OFJ aborda estrenos latinoamericanos y clásicos europeos bajo la batuta de Eddie Mora


La Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) prepara el sexto programa de su tercera temporada con un programa que enlaza estrenos latinoamericanos, repertorio europeo y piezas que revisitan la tradición sinfónica desde distintas perspectivas. Los conciertos se realizarán el 20 y 23 de noviembre, en funciones nocturna y dominical en el Teatro Degollado, bajo la dirección del costarricense Eddie Mora Bermúdez.

El programa abrirá con “Breves sombras”, obra escrita por la compositora mexicana Ana Lara en 2020 con motivo del 250 aniversario del natalicio de Beethoven. La pieza, inspirada en la Octava Sinfonía del compositor alemán, emerge como un homenaje que dialoga con el clasicismo desde un lenguaje contemporáneo. Tras esta apertura, el repertorio transitará hacia el romanticismo de la “Sinfonía Inconclusa” de Franz Schubert, una de las obras más difundidas del repertorio orquestal. La jornada continuará con otro estreno: “Ollantay”, poema sinfónico del argentino Alberto Ginastera basado en la leyenda inca del guerrero trágico. El cierre corresponderá a las “Bachianas brasileiras” núm. 2 de Heitor Villa-Lobos, muestra del nacionalismo brasileño y de la capacidad del compositor para fusionar elementos académicos y folclóricos.

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El trabajo con la orquesta

En entrevista con EL INFORMADOR, Mora compartió que los ensayos avanzan con intensidad. “Estamos trabajando intensamente en las cuatro obras que forman el programa de este jueves y domingo”, señaló. Añadió que el programa ofrecerá una vía de acceso a repertorios menos frecuentes y a la creación latinoamericana. “Creo que va a ser un atractivo especial para las personas que aman la música sinfónica y que quieren conocer música nueva y cómo se escribe la música en nuestra América, ya que tenemos tres representantes de altísimo calibre”.

Sobre su encuentro con la agrupación jalisciense, el director subrayó el nivel y la disposición del ensamble.  “Me he encontrado un grupo de seres humanos extraordinario, me han tratado muy bien, han sido siempre colaboradores conmigo. El objetivo principal es la obra artística. La orquesta tiene un nivel extraordinario, responden con muchísima rapidez a todas las solicitudes del director”.

Mora destacó el ambiente de trabajo que se ha generado durante la preparación del programa. “Hemos compartido, corregido, ajustado y estamos en ese proceso de preparación”, comentó, convencido de que esa dinámica permitirá llegar con claridad al contenido emocional de cada pieza.

 CORTESÍA
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El estreno de Ana Lara

“Breves sombras”, explicó Mora, plantea un diálogo con Beethoven desde la perspectiva sonora de la modernidad mexicana. Para el director, dirigir esta obra implica una responsabilidad especial debido al reconocimiento internacional de Lara. “Es un honor, un orgullo y por supuesto una enorme responsabilidad tocar una obra de la compositora Ana Lara. Es una de las representantes más importantes de la modernidad mexicana en la composición”.

El vínculo con Beethoven surgió de manera natural para Mora, quien recientemente dirigió la Octava Sinfonía. La coincidencia permitió establecer conexiones afectivas entre ambas obras. “He logrado establecer un vínculo, por lo menos emocionalmente, entre las dos obras, a pesar de la diferencia de su lenguaje y de su diferencia histórica”.

El director subrayó que el público encontrará una experiencia sensorial en esta pieza. “El público se va a encontrar con un viaje sonoro atípico, cuando este tipo de música suena, que es tan sensorial, lo que hay que hacer es no ofrecer resistencia, sino dejarse llevar por los sonidos y que cada escucha pueda crear su propia historia”.

Una revisión a la “Inconclusa”

Luego del estreno de Lara, el programa se adentrará en la “Sinfonía Inconclusa”, obra escrita por Schubert en dos movimientos y estrenada póstumamente en 1865. Mora la define como parte esencial del repertorio universal. “Es una obra absolutamente del abecedario principal de cualquier orquesta del mundo… indispensable”.

Durante los ensayos, la OFJ ha buscado resaltar su dimensión narrativa. “Le estamos tratando de dar un elemento dramatúrgico, queremos contar una historia con esa sinfonía”, comentó el director. Para él, esta pieza adquiere nuevas lecturas cada vez que regresa a escena, aun cuando no se interpreta con tanta frecuencia como dictaría su fama.

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La potencia de Ginastera

El segundo estreno de la noche será “Ollantay”, poema sinfónico compuesto en 1947. Para Mora, se trata de una obra de gran fuerza expresiva. “Es una obra potente, imponente. La orquestación es enorme, el set de percusión también es muy grande y se trata de la mitología precolombina”.

El director explicó que la pieza comparte elementos narrativos con otras obras del repertorio occidental, como el “Egmont” de Beethoven. La figura del héroe trágico, apuntó, se resignifica en esta leyenda inca. “Es un héroe que lucha por una reivindicación, muere, pero en mi opinión se reivindica, renace y queda una luz de esperanza de que el bien va a triunfar”.

Villa-Lobos para el cierre

La velada concluirá con las “Bachianas brasileiras” núm. 2, una obra donde el lenguaje de Villa-Lobos sintetiza el nacionalismo latinoamericano. La pieza destaca por la inclusión del saxofón dentro de la orquesta, algo poco común en el repertorio sinfónico.
“Lo más interesante es la incorporación del saxofón en la orquesta, que no es común”, apuntó Mora, quien recordó que compositores como Ravel o Prokofiev también experimentaron con este instrumento.

Sobre la música del brasileño, el director destacó su capacidad melódica. “Villa-Lobos es un melodista por excelencia. Van a escuchar melodías enormes, largas, interminables y sumamente hermosas”.

La lectura latinoamericana

Para Mora, la presencia de obras de Lara, Ginastera y Villa-Lobos dentro de un mismo programa permite reflexionar sobre la identidad musical del continente. “El aporte de la música latinoamericana en el repertorio universal es enorme por la construcción de las melodías, por el sentimiento, por la apreciación del mundo que nos rodea, que es muy diferente al que se vive en Europa”.

El director subraya que la orquesta nació como un instrumento europeo, pero su llegada a América transformó sus posibilidades. “Esa semilla cae en tierra latinoamericana, imagínese lo que puede salir de nuestra realidad, de nuestros intereses, sufrimientos, tragedias, felicidades. Todo eso se ve reflejado en la música”.

Los boletos están disponibles desde 100 pesos en taquillas y plataformas digitales.

NA

Cortesía de El Informador



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