
La Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) vuelve a convertir el Teatro Degollado en territorio de exploración artística con su quinto programa de la Tercera Temporada, un mosaico francés que viaja del vértigo industrial de Honegger a la serenidad luminosa del Réquiem de Gabriel Fauré. El recorrido contará con más de un centenar de músicos y voces, gracias a la colaboración con el Coro Municipal de Zapopan bajo la dirección coral de Pilar Gómez, todo ello guiado por la batuta del director artístico José Luis Castillo.
El concierto abrirá con “Pacific 231”, de Arthur Honegger, la célebre partitura que destila el latido metálico de una locomotora en movimiento. Su paradoja sonora —la sensación de aceleración lograda a través de un tempo cada vez más dilatado— se potencia aquí con proyecciones audiovisuales creadas por Kay Pérez, inspiradas en la película silente “La roue” (1923), de Abel Gance. Una alianza entre música e imagen que busca revivir aquel asombro inicial de la modernidad, cuando las máquinas transformaron para siempre el paisaje y la imaginación humana, y que hará por completo distinta la experiencia en el Teatro Degollado.
“Es un programa fascinante. Es un programa francés que nos va a permitir centrarnos en 25 años exactamente de música francesa, desde 1900 —que es la última versión del ‘Réquiem’ de Fauré, hasta esa locura dadaísta, ese juego dadaísta que es ‘Relâche’, el Cinema, y por supuesto el ‘Pacífico 231’ de Honegger. Entonces, un réquiem y dos películas”, comenta el maestro José Luis Castillo en conversación con EL INFORMADOR. “Iniciaremos con Pacífico 231, esa pieza maquinista que homenajea y habla de la relación del compositor con el tren. Hay que pensar que el maquinismo, el mundo de los trenes en 1900 y en el primer cuarto del siglo XX fue algo realmente novedoso, que resumía muchas cosas: desde innovaciones tecnológicas hasta transformaciones sociales y económicas muy importantes”.
De ahí el programa se adentra en Cinéma, el entreacto sinfónico que Erik Satie compuso para el ballet dadaísta Relâche de Francis Picabia. La OFJ lo interpreta por primera vez en su historia, justo en el año en que se cumplen cien años de la muerte del compositor francés. Irreverente, juguetona y adelantada a su tiempo, esta pieza es un puente entre disciplinas: música, cine y artes visuales fundidas en el espíritu lúdico de la vanguardia parisina. “Realmente es un documento y un testimonio vivo del París de los años veinte, fascinante. Y por supuesto nos sirve también como homenaje y conmemoración a Erik Satie, de quien celebramos este año su aniversario”, dice José Lus Castillo.
El centenario de Satie será un acontecimiento, pues no son comunes las piezas del compositor para la orquesta. Será, también, una experiencia cinematográfica, pues la OFJ no demerita la música para cine, pues sigue siendo arte. “La producción de Satie no es tan orquestal como pianística. Su obra para orquesta no es mayoritaria. Entonces, este concierto tiene esa particularidad: no solo vamos a hacer música y cine, no solo vamos a interpretar un réquiem, sino que además haremos música de Satie que no es tan frecuente”, afirma el director de la OFJ.
“Creemos que hay muy buena música para cine escrita para orquesta sinfónica. Y también está entre nuestros objetivos difundir la música escénica, la música orquestal, la música sinfónica, pero también la música para cine. Creemos que estos albores, estos inicios de la música para cine, es importante recuperarlos, mostrar su nombre al público y hacerlo además con la feliz coincidencia del aniversario de Satie. Un programa tiene que ser también, un objeto artístico en sí mismo. No solo importan las obras que lo componen, sino la experiencia completa del programa: desde que entras al teatro hasta que sales. En lo que nos compete, hablamos de esa experiencia estética, de esa experiencia musical”.
La paz en la despedida: el Réquiem de Fauré
Tras el intermedio, el programa se vuelca hacia otro tipo de profundidad: la espiritual. El Réquiem de Gabriel Fauré llega como un respiro después de la agitación estética del inicio. A diferencia de otras misas fúnebres marcadas por el dramatismo, Fauré elige la ternura, la claridad y una esperanza casi íntima. “Es un réquiem que tiene un concepto de la divinidad muy íntimo; un réquiem que habla de la paz, que plantea la idea de la muerte desde lo íntimo, desde lo personal. Es un réquiem del descanso eterno. Es una de las páginas sinfónico-corales más bellas de toda la literatura musical”, afirma el maestro José Luis Castillo.
En esta interpretación participan la soprano Luz Valeria Viveros y el barítono Carlos López, quienes darán voz a los momentos más emblemáticos de la partitura, como el Pie Jesu o el conmovedor In Paradisum. Para Castillo, trabajar con el Coro Municipal de Zapopan, dirigido por la maestra Pilar Gómez, hace posible ese equilibrio entre lo íntimo y lo monumental: una música que parece hablar en voz baja, pero que abraza con grandeza.
Charlas previas: música e imagen en diálogo
Fiel a su compromiso de mediación cultural, la OFJ ofrecerá la charla previa gratuita del jueves, a las 18:45 horas, en el lobby del Teatro Degollado. En esta ocasión, Kay Pérez y Pilar Gómez conversarán sobre la relación entre música e imagen en el repertorio francés, un tema que atraviesa este programa de principio a fin. Las funciones se llevarán a cabo el jueves 13 de noviembre a las 20:30 horas y el domingo 16 a las 12:30 horas. Boletos desde $100 pesos en taquillas del Teatro Degollado y Boletomovil.com.
SV.
Cortesía de El Informador
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