La economía va mal, el gobierno tiene que reconocerlo

El viernes pasado, el Inegi dio a conocer su primera estimación sobre el desempeño de la economía mexicana durante el tercer trimestre de este año. Si bien es cierto que más de uno había advertido desde hace meses que la economía mexicana se encuentra en una trayectoria de franco debilitamiento, para muchos, y seguramente especialmente para el gobierno, fue sorpresivo que el comunicado mostrara que para el período entre julio y septiembre se registró un retroceso, medido contre el mismo período de 2024, de 0.2 por ciento. Es una caída realmente menor, pero no puede pasarse por alto que es la primera caída desde el cierre del primer trimestre de 2021, cuando la actividad económica de México y una buena cantidad de países sufrían aun los coletazos del choque producido por la pandemia del Covid.

Para poner en contexto lo reportado por Inegi, es la primera caída del PIB trimestral después de 17 trimestres consecutivos con desempeño positivo. De por sí, con los datos sobre diversos indicadores sectoriales que previamente se habían conocido, ya se pensaba que era prácticamente imposible que la economía mostrara una tasa de crecimiento anual, para el período enero – diciembre, de 1.0%, como insiste la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), o insistía hasta hace muy poco, pues con el dato del viernes pasado, es más que imposible. De hecho, todo apunta a que la tasa de crecimiento para todo el 2025 se ubique entre 0.3% y 0.5%, en el mejor de los casos. De hecho, para lograr cerrar el año con un crecimiento de 0.5%, la economía tendría que crecer durante el período octubre – diciembre a una tasa de 1.6% en comparación con cuarto trimestre de 2024.

Sin embargo, por otro indicador muy preliminar, el Indicador Oportuno de la Actividad Económica que Inegi dio a conocer justo un día antes, el 20 de noviembre, sabemos que es altamente probable que durante octubre la economía no se haya movido, es decir, que su tasa de crecimiento respecto al mes previo, o sea septiembre, como respecto a septiembre del año pasado, fue de cero por ciento. Así que no esperen milagros en SHCP, ni en Palacio Nacional.

Lo anterior lo menciono porque el mismo viernes 21 de noviembre cuando se dio a conocer el desempeño de la economía mexicana, la presidenta Sheinbaum subestimó el dato cuestionando su validez como indicador del rumbo que lleva el país. Entre otras expresiones, esbozó las siguientes: “¿Quién mide que 13.5 millones de mexicanos salieron de la pobreza? Porque la teoría neoliberal decía: «Solamente si crece la economía, disminuye la pobreza»”, “¿cómo mide el PIB si hay más número de personas con educación superior, o con preparatoria, o que saben leer y escribir?”.

Luego agregó: “entonces, la economía de México, pues sí, no tuvimos tanto crecimiento este año por muchas razones, no tiene que ver, como dicen luego nuestros adversarios políticos «que es por la reforma al Poder Judicial»”, no. Tiene que ver con cómo ha crecido la economía de Estados Unidos, la situación de aranceles internacionales, no solamente con México. Tiene que ver con la caída de la demanda en Estados Unidos…”.

Lo anterior amerita, desde luego, algunas reflexiones. La primera, alguien no le está explicando bien a la presidenta cuáles son los factores que han ayudado a que la economía mexicana no caiga más, el de mayor relevancia de ellos es justamente el hecho de que durante 2025 hemos podido exportar aún más que en años anteriores, a pesar de las amenazas de Trump, así que no, no tiene que ver con la caída de la demanda en Estados Unidos, porque de aquel lado siguen comprando mucho a México.

Es la incertidumbre que han generado las políticas económicas del gobierno de su antecesor, López Obrador y las de su mismo gobierno, sin duda. Por ejemplo, por más que se presumen anuncios de intenciones de cuantiosos montos de inversión extranjera, la realidad estadística nos muestra que al cierre del primer semestre de 2025, la inversión total en México, pública y privada, había sufrido una drástica caída de 6.2% respecto al último trimestre de la gestión de López Obrador. El empleo también muestra datos negativos, por más que se presuman supuestos récords.

*El autor es economista.

Te puede interesar

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: