
La Arena Guadalajara dejó de ser arena por una noche. Bajo un domo iluminado por neones verdes, morados y rosas, el recinto se convirtió en un enorme antro noventero donde el 90’s Pop Tour revivió una época que muchos creían guardada solo en la memoria. El concepto “El Antro”, que retoma la esencia de más de una década de giras, llegó a la ciudad con un formato inmersivo que ofreció una experiencia construida para sentirse dentro de un club nocturno de 1995.
La velada comenzó antes de que el elenco principal apareciera. Pasadas las nueve, las DJ Le Twins tomaron la cabina al centro del escenario y, entre beats acelerados, soltaron mezclas de Backstreet Boys, Robbie Williams y otros éxitos que fueron preparando a los asistentes. En la pista cercana al escenario, la gente ya bailaba y lucía atuendos con lentejuelas, pelucas fluorescentes y chamarras brillantes; en contraste, las gradas preferían la charla y observaban con calma la apertura musical. El set, que se prolongó casi una hora, terminó provocando algunas rechiflas de sectores impacientes que todavía buscaban sus asientos y esperaban al elenco principal. Aun así, el propósito del calentamiento estaba cumplido: el antro ya estaba encendido.
Apenas las DJs abandonaron el escenario, la pantalla central inició una animación que simbolizaba una máquina del tiempo regresando del 2025 al año 1990. El conteo visual funcionó como un disparo de salida. A las 22:00 horas, todo el elenco salió al escenario para abrir el concierto con una nueva versión de “Tus Besos”, el clásico de OV7, que marcó el primer gran coro colectivo de la noche.
Después llegó un giro energético con “Suena Tremendo”, mezclada con “I Gotta Feeling” e interpretada por Magneto y Kabah, que levantó a los asistentes que aún permanecían sentados. La dinámica de mashups, característica del concepto, se volvió parte natural del recorrido musical. JNS tomó turno con una combinación que encendió la estética del show: “Entre Azul y Buenas Noches” fusionada con “I’m Too Sexy”, mientras la audiencia respondía con gritos y la energía de quienes regresaban a su adolescencia por unos minutos.
La nostalgia se intensificó con “No es obsesión”, uno de los emblemas de OV7, interpretado esta vez por Ari, M’balia y Érika, acompañados por The Sacados y Mercurio. El público respondió de inmediato, poniéndose de pie y coreando cada verso mientras las luces oscilaban en tonos fucsia y azul. The Sacados aprovecharon la atención para repasar parte de su repertorio con “Sabes mi número”, un tema que conectó sobre todo con quienes vivieron de lleno el auge de los noventa.
Mercurio continuó la secuencia con “Vuelo”, y el ambiente tomó un giro inesperado con la aparición de Erik Rubín. Rompiendo la estética coordinada del resto del elenco, el cantante apareció con sombrero blanco con su tema “Cuando mueres por alguien”.
La historia noventera siguió su curso con guiños al origen del reguetón a cargo de Caló, mientras que “Vuela más alto” de OV7 y “Cuarenta grados” de Magneto reforzaron el viaje temporal acompañados de visuales que simulaban videojuegos sobre motocicletas. Más adelante, Rubín regresó con “Dame amor”, seguido por el turno de Kabah, que compartió su clásico “Vive” al lado de JNS, una colaboración que mantuvo arriba los ánimos del recinto.
Aunque su presencia estaba anunciada en el cartel, la agrupación SBS no formó parte del show, una ausencia que no pasó desapercibida entre algunos asistentes.
CT
Cortesía de El Informador
Dejanos un comentario: