
El cuidado del medio ambiente dejó de ser una tendencia pasajera para convertirse en una exigencia del público y un compromiso estructural de las empresas del sector entretenimiento. “El público ahora es mucho más consciente e informado del tema, diferente a hace tal vez 10 años. Ya tiene también iniciativas sustentables en sus propias casas o en las empresas en las que trabajan”, señaló en entrevista con El Economista Samantha Konstat, gerente de Festivales en OCESA, al destacar el cambio en la expectativa del consumidor contemporáneo.
En este contexto, OCESA presentó su primer Informe de Sostenibilidad 2025, un documento que marca un paso firme hacia la consolidación de un modelo de negocio responsable, inclusivo y alineado con estándares internacionales de ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Entre las acciones medioambientales más relevantes sobresale que el festival Corona Capital cuenta con la certificación internacional ISO 20121, especializada en gestión sostenible de eventos.
Además, varios recintos, como el Autódromo Hermanos Rodríguez, han integrado energía solar y tecnología LED para disminuir el consumo energético.
A esto se suma un programa de compostaje que permitió evitar la emisión de más de 11,000 toneladas de CO₂, así como la eliminación de plásticos de un solo uso en diversas operaciones.
No obstante, la sustentabilidad en el entretenimiento no se limita a la gestión ambiental. Konstat subraya que el público acude a los eventos con una mirada más crítica, reflexionando sobre la huella de carbono y esperando un entorno que priorice la inclusión, la accesibilidad y el impacto social.
En respuesta, OCESA ha fortalecido programas como Anfitrión Incluyente y la iniciativa VIBRA, que permite a personas con discapacidad auditiva disfrutar de conciertos a través de chalecos sensoriales y la presencia de intérpretes de LSM.
La empresa también impulsa el desarrollo local mediante la colaboración con emprendedores, cocineras tradicionales y artesanos, al tiempo que promueve una cadena de valor sostenible con proveedores certificados.
El compromiso de la compañía ha sido reconocido internacionalmente: IQ Magazine la nombró una de las Green Guardians 2025, lista que distingue a líderes globales en sustentabilidad dentro del entretenimiento en vivo.
A pesar de los avances, Konstat reconoce que los retos continúan. “El mayor reto es justamente poder alimentar y encontrar estas iniciativas que hagan mejoras en todos los aspectos para hacer del festival este ecosistema mucho más sustentable”, afirmó. En una industria que integra arte, hospitalidad, servicios, logística y tecnología, los desafíos son amplios, pero la apuesta por un futuro más verde ya es irreversible.
Cortesía de El Economista
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