Esta noche, en lugares del hemisferio norte donde normalmente el cielo nocturno se mantiene oscuro, podrían aparecer auroras poco habituales. Son uno de los primeros efectos visibles de una tormenta solar severa que está impactando la Tierra y cuyos efectos podrían intensificarse en las próximas horas. La Agencia Espacial Europea (ESA) y varios centros internacionales de meteorología espacial están en máxima vigilancia, ya que las consecuencias de este fenómeno podrían afectar a tecnologías clave como los satélites, las redes eléctricas o los sistemas de posicionamiento.
Según la ESA, el origen del evento se encuentra en una poderosa llamarada solar de clase X5.1, detectada el 11 de noviembre a las 10:04 UTC, seguida de una eyección de masa coronal (CME) de alta velocidad. Estas emisiones de plasma y partículas cargadas están viajando a más de 1500 km/s en dirección a la Tierra. Los pronósticos más recientes indican que el impacto total se producirá entre la noche del 11 y la madrugada del 12, aunque existe cierta incertidumbre en los tiempos exactos. “Nuestro planeta fue golpeado por dos CME consecutivas anoche y se espera una tercera en las próximas horas”, ha comunicado oficialmente la ESA.
Qué está ocurriendo ahora mismo
A lo largo del día 11 de noviembre, las agencias espaciales han detectado una serie de fenómenos encadenados que están alterando el clima espacial en torno a la Tierra. La llamarada solar de clase X5.1 fue una de las más intensas observadas en los últimos años, y se generó en la región activa 14274 del Sol. Menos de una hora después, los instrumentos LASCO (SOHO) y CCOR-1 (GOES-19) identificaron una eyección de masa coronal con dirección directa hacia nuestro planeta.
La ESA estima que esta nube de plasma impactará en la atmósfera terrestre entre esta noche y la madrugada del día 12. Este tipo de evento puede desencadenar una tormenta geomagnética severa, clasificada como G4 en la escala oficial. A ello se suma el hecho de que ya han llegado a la Tierra otras dos CME previas, lo que podría agravar los efectos si la tercera se fusiona con las anteriores. En palabras del jefe de la Oficina de Meteorología Espacial de la ESA, “el impacto de la tercera CME depende en gran medida de si se fusiona con las dos primeras o no”.

Fuente: Royal Observatory of Belgium / SIDC.
Qué es una tormenta solar y por qué es relevante
Una tormenta solar comienza con una explosión en la superficie del Sol que libera energía, radiación y partículas cargadas. Estas explosiones, conocidas como fulguraciones solares, pueden venir acompañadas de una CME, una nube de material solar que se desplaza por el espacio. Si esta nube va en dirección a la Tierra, puede llegar en cuestión de horas o días, según su velocidad, y al hacerlo, interactúa con el campo magnético terrestre.
Esta interacción produce una tormenta geomagnética, que se mide en una escala de G1 a G5. Cuanto más intensa es la perturbación del campo magnético, mayor es el nivel. En este caso, hablamos de un evento clasificado como G4 (severo), lo que implica riesgos considerables para infraestructuras tecnológicas. Según la ESA, “la tormenta geomagnética puede afectar satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación”.
Aunque estas tormentas no representan un peligro directo para la salud humana en superficie, sí pueden alterar comunicaciones de radio, afectar la precisión del GPS y provocar errores en sistemas electrónicos en satélites. Además, pueden generar auroras boreales visibles en latitudes donde normalmente no se producen.

Fuente: NOAA Space Weather Prediction Center, 12 nov 2025.
Consecuencias previstas y primeras señales
A medida que la tormenta progresa, se han empezado a registrar los primeros efectos. En zonas iluminadas del planeta, como partes de África, se han observado interferencias temporales en comunicaciones por radio de alta frecuencia. También se ha detectado una tormenta de radiación solar, generada por partículas de alta energía que pueden dañar componentes electrónicos en el espacio.
En Europa, África y Asia —las zonas que están directamente expuestas al frente de la tormenta— se espera que los efectos aumenten en las próximas horas. Según los datos disponibles, el campo magnético terrestre podría verse comprimido hasta ocho veces su tamaño normal, lo que amplificaría el impacto en redes eléctricas y satélites de órbita baja.
En el caso de España, el Ministerio de Ciencia ha informado que el país no se encuentra entre los más expuestos, gracias a su ubicación en latitudes medias. Aun así, se contemplan posibles interferencias puntuales en sistemas de navegación por satélite, así como pequeñas alteraciones en comunicaciones de onda corta. Las redes móviles, internet o la radio FM no deberían verse afectadas de forma notable.
Cómo se mide y se anticipa este tipo de eventos
Los organismos especializados como NOAA y ESA utilizan diferentes herramientas para medir la intensidad del clima espacial. Una de las principales es el índice Kp, que refleja la perturbación del campo magnético. Actualmente, NOAA ha registrado un índice Kp de 5, lo que ya entra en categoría de tormenta geomagnética menor (G1), aunque se espera que el valor aumente a medida que la tercera CME alcance la Tierra.
El problema más relevante es la capacidad limitada para prever con exactitud cuándo llegará una CME y con qué intensidad. Actualmente, los sistemas de monitoreo desde el punto de Lagrange L1 solo permiten una anticipación de unos 20 minutos antes del impacto. Para mejorar esta capacidad, la ESA está desarrollando misiones como Vigil, que observará el Sol desde un ángulo diferente y podría ofrecer alertas con más de dos horas de antelación.
Esta mejora es esencial, ya que permitiría a los operadores de infraestructuras críticas preparar medidas de protección. Por ejemplo, los satélites podrían entrar en modo seguro o las redes eléctricas podrían desconectar secciones vulnerables de forma preventiva.
Lo que se espera en las próximas horas
La noche del 11 al 12 de noviembre será clave para observar cómo evoluciona la tormenta. Si la tercera eyección de masa coronal llega con la intensidad estimada y se fusiona con las anteriores, podría amplificarse el impacto en todo el hemisferio expuesto. De momento, la ESA y otras agencias siguen recopilando datos en tiempo real para ajustar sus predicciones.
A lo largo de la jornada del 12 podrían observarse más auroras boreales en latitudes inusuales, y también podrían producirse cortes intermitentes en señales de navegación o anomalías en satélites. No se descarta la necesidad de aplicar medidas técnicas de mitigación en algunos sistemas, sobre todo en satélites en órbitas bajas.
Las próximas horas serán decisivas para evaluar si esta tormenta solar entra en la categoría de eventos extremos. Lo que está claro es que su intensidad y alcance la convierten en una de las más relevantes del ciclo solar actual.
Lo que tienes que saber sobre la tormenta solar de noviembre 2025
- La tormenta solar está ocurriendo ahora mismo y podría intensificarse esta noche
- Fue provocada por una llamarada de clase X5.1 y una eyección de masa coronal
- Se espera un impacto directo entre la noche del 11 y la madrugada del 12
- Ya se han producido dos CME previas; podría llegar una tercera en horas
- El evento está clasificado como G4, considerado severo en la escala geomagnética
- Puede afectar a satélites, GPS, redes eléctricas y comunicaciones por radio
- España no es una zona de alto riesgo, pero puede tener efectos menores
- Se han observado auroras boreales fuera de las zonas habituales
- Los satélites pueden entrar en modo seguro para evitar daños
- Las futuras misiones espaciales buscan aumentar el tiempo de reacción ante estas tormentas
Cortesía de Muy Interesante
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