Pese a descenso en tasas, no se vislumbra recuperación del crédito hipotecario al cierre del 2025

El mercado hipotecario podría cerrar el 2025 con números rojos, ya que si bien la tasa de referencia ha disminuido en los últimos meses —lo que en principio favorecería el costo del financiamiento—, el verdadero problema está en el deterioro del mercado laboral y en la insuficiencia del ingreso de los hogares, coincidieron especialistas durante un foro organizado por la plataforma Tiburones Inmobiliarios.

En el encuentro, se destacó que el crecimiento de los salarios es inferior al aumento del precio de la vivienda, lo que ha generado un desfase que limita la posibilidad de adquirir una casa.

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La debilidad del mercado laboral, aunado a los mayores precios de la vivienda, son justamente los principales factores que están frenando la adquisición hipotecaria”, indicó Marisol Becerra, presidenta de Mujeres Líderes por la Vivienda (Muliv).

De acuerdo con las cifras presentadas por la especialista —con base en el análisis de BBVA Research— a agosto pasado la banca y el Fondo de la Vivienda del Issste (Fovissste) registraron contracciones anuales de 6% y 20%, respectivamente, en la colocación de acciones habitacionales, mientras que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) presentó un crecimiento de 10 por ciento.

“La realidad es que es muy probable que la tendencia cierre el 2025 muy similar a lo que estamos viendo, quizá con una ligera mejora. Aún con el tema de las tasas, el problema de raíz es que no les alcanza o que está habiendo mucho desempleo”, resaltó la presidenta de Muliv.

Becerra destacó el ajuste que enfrenta la banca, que sumó la colocación de 74,402 créditos en los primeros ocho meses del año, luego de varios años en los que mantuvo dinamismo y estabilidad.

Sí ha habido un esfuerzo importante por parte de la banca para mantener la estabilidad en el mercado hipotecario. Y si bien no veíamos crecimientos significativos, la colocación se mantenía estable”, expuso.

Para Tony Hánna, director de Tiburones Inmobiliarios, el reciente descenso en la tasa de referencia —ubicándose en 7.25%— y las promociones que han lanzado los bancos podrían mitigar la magnitud de la caída hacia el cierre del año.

“La tasa está bajando y he visto muchas promociones de los bancos que buscan cerrar el año con mejores números”, comentó Hánna.

Sin embargo, Becerra enfatizó que el obstáculo no está en las tasas, sino en el ingreso. Recordó que el valor de la vivienda incrementó 8.6% anual al tercer trimestre, mientras que los salarios no avanzan al mismo ritmo.

“Hay una debilidad importante en el mercado laboral. Muchas empresas están haciendo recortes porque se han frenado inversiones… Esto implica que menos personas estén en condiciones de comprar una vivienda”, afirmó Becerra.

Ingreso a menor ritmo

La especialista destacó que, si bien el ingreso de la población ha crecido en los últimos años, no ha sido en la misma proporción que el crecimiento del precio de la vivienda en México.

De acuerdo con la especialista, del 2016 al 2024, el ingreso promedio de la población creció 114 puntos, mientras que el precio habitacional se incrementó 198 puntos, es decir una brecha de 77 puntos.

“A pesar del aumento al salario mínimo y la recuperación del ingreso de los hogares, pues no es suficiente para cubrir el costo de la vivienda”, acotó Becerra.

“El gobierno federal ha buscado que se incremente el salario mínimo y creo que es una medida muy acertada. El tema es que la inflación está superando esos aumentos del sueldo”, complementó Hánna.

La presidenta de Muliv destacó que el mayor crecimiento en el precio de la vivienda se ha dado en el segmento económico-social, donde se concentra la mayor parte del déficit habitacional, que suma 8.8 millones de hogares.

“Esto pues es muy simple, es oferta y demanda, porque hay poco producto y cada vez que haya menos productos, esto va a empujar los valores… Anteriormente, hablábamos de que solo subía la vivienda media y residencial, mientras que la social no generaba tanta plusvalía, pues hoy hemos visto que esto se revirtió”, añadió Becerra.

Al respecto, Hánna resaltó que este comportamiento indica que cada vez a la gente de un nivel económico bajo le va a costar más trabajo adquirir una vivienda.

Replantear política

Para los especialistas, el contexto que vive el mercado habitacional obliga a replantear la política pública en materia de vivienda, pues si bien existe un plan para edificar 1 millón 800,000 hogares durante el presente sexenio, dicha cantidad se quedaría corta para cubrir el déficit habitacional.

“Hoy tenemos tan poquita oferta que la demanda está empujando los valores… Mientras no se atienda la falta de producto, la brecha con el ingreso va a seguir creciendo”, indicó Becerra.

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Cortesía de El Economista



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