
La adaptación libre de “Crimen y Castigo” de Fiódor Dostoyevski, titulada “Escurrimiento y Anticoagulantes” y firmada por David Gaitán, regresa a cartelera con el impulso del ingreso de Luis Velázquez al papel de Raskólnikov. La obra, dirigida por Daniel Constantini y producida por Teatro Nómada, retoma la premisa del joven estudiante que pretende cambiar el mundo con una idea radical: dividir a la humanidad entre seres ordinarios y extraordinarios.
En esta versión, Raskólnikov sostiene una tesis que lo obsesiona. De acuerdo con el personaje, “las ordinarias es el grupo de personas que está destinado a la reproducción de la especie únicamente, mientras que las extraordinarias son las dueñas del futuro, aquellas que tienen el permiso de hacer a un lado cualquier obstáculo que impida el crecimiento o la mejora de la humanidad”. Bajo esa lógica decide asesinar a una usurera, apropiarse de su dinero y entregarlo a quien lo necesita; sin embargo, el crimen abre un proceso interno que lo llevará a buscar el castigo como una forma de liberación.
La temporada reúne a un elenco integrado por Luis Velázquez, Karla Constantini, Coralia Manterola, Paloma Domínguez, José Jaime Argote y José Alberto Sigala. Las funciones tendrán lugar en el Teatro Jaime Torres Bodet los viernes 28 de noviembre y 5 de diciembre, a las 19:00 horas; los sábados 29 de noviembre y 6 de diciembre, a la misma hora, y los domingos 30 de noviembre y 7 de diciembre, a las 18:00 horas.
Una obra que madura con el tiempo
Fernando Sakanassi, productor del montaje, explica que la permanencia de la obra responde a la vigencia de los conflictos que plantea. En entrevista con EL INFORMADOR, recuerda que “Escurrimiento y Anticoagulantes” acaba de cumplir diez años en cartelera, periodo en el que se ha presentado tanto en Ciudad de México como en Guadalajara. “Estamos muy felices porque es una obra que tenemos muy guardadita en el corazón; afortunadamente siempre nos va bien. El mayo pasado cumplimos 10 años en cartelera de manera ininterrumpida, ahora estrenamos Raskólnikov en este segundo aire de la obra y además en un renovado Teatro Jaime Torres Bodet”, señala.
Durante este tiempo el elenco ha cambiado por distintas circunstancias, y esos relevos han modificado el tono y la energía del montaje. Sakanassi afirma que la obra ha crecido con cada etapa y que su pertinencia no se agota. “Es una obra que no pasa de moda. Nos damos cuenta de que los dilemas éticos que presenta la dramaturgia son siempre vigentes, porque habla de las injusticias y de cuando queremos tomar justicia por propia mano”, dice.
A este proceso se han sumado cerca de diez actores en un elenco que en escena mantiene a seis intérpretes. Salvo Karla Constantini y Coralia Manterola -quienes han participado en todas las temporadas- el resto ha cambiado. “Hemos sido diez actores durante estos años: Mauricio Cedeño, yo mismo y ahora Luis Velázquez en el personaje principal”, explica.
Entre escena y producción
Aunque Sakanassi ha sido parte del elenco, esta temporada continúa únicamente como productor debido a su participación en la Compañía Nacional de Teatro. Sin embargo, mantiene un vínculo artístico con el montaje. “A mí me encanta dar funciones de esta obra. Desafortunadamente en esta temporada y desde hace un par de años no puedo, pero sigo produciéndola, y eso es lo bonito de una obra que tiene algo que decir”.
Para él, mantenerse tras bambalinas no significa alejarse; por el contrario, implica sostener un proyecto que considera necesario. “Si fueran de esas obras que tú solo las quieres actuar para lucirte o deslucirte, basta con pasar cuando ya no puedes. Pero veo que es una obra tan importante que uno busca quién pueda dar las funciones”.
También disfruta ver en escena a sus compañeros. Sobre Luis Velázquez, recién integrado como protagonista, comenta. “Tengo 20 años conociéndolo. Desde que lo conocí siempre fue un actor muy capaz, muy generoso. Apenas llevamos un par de años coincidiendo teatralmente y ahora que se suma al proyecto le da una frescura diferente”.
Proyectos en puerta
Para Sakanassi, el cierre de año estará marcado por varias producciones simultáneas. Teatro Nómada trabaja actualmente en “Las tres hermanas” de Antón Chéjov, para la cual realizaron una nueva traducción y un proceso de adaptación situado en los Altos de Jalisco. La obra, que cumple 125 años, tendrá funciones de work in progress del 9 al 12 de enero en el Foro de Arte y Cultura. “Es un elenco poderoso, son 11 actores y tengo la fortuna de dirigir este elenco”, comenta.
También prepara una nueva temporada de “Juana Inés: Paráfrasis de sí misma”, que celebrará ocho años en cartelera con presentaciones en febrero y marzo en el Foro de Arte y Cultura. A ello se suma “La gota y el mar”, proyecto de Debutantes Teatro que se presenta en el Teatro Alarife con dirección de Kärlek Ramos.
En paralelo, Sakanassi mantiene una intensa agenda en Ciudad de México con la Compañía Nacional de Teatro, donde participa en una temporada de 50 funciones de “La Cumbia del Pantano”, dirigida por Aurora Cano y protagonizada por Daniel Giménez Cacho y Julieta Egurrola. “Ayer di función en tres teatros diferentes, no sé cómo le hice, pero así le hice”, comenta.
Aunque por ahora no prevé regresar a Guadalajara como actor, sí continuará involucrado en la producción y dirección. “Estoy convencido de que seguir haciendo teatro en mi ciudad es importante. Si me toca producir, diseñar, dirigir o solo apoyar, eso también me motiva. Ya volveré en algún momento a actuar allá”.
CT
Cortesía de El Informador
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