Ubicado dentro de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, el Museo de Anatomopatología Veterinaria “Manuel H. Sarvide” es uno de los espacios más sorprendentes para visitar en Ciudad Universitaria: cuenta con una colección de más de 500 piezas que muestran malformaciones congénitas, lesiones y procesos patológicos en animales.
En sus vitrinas hay desde aves y bovinos hasta perros chihuahua, pasando por ejemplares que despiertan fascinación, como una vaca cíclope o un murciélago en pleno parto.
Inaugurado en 1991, el museo combina ciencia, historia y enseñanza. Su colección, iniciada por los doctores Manuel H. Sarvide y Aline Schunemann, es considerada un tesoro científico por la forma innovadora en que se preservaron los especímenes, muchos de ellos con técnicas pioneras en su época.
Este recinto en la actualidad se considera una herramienta esencial para estudiantes, profesionales y público en general, al tiempo que rinde homenaje a los primeros patólogos veterinarios de México.
Científicos pioneros: Dr. Sarvide y la Dra. Schunemann
La iniciativa del museo nació del Dr. Manuel H. Sarvide Argüelles, quien fue jefe del Departamento de Patología de la FMVZ de la UNAM. Algunas de las piezas que él mismo fijó y montó aún se encuentran en exposición.
En 1971, la Dra. Aline Schunemann consolidó el museo al iniciar montajes de piezas en envases de material acrílico, en lugar de la preservación tradicional en vidrio.
“Lo inició la precursora del Departamento de Patología, la doctora Aline Schunemann de Aluja, junto con su maestro, el doctor Sarvide. Fueron los primeros patólogos veterinarios mexicanos. Empezaron a colectar muestras de la sala de necropsias de casos que eran muy llamativos o poco frecuentes”, explicó la Dra. Beatriz Vanda Cantón, jefa del Departamento de Patología de la facultad universitaria.
Gracias a sus esfuerzos por perfeccionar técnicas innovadoras de preservación y montaje, se logró una colección única.
Piezas para aprender y asombrarse
El museo cuenta con 556 piezas, la mayoría preservadas con la técnica de plastinado, considerado el método más eficaz para resguardar material biológico. De acuerdo con la UNAM, “con este método se sustituyen los líquidos tisulares por resinas de silicón y de ese modo se conserva la morfología macro y microscópica de las piezas tratadas”.
La colección se centra en lesiones macroscópicas que ilustran diversas enfermedades infecciosas, nutricionales, físico-traumáticas, congénitas y neoplásicas.
En sus vitrinas se exhiben cuerpos, órganos y cortes de diversos animales estudiados en la facultad, muchos con malformaciones congénitas. “Son aquellos trastornos que ocurren durante el desarrollo embrionario. La mayoría suceden durante el primer tercio de la gestación, cuando los embriones se están diferenciando y los órganos se forman”, detalla la doctora Vanda Cantón.
“Ya sea porque la madre está expuesta a algún tóxico, existe un trastorno genético u ocurre una mutación en los ácidos nucleicos de la célula, el producto puede nacer con alguna malformación”, explica.

Muchas de las piezas que conforman la colección han sido donadas por veterinarios, biólogos y estudiantes de la facultad. Entre ellas, se pueden observar al menos tres dedicadas a murciélagos, que van del desarrollo embrionario al nacimiento de una cría.
El objetivo del Museo de Anatomopatología Veterinaria es que tanto estudiantes como especialistas y el público puedan aprender y asombrarse con las piezas de la colección.
“Nos sirven para estudiar anatomía, vemos cómo están posicionados los órganos, como en la vida real”, señala la jefa del Departamento de Patología de la Facultad de Veterinaria. Al combinar ciencia, historia y enseñanza, este recinto es ya un espacio imprescindible para quienes desean explorar el mundo veterinario.

Piezas fascinantes
Entre las piezas que más llaman la atención destacan una hembra murciélago pariendo y una vaca cíclope. Esta última muestra una malformación congénita en una cría de vacuno en la que no se formó el maxilar ni los huesos de la parte superior de la cara. Esto provoca que los tejidos blandos se retraigan y por eso parece que la cara está aplastada.

Entre las piezas del museo, se pueden observar al menos tres piezas dedicadas a los murciélagos: una que ilustra el desarrollo embrionario, otra que presenta el método de plastinación, y una tercera que capta el momento del nacimiento de una cría. ¡Una pieza única!

Museo libre de maltrato animal
El objetivo del museo es que tanto estudiantes como especialistas y el público en general, puedan aprender y asombrarse con las piezas que la colección exhibe. Además, de ser una gran herramienta para futuros profesionistas.
“Nos sirven para estudiar anatomía, vemos cómo están posicionados los órganos, como en la vida real”.
Es importante destacar que el museo de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia se adhiere a una política de cero maltrato animal.
“Todos estos órganos son obtenidos de animales que se murieron. O sea, no mataron a nadie para hacer estas piezas; son hallazgos post mortem”, recalca la Dra. Beatriz Vanda Cantón, jefa del Departamento de Patología de la FMVZ de la UNAM.
Cuándo y dónde visitar el Museo de Medicina Veterinaria de la UNAM
El Museo de Anatomopatología Veterinaria “Manuel H. Sarvide” te espera de lunes a viernes, de 8:00 a 17:00 horas, dentro de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia en CU. ¡La entrada es totalmente gratuita!
- Cuándo: lunes a viernes
- Horario: de 8:00 a 17:00 horas
- Dónde: Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Av. Universidad 3000, CU, Coyoacán
- Entrada: gratis
Cortesía de Chilango
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