta a Europa. Se dice que los pastores españoles comenzaron a freír masa de harina y agua por la falta de hornos en las montañas. Otros rastrean su origen hasta Asia, donde una fritura china habría inspirado la receta que los portugueses y españoles llevaron a su continente. Lo cierto es que el churro cruzó océanos y encontró en México su casa ideal: aquí adoptó la canela, el azúcar, la cajeta y el chocolate como cómplices inseparables.

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Esa apropiación cultural hizo del churro algo muy mexicano. Hoy lo encontramos en casi todas las ferias del país, en cafeterías de barrio y hasta en restaurantes de autor. México lo transformó y lo hizo suyo: nacieron los churros rellenos —con cajeta, leche condensada o chocolate— y los de formas creativas, acompañados de helado o salsa. En España se habla de porras, más gruesas y con interior esponjoso; aquí preferimos lo crujiente, fino y bien espolvoreado con azúcar y canela. Es el mismo ADN con un toque distinto: menos desayuno y más antojo callejero.

Porque hablar de churros es hablar de identidad compartida: un puente entre culturas que la fritura volvió universal. En cada mordida hay historia, herencia y modernidad. Y si algo tiene este clásico, es que sigue siendo sencillo de preparar, con ingredientes al alcance de todos.

Receta para preparar churros en casa

Ingredientes:

  • 250 ml de agua
  • 2 cucharadas de aceite vegetal
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 cucharada de azúcar
  • 150 g de harina de trigo (1 ½ tazas aprox.)
  • Aceite suficiente para freír
  • Azúcar con canela para espolvorear (½ taza de azúcar + 1 cdita de canela molida)
  • (Opcional) Cajeta, leche condensada o chocolate para rellenar

Preparación:

  • Calienta el agua con el aceite, la sal y el azúcar hasta que hierva.
  • Retira del fuego y agrega toda la harina de golpe. Mezcla con cuchara de madera hasta obtener una masa uniforme y firme.
  • Deja reposar unos minutos, luego pasa la masa a una manga pastelera con boquilla de estrella.
  • Calienta el aceite y forma los churros directamente sobre él. Fríe de 2 a 3 minutos, hasta que se vean dorados.
  • Escurre en papel absorbente y espolvorea con azúcar y canela.
  • Si quieres, rellena con cajeta o chocolate usando una manga repostera.

Tip: acompáñalos con chocolate caliente o café recién hecho.

Cortesía de El Economista



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