74% de los mexicanos empezó a trabajar mientras estudiaba

¿Estudias o trabajas?, pregunta frecuente al iniciar una conversación y que 74% de los trabajadores en México respondió que combinó ambas actividades, principalmente para adquirir experiencia, de acuerdo con una encuesta de OCC.

De quienes combinaron ambas actividades, 46% consideró que el principal beneficio de hacerlo es obtener experiencia, el 31% el desarrollo de perfil profesional, el 15% aplicar sus conocimientos y 8% respondió que establecer contactos en su área o networking, según los datos del Termómetro Laboral más reciente de plataforma de búsqueda de empleo.

Te puede interesar

Esta combinación de tareas, clases, conferencias y trabajos en equipo con la responsabilidad de un empleo supone un reto para quien lo asume.

El 39% consideró que logró equilibrar su vida estudiantil con laboral y un 35% dijo que “sí fue un desafío”, mientras que 14% no lo hizo pero le hubiera gustado hacerlo y sólo 12% respondió que decidió sólo enfocarse en su educación.

“Es la oportunidad perfecta para comenzar una carrera profesional como becario, practicante o servicio social. Permite a los estudiantes conocer el mundo laboral”, indica OCC.

Solicitar determinado número de años de experiencia laboral a los recién egresados es una expresión de edadismo o discriminación por edad, de acuerdo con Uriel Valadez, fundador de Gafas Plateadas, psicólogo y maestro en innovación empresarial. Esta práctica expulsa a los jóvenes que buscan empleo, añade.

Mientras que OCC recomienda a las empresas incluir en sus procesos de reclutamiento de personal a perfiles de jóvenes ya sea mediante prácticas, servicio social o becario.

“Los equipos multigeneracionales tienen muchos beneficios”, agrega la bolsa de trabajo. Entre ellos, integrar distintas habilidades y tener una visión más amplia para tomar decisiones.

Un tercio de los estudiantes consiguió un empleo mientras estudiaba, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados 2025 realizada por la Universidad Del Valle de México (UVM).

Sin embargo, la experiencia no es el único motivo por el cual un alumno busca un trabajo antes de egresar. El 13.7% de quienes respondieron combinar ambas actividades lo hizo para pagar sus estudios y 20.3% si bien recibió apoyo familiar también se empleó para costear su educación, según datos recabados por la UVM. 

La desocupación afecta principalmente a los jóvenes. La tasa de desempleo al segundo trimestre (último dato disponible) fue de 2.7%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), pero en la población de 15 a 19 años, el indicador se ubicó en 4.6% y entre los jóvenes de 20 a 24 años es de 6.1 por ciento. 

“Los jóvenes que desean y buscan pertenecer al mercado laboral se enfrentan a un panorama más complicado que el trabajador promedio. Son el grupo poblacional con la tasa de desocupación más alta”, según el estudio El panorama educativo y laboral de los jóvenes en México del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

¿Cómo combinar estudios y trabajo?

Tareas, actividades laborales, clases, traslados son sólo una parte del día de una persona que estudia y trabaja al mismo tiempo.

Lograrlo sin descuidar la vida personal, la escolar y la laboral requiere la implementación de estrategias que van desde la gestión del tiempo a buscar formatos virtuales de estudio o empleo a distancia, indica la Universidad Anáhuac en su reporte Trabajar y estudiar al mismo tiempo.

Entre sus recomendaciones enumera las siguientes:

  • Dividir las tareas según su urgencia e importancia.
  • Usar apps de seguimiento y distribución de horarios.
  • Priorizar y reservar momentos para el autocuidado y el descanso: pausas activas, horario fijo para el descanso, respetar horarios de comida e incorporar actividad física.

Otras ventajas de estudiar y trabajar

El combinar ambas actividades da a los egresados otras ventajas por encima de quien no lo hizo, señala la Anáhuac.

Entre ellas, está el desarrollo de habilidades como la gestión del tiempo, la responsabilidad y la solución de problemas. Además, fomenta la autonomía económica y emocional junto con la capacidad para gestionar el estrés.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: