Enfermedades inflamatorias intestinales pasan factura; tratamientos puede superar 19,000 dólares en México

Las enfermedades inflamatorias intestinales, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, son padecimientos crónicos e incurables que afectan la vida emocional, laboral y económica de los pacientes y generan altos costos para el sistema de salud.

“Es una enfermedad que pasa factura”, manifestó Jorge de León, cirujano coloproctólogo y fundador de la Clínica de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital General de México.

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En México, el costo médico promedio por paciente oscila entre 9,000 y 19,000 dólares al año, tanto en casos de CUCI como de enfermedad de Crohn.

El especialista subrayó que el tratamiento de estas enfermedades resulta sumamente costoso en el país, e incluso comparable o superior al de naciones desarrolladas como Estados Unidos, Canadá o algunas europeas, donde el gasto anual por paciente con EII fluctúa entre 9,000 y 12,000 dólares.

Además, impacta directamente en la productividad de quienes la padecen. Jorge de León resaltó que la enfermedad afecta principalmente a personas de 20 a 49 años, la etapa más productiva de la vida.

Citó un estudio realizado en la Clínica de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Hospital General de México, con 86 pacientes, que reveló que más del 40% perdió días laborales en un periodo de seis meses a un año, y más del 50% perdió su empleo a causa del padecimiento.

Además, los pacientes con esta condición puede disminuir hasta 40% su productividad, como resultado del ausentismo laboral o al verse limitados para desarrollar al 100% sus actividades, debido a los síntomas asociados a la enfermedad, lo que genera pérdidas económicas en las empresas.

Entre los síntomas más comunes están diarreas constantes, sangrado, dolor crónico, fatiga, desnutrición y anemia, acotó el cirujano coloproctólogo.

“El impacto económico que tiene la enfermedad es alto y las cifras pueden incrementarse en el paciente que no tiene un control adecuado de la enfermedad”, enfatizó tras advertir que el número de casos seguirá en aumento.

Lo anterior debido a “la occidentalización de la dieta”, explicó Jesús Yamamoto, médico especializado en medicina interna y gastroenterología.

“Hoy, los pacientes aumentan la ingesta de carbohidratos complejos, de grasas saturadas, disminuyen la ingesta de frutas, de verduras y eso obviamente conlleva cambios en la composición de las bacterias en el intestino”, anotó.

Aunque no hay datos precisos en México, en 2019 se estimaba que 4 millones de personas en el mundo padecían la enfermedad.

Para afrontar esta situación, los especialistas coincidieron en la importancia de un diagnóstico oportuno, así como en la necesidad de fortalecer la capacitación de los médicos de primer contacto y garantizar el acceso a terapias innovadoras que mejoren la calidad de vida de quienes viven con las enfermedades inflamatorias intestinales.

De ahí, dijeron, la relevancia de la investigación clínica para desarrollar terapias más innovadoras que ayuden a reducir el impacto de la EII. Mencionaron recientes avances ya disponibles en México, como el fármaco guselkumab, de Johnson & Johnson, cuyas estudios demostraron beneficios en el tratamiento de los pacientes.

Cortesía de El Economista



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