Cómo no va a despertar curiosidad una película dirigida por Johnny Depp, en la que actúan Al Pacino, Stephen Graham (el multipremiado padre de la serie Adolescencia) y Riccardo Scamarcio como el pintor, dibujante y escultor italiano Amedeo Modigliani, reconocido por sus retratos femeninos de cuellos alargados y con rostros casi siempre inexpresivos.
Bueno, como la película.
Estrenada en el Festival de San Sebastián en septiembre de 2024, Modigliani no tuvo suerte con el público y lleva recaudados desde su estreno hace un año menos de medio millón de dólares en los cines de todo el mundo.
Johnny Depp no es el excéntrico e inadaptado Modigliani
En parte se entiende. En Modigliani Depp no está delante de cámara, así que el rol del excéntrico e inadaptado -facetas que ha jugado como intérprete infinidad de veces-, y también por una cuestión de edad, lo cubre el italiano Scamarcio, que también vino ahora a la Argentina acompañando a su director.
Depp combina con sketches cómicos y escenas dramáticas una apretada síntesis de los tres días de la vida de Amedeo Modigliani que se retratan en la obra teatral de Dennis McIntyre de 1980.
Sketches caricaturescos
Cuando hablamos de sketches nos referimos a la caricatura que hace de Modigliani y sus amigos también artistas Utrillo y Soutine, una suerte de slapstick ingenuo (humor con caídas y tropiezos), micro escenas rodadas en blanco y negro se supone que como homenaje al cine mudo imperante en la época -la París de 1916-. La escena que abre el filme, que igualmente desconcierta en la presentación del protagonista retratando mujeres en un restaurante por monedas, falla porque el humor es entre torpe, naif y para nada original.
En plena Primera Guerra Mundial, las frustraciones de Modigliani van más por lo profesional -no vendía un cuadro ni una escultura- que por lo personal -la historia de amor es con su musa y amante inglesa Beatrice Hastings (Antonia Desplat). La fama y la fortuna le llegarían tarde, después de que falleciera en menos de cuatro años, en 1920.
Al Pacino llamó a Johnny Depp para que hiciera la película hace casi 30 años.Los tres días en Montparnasse del título en la Argentina (tres días sobre el ala de la locura es el más sutil en el original) refieren a que su marchant, que intenta vender sus dibujos, pinturas y esculturas, el polaco Léopold Zborowski (Stephen Graham), tendrá un encuentro con Maurice Gangnat (Al Pacino), un coleccionista rico que estaría interesado en la obra de Modi, como lo llaman sus amigos.
La idea fue de Al Pacino
El origen del filme se remonta a los años ’70, cuando lo soñó Al Pacino, quien en los ’80 no consiguió financiación para que lo dirigiese Martin Scorsese, y luego se lo ofreció a su compañero de elenco en Donnie Brasco (si, el mismísimo Depp) cuando rodaban el filme de Mike Newell en 1996. Depp iba a dirigir su opera prima The Brave, con Marlon Brando, apenas unos meses después.
Muchos años han pasado desde entonces, pero lo que se ve que se mantuvo fue la idea de escaparle al formato de la biopic más clásica y formal, y tirarse a la pileta con una trama acotada a tres días en la vida de Modigliani, pero con un marcado tinte caricaturesco.
Modigliani en medio de sus reconocidas esculturas.Lo mejor del “Modigliani” de Johnny Depp
Lo anárquico no le cabría mal a Modigliani, pero Depp pega un volantazo cuando ya pasó más de dos tercios de la proyección -sí: cuando aparece finalmente Pacino como Gangnat- y se vuelve más formal en la única escena del actor de El Padrino. Paradójicamente, ese momento es lo mejor que tiene la película: el contrapunto entre el coleccionista que ningunea al artista, quien no se queda callado luego de superar el estupor y la sorpresa.
Son esas líneas de diálogo y la actuación de Pacino y Scamarcio, en esa escena escrupulosa, precisa, y decididamente más formal, la que marca un quiebre en el relato. Pero ya es decididamente tarde para reflejar con tono serio la incomprensión de las vanguardias, el poderío de los ricos (“usted tiene el poder en el bolsillo, y el gusto en el culo”, le dice gráficamente el artista a Gangnat) y la necesidad egocéntrica o no, de un artista por sentirse legitimado.
Nos gusta ese momento de Depp como realizador, el que sabe confrontar ideas, allí donde permite, finalmente, entender porqué Amedeo Modigliani hizo lo que hizo, ese quiebre en su vida artística y personal.
La rebeldía no siempre es sinónimo de excelencia, si no va acompañada de ingenio o agudeza no alcanza. Johnny Depp es un artista, un bohemio como Modigliani, pero al que el reconocimiento le llegó legítimamente en vida.
“Modigliani, tres días en Montparnasse”
Drama / Comedia. Reino Unido, EE.UU., Italia, 2024. Título original: “Modi: Three Days on the Wing of Madness”. 108’, SAM 13. De: Johnny Depp. Con: Riccardo Scamarcio, Antonia Desplat, Stephen Graham, Al Pacino. Salas: Cinemark Recoleta, Hoyts Unicenter y Abasto, Cinépolis Recoleta, Showcase Norcenter y Belgrano.
Cortesía de Clarín
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