
La liberación sin cargos de 32 de 40 detenidos y detenidas tras la marcha violenta del sábado en el centro de Guadalajara nos deja una lección y una tarea.
La enseñanza es que la denuncia ciudadana surte efecto. La mediatización de violaciones a derechos humanos es también un ejercicio democrático. Pese a la fragmentación del relato, la desinformación y la dificultad de comprender lo que ocurre en nuestro entorno (el exceso de ruido es otra forma de silencio).
Esta es una buena noticia para 32 personas inocentes que estuvieron cinco días recluidos en Puente Grande. Los costos personales en tiempo, dinero, energía y salud mental, son incuantificables. Pero todos y todas regresaron con sus familias. Entre ellos, Ángel Yael Hernández Andrade, el caso que documenté en este espacio.
Entre los detenidos había también un bolero de la zona, un guardia de seguridad de una tienda departamental, un hombre que acudió a una cita con su pareja, un empleado de origen purépecha de un comercio cercano y un adulto mayor que sólo observaba la refriega.
Todos fueron arrestados, pero la fiscalía no pudo acreditar su participación en los hechos violentos porque la policía estatal los detuvo sin pruebas. No hubo flagrancia, videos o testimonios. Ni siquiera formaban parte de la manifestación. Sólo pasaban por ahí.
Cuando las detenciones arbitrarias en las protestas del de 2020 por el caso Giovanni López, el entonces gobernador Enrique Alfaro anunció una gran reforma policial para evitar que esos hechos se repitieran.
Margarita Sierra, secretaria de Planeación y Participación Ciudadana, fue la encargada de realizar los foros y mesas.
A los trabajos se sumó un supuesto colectivo de víctimas de esas detenciones denominado #Somos456. Incluso grabaron un anuncio propagandístico al lado del mandatario en el Palacio de Gobierno. Se gastó dinero, recursos, tiempo.
Los hechos violentos del 15 de noviembre y la detención arbitraria de 32 personas le dejan una tarea al gobierno estatal: investigar las responsabilidades operativas y políticas del dispositivo policial ante el “bloque negro” y tomar medidas para que, ahora sí, no se vuelva a repetir.
Ante la crispación social que vivimos, les garantizo que volveremos a tener marchas violentas y la presencia de agitadores profesionales.
Cortesía de El Informador
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