El Cardenal: una cátedra del desayuno capitalino

Antes de que el centro levante cortinas, El Cardenal ya huele a pan recién horneado y a chocolate espeso. Abrió en abril de 1969 y, desde entonces, la familia Briz Garizurieta sostiene una promesa sencilla y exigente: cocina popular mexicana hecha con método y servicio que no pierde el pulso ni en hora pico. Por eso aquí el desayuno no es un trámite: es una ceremonia. La carta madrugadora arma un retrato de la ciudad con huevos revueltos a la cazuela, aporreado, gorditas hidalguenses y ese trío irresistible de conchas con nata —de leche fresca— y chocolate de la casa que muchos chilangos aprendieron a pedir de memoria. 

Foto: Cortesía El Cardenal

El comedor se entiende como una orquesta bien ensayada. Mientras en sala vuelan las tazas de chocolate con molinillo, en cocina mandan los tiempos cortos —cazuelas que no descansan, comales activos, salsas listas— para que cada mesa reciba lo suyo con ritmo. El estilo del Cardenal privilegia lo clásico sin alardes: recetas reconocibles, porciones que reconfortan y una ejecución pareja en todas sus sedes (del Centro Histórico y Juárez a Lomas, San Ángel, Nápoles y Marconi). Esa consistencia es parte del encanto: el comensal sabe que, aunque cambies de colonia, el estándar será el mismo. 

A mediodía, la película cambia de tono sin abandonar la estirpe. Entran a escena el queso tapado, los escamoles cuando hay temporada, la sopa de verdolagas con pollo, el fideo seco al chipotle, la pechuga en mole poblano y las nieves mexicanas que sirven de cierre. 

El Cardenal es la cátedra del desayuno capitalino: orden, ritmo y una noción de “lo bien hecho” que no necesita modas para brillar. Su manera de cuidar el pan y la nata es casi un manifiesto.

Foto: Cortesía El Cardenal
El Cardenal

Dirección: Palma 23, Centro 

Horario: lun-dom: 8-18:30 h 

Reservaciones: 55 5521 3080, 55 5521 88 15 Y 55 5521 88 17 

IG: @restaurante.elcardenal

Cortesía de Chilango



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