¿Tu perro o gato tiene frío? Señales clave para detectarlo en casa


Con la llegada de la temporada invernal, es importante recordar que las mascotas también necesitan cuidados especiales. Al igual que las personas, perros y gatos son susceptibles a las bajas temperaturas, las cuales pueden representar riesgos para su salud y bienestar si no se atienden a tiempo.

La sensibilidad al frío en los animales varía según su tamaño, edad, tipo de pelaje y condición corporal. Aunque su forma de percibir las bajas temperaturas es distinta a la nuestra, existen señales claras que permiten identificar cuando un perro o un gato está pasando frío dentro del hogar.

Detectar estas señales a tiempo ayuda a prevenir complicaciones y a tomar medidas que garanticen su comodidad y protección. Las mascotas dependen por completo de sus cuidadores para disfrutar de una vida estable, segura y saludable.

¿Cómo saber si mi mascota tiene frío?

El blog veterinario de Purina señala varias señales que pueden indicar que tu perro o gato está resintiendo el clima frío:

En perros:

  • Temblor.
  • Permanecer acurrucado por largos periodos.
  • Buscar constantemente alfombras, telas o cobijas para pararse o recostarse.
  • Escoger rincones para “esconderse”.
  • Menor nivel de actividad, ejercicio o interacción.
  • Hocico, orejas o patas frías al tacto.

En gatos:

  • Extremidades frías (patas, cola y orejas).
  • Cambio de su lugar habitual de descanso para dormir cerca de fuentes de calor.
  • Permanecer mucho tiempo hecho “bolita”, escondiendo sus patas y cola bajo el cuerpo.

¿Qué hacer si notas que tu mascota tiene frío?

Una vez identificada la incomodidad por frío, es importante abrigar, refugiar y ofrecer fuentes de calor a perros y gatos.

En el caso de perros

Refugio: si vive en exteriores y no es posible ingresarlo al hogar, es fundamental contar con una casita protegida del viento y el clima. Coloca dentro cobijas y una cama.

Ropa y frazadas: utiliza prendas cómodas que no aprieten el cuello o las axilas, cubran el lomo y ayuden a conservar el calor. También puedes dejarle mantas en su área de descanso.

Cama adecuada: evita que la cama tenga contacto directo con el suelo; una alfombra o cartón ayuda a aislar. Existen camas elevadas que también cumplen esta función.

Paseos: camina con tu perro en horarios menos fríos y evita el viento fuerte. Si la temperatura es muy baja, colócale ropa antes de salir.

Menos baños: durante el invierno reduce su frecuencia. Báñalo solo durante el día, cuando hay más calor, y evita que se seque solo al aire.

Menos cortes de pelo: en razas de pelaje abundante, es mejor optar por recortes higiénicos para mantener su protección natural.

Vacunación al día: el frío aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, por lo que su esquema de vacunas debe estar actualizado.

Buena alimentación: una dieta adecuada ayuda a mantener la temperatura corporal. Procura ofrecerle al menos dos comidas al día.

En el caso de gatos

Vigila su peso: su pelaje puede engañar. Tócalo con frecuencia para asegurarte de que no esté demasiado delgado o perdiendo masa.

Cama cálida y cómoda: mejora su espacio de descanso. Agrega mantas o camas suaves y lava la ropa con regularidad.

Evita la rigidez: el frío puede disminuir su actividad. Juega con él para mantener su movilidad y salud articular; procura que su arenero, cama y rascadores estén al alcance.

Fuentes de calor: ofrece varios rincones cálidos donde pueda refugiarse, como camas acolchonadas, cobijas o zonas cercanas a calefacción segura.

En esta época del año, ajustar el entorno y los cuidados es clave para garantizar que perros y gatos disfruten una temporada invernal cómoda y protegida. Cuidarlos del frío no solo previene enfermedades, también fortalece su bienestar y calidad de vida.

MF

Cortesía de El Informador



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