Falsos sacerdotes venden servicios religiosos en Torreón: la Diócesis alerta que no son católicos

Entre series de luces multicolores, olor a planta gobernadora y el ir y venir de compradores en busca de nacimientos, heno y adornos para el árbol, la inauguración del tradicional Mercadito Navideño de Torreón tuvo este año un ingrediente inesperado: la presencia de dos hombres que oficiaron un servicio religioso presentándose como sacerdotes católicos.

Esto encendió las alarmas en la Diócesis local. El mercado, con más de siete décadas de historia, se instala cada año sobre la calle Ildefonso Fuentes, entre Hidalgo y Juárez, y reúne a más de 60 puestos de artículos y antojitos típicos.

A raíz de esta participación, la Diócesis de Torreón emitió la Circular 32, fechada el 4 de noviembre de 2022 y firmada por el obispo Luis Martín Barraza Beltrán, en la que advierte a sacerdotes, religiosos y laicos sobre dos personas que realizan celebraciones litúrgicas fuera de los templos católicos.

El Mercadito Navideño es parte de las tradiciones de la entidad. FOTO: archivo.

Las ceremonias religiosas en espacios públicos están prohibidas

En el documento se precisa que, desde 2019, la diócesis canceló los servicios litúrgicos en espacios ajenos a parroquias y capillas, por lo que ninguna misa, bendición o rito celebrado fuera de esos recintos cuenta con reconocimiento oficial.

El vocero diocesano, monseñor José Luis Escamilla, explicó que los señalados se identifican como Tadeo Rivas y Daniel Ramírez Amador. De acuerdo con la circular, ambos se ostentan como ministros de la llamada Iglesia Ortodoxa Ucraniana en México y, sin embargo, se presentan ante la ciudadanía con atuendos y lenguaje similares al de los sacerdotes católicos.

La Diócesis subraya que esa denominación no forma parte de la Iglesia católica y que, por tanto, sus celebraciones no pueden considerarse misas ni sacramentos católicos válidos. Escamilla detalló que la advertencia surgió luego de que los dos hombres participaron en la ceremonia de inauguración del mercado navideño de Torreón, donde realizaron oraciones y bendiciones ante comerciantes y autoridades.

“Ellos ofrecen sus servicios, pero es importante que la gente sepa quiénes son realmente”, señaló. Recordó que solo los presbíteros en plena comunión con el obispo diocesano pueden presidir celebraciones reconocidas por la Iglesia católica y acompañar oficialmente actos públicos donde se solicite la presencia de un sacerdote.

El vocero insistió en que el llamado no busca atacar a las personas señaladas, sino aclarar ante los fieles la diferencia entre la Iglesia católica y otras confesiones cristianas. La vocería insistió en que los fieles pueden acercarse a sus parroquias para verificar la identidad de los sacerdotes y que cualquier celebración litúrgica debe realizarse dentro de los templos o con autorización expresa del obispo.

“Respetamos su religiosidad y su búsqueda de lo sagrado; sin embargo, corresponde a la Diócesis indicar quiénes son sus ministros, para que la comunidad no se confunda”, añadió en declaraciones a medios locales.

La Diócesis pidió no pagar por esta clase de servicios. FOTO: archivo. 

Piden no caer en estafas religiosas en Torreón

La circular remarca que lo que Tadeo Rivas y Daniel Ramírez realicen se entiende “a título personal o a nombre de otra congregación cristiana”, pero no como actos de la Iglesia católica. El contexto no es menor. La Diócesis de Torreón, erigida en 1957 y actualmente encabezada por el obispo Luis Martín Barraza, atiende a más de 900 mil fieles en los municipios de Torreón, Matamoros, San Pedro, Francisco I. Madero y Viesca.

La vida religiosa de la región tiene como referentes la Catedral de Nuestra Señora del Carmen y el santuario del Cristo de las Noas, cuya silueta domina el horizonte lagunero. En ese marco, el Mercadito Navideño se ha consolidado como punto de encuentro donde convergen comercio, tradición y fe: en ediciones recientes, un sacerdote católico ha encabezado la bendición de los locales al momento de la apertura, reforzando el carácter religioso de la celebración.

Por ello, la participación de ministros no reconocidos por la Diócesis generó inquietud entre algunos locatarios y feligreses, acostumbrados a ver allí al clero católico. Mientras las luces del mercadito siguen encendiéndose cada noche y el aroma del champurrado y hot cakes llena el centro de la ciudad.

Cortesía de El Heraldo de México



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