
La movilización convocada por jóvenes de la llamada Generación Z el pasado 15 de noviembre dejó un saldo de periodistas agredidos, equipos robados y detenciones arbitrarias, según múltiples denuncias difundidas en redes sociales y reportes de distintos medios de comunicación.
Entre las agresiones ocurridas estuvo una contra Víctor Manuel Camacho, fotoreportero de La Jornada, quien fue derribado al suelo y golpeado en repetidas ocasiones —incluidos golpes directos al rostro— por policías capitalinos, pese a haber mostrado su identificación de prensa.
Otros comunicadores también fueron blanco de agresiones directas como Antonio Huitzil y Ricardo Pérez, de Fuerza Informativa Azteca, fueron atacados con gas y piedras por policías. El medio difundió una grabación donde se observa a elementos de la SSC lanzando proyectiles en dirección a los equipos de prensa.
La reportera Ximena Arochi, del semanario Proceso, también fue sometida con violencia cuando grababa los golpes que policías antimotines propinaban a un manifestante; el medio documentó que la periodista fue agredida por los mismos oficiales que intentaban dispersar la protesta.
El periodista estadounidense Ioan Grillo informó que fue atacado con gas lacrimógeno en varias ocasiones, incluso después de haberse identificado como prensa.
Además, una fotoperiodista de El Sol de México y dos de La Prensa fueron asaltados por encapuchados, quienes los golpearon y despojaron de cámaras, equipo profesional y pertenencias personales. Las imágenes de estos robos circularon ampliamente en redes sociales.
Estos actos de violencia no solo fueron vistos en la capital, también en Morelia Michoacán, los periodistas Liliana Jiménez Nieto, Jania Cerriteño y Javier Guerrero resultaron lesionados.
Postura de autoridades
Según el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, Pablo Vázquez, el saldo total fue de 20 personas detenidas, 120 lesionados, entre ellos más de 100 policías y al menos una docena de periodistas afectados de diversas formas.
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, lamentó lo ocurrido y afirmó que “quienes cometan delitos deberán responder ante las autoridades”, al tiempo que acusó a “viejos grupos conservadores” de intentar sembrar caos en la movilización.
También expresó su solidaridad con los 14 policías hospitalizados, aunque no hizo mención directa a los periodistas lesionados.
Cortesía de El Economista
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