El nuevo liderazgo: ¿Cómo dirigir sin controlar y lograr mejores resultados?

Ser un jefe es diferente a ser un líder, porque este último inspira, es confiable y ayuda a los demás a lograr sus objetivos. Por eso, el nuevo liderazgo se enfoca más en las habilidades blandas y tiene un enfoque más humano. 

Ante esto, la confianza se ha vuelto clave para que los jefes puedan tener una buena relación laboral con sus equipos. En México, el 64% de los trabajadores confía mayormente en que sus superiores se interesan en su desarrollo profesional, de acuerdo con el Barómetro de Talento, realizado por ManPowerGroup.

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Sin embargo, poner en marcha el nuevo liderazgo, es un reto dentro de las organizaciones que mantienen una cultura laboral influenciada por métodos jerárquicos y de control.

A veces somos muy cuadrados en las empresas y requerimos dar un salto diferente. Necesitamos que alguien nos dé ese salto de confianza en el momento”, argumenta Nefris Ventura, CEO de la firma Más Humanos.

¿Cómo ha cambiado el liderazgo?

Anteriormente se creía que el mejor jefe era aquel que daba buenos resultados, sin importar cómo se conseguía, lo que implicaba prácticas que al día de hoy pueden ser señales de un liderazgo controlador. 

“Antes, el liderazgo era basado en la supervisión, no tenías una visibilidad real de qué pasaba con tu equipo y no había autonomía”, relata Susana Meana, mentora en desarrollo de habilidades blandas con apoyo de Inteligencia Artificial (IA).

En la actualidad, la forma de liderar también involucra el uso de la tecnología, como la IA, ya que el nuevo papel de los jefes ya no es la supervisión excesiva, sino estar involucrado en el crecimiento profesional y buscar la innovación.

Cabe mencionar que un factor que impacta más entre los trabajadores al recomendar la empresa en la que laboran es la innovación, de acuerdo con el 83% que elige esta palabra para describir su cultura organizacional, de acuerdo con un estudio de Ipsos.

“Queremos encontrar a ese líder que tenga conexión con la función, pero que también abra ese camino para que las personas se redescubran. Lo curioso es que tenemos una dualidad en la que queremos ser guiados, pero sin ser manipulados”, menciona Nefris Ventura.

5 habilidades indispensables para los jefes

Los jefes que buscan marcar la diferencia son aquellos que innovan y exploran nuevas habilidades. Por ello, te presentamos cinco habilidades que puedes desarrollar: 

1. Generar confianza: En caso de que el ambiente laboral sea hostil o esté acostumbrado a no confiar en los jefes, se puede generar confianza mostrando interacciones y comunicación sincera.

“Si tu hablas con la verdad y continuas haciéndolo, vas viendo resultados. Tienes que ser congruente con cada paso”, aconseja Susana Meana.

2. Escuchar activamente: Los líderes que escuchan activamente son aquellos que interpretan y comprenden lo que expresa cada integrante de su equipo. En algunos casos, ven esto como una oportunidad para aconsejar.

“Para mí es la escucha activa es cuando sentimos que el líder se tomó el tiempo para ayudar a interpretar lo que mi cabeza tenía en ese momento. No es experto, pero me orientó y además, comprendió lo que yo necesitaba”, explica Nefris Ventura.

3. Mejorar la comunicación: Hablar con autenticidad, respeto y con claridad, impacta positivamente hacia el equipo. También es reiterar que en caso de dudas, siempre habrá una explicación clara.

Esta habilidad va de la mano con la confianza, debido a que mientras haya un canal de comunicación, mejorará el ambiente laboral y la productividad.

4. Tener empatía: Cuando se trabaja de forma remota y todo es virtual, las habilidades blandas como la empatía ayudan a que el liderazgo sea cercano y más humano.

Susana comenta que la empatía juega un papel importante para saber cómo se sienten los colaboradores, sobre todo si se usa la IA dentro en la gestión.

5. Delegar tareas: Las personas requieren más libertad para probar nuevas cosas, equivocarse y aprender de ello. Ante esta necesidad, delegar se ha vuelto un factor importante dentro del liderazgo.

Pero, delegar implica también estar presente en caso de que los colaboradores necesiten ayuda. “Siempre hay que dar dirección, pero también darse esa autonomía”, recomienda Nefris Ventura.

Cortesía de El Economista



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