“Nunca me darían el papel”: cómo Shirley Henderson se convirtió en “Myrtle la Llorona” de Harry Potter a los 37 años

Cuando Shirley Henderson apareció vez en los baños de chicas del segundo piso de Hogwarts en Harry Potter y la Cámara Secreta”, nadie imaginó que detrás de los anteojos redondos y el uniforme escolar de “Myrtle la Llorona” había una mujer de 37 años.

La actriz escocesa logró lo aparentemente imposible: convencer a todo el mundo de que era una adolescente fantasma atrapada eternamente en su muerte a los 14 años. Ahora, más de dos décadas después del estreno de aquella película en 2002, Henderson decidió romper el silencio y revelar cómo consiguió uno de los papeles más peculiares de toda la franquicia.

La confesión llegó durante una entrevista con The Independent donde la actriz admitió que ocultó deliberadamente su edad real durante el proceso de casting, consciente de que la diferencia entre ella y el personaje que buscaban era, en sus propias palabras, completamente ridícula. Sin embargo, esa “locura” terminó convirtiéndose en una de las decisiones de casting más acertadas de la saga, dotando a “Myrtle la Llorona” de una profundidad emocional y una presencia inolvidable que trascendió las páginas de J.K. Rowling.

“Esto es absolutamente absurdo”

El momento de la audición permanece grabado en la memoria de Henderson como algo surreal. La actriz escocesa, que ya contaba con una carrera establecida en teatro y cine británico, se encontró frente a los directores de casting enfrentando una situación que ella misma consideraba imposible. “Recuerdo pensar: ‘Esto es ridículo, nunca me van a dar este papel'”, confesó la intérprete al recordar aquel día crucial.

Para el momento de su audición como Myrtle, Shirley Henderson tenía 37 años. Foto: Warner Bros. Pictures

Lo que Henderson no reveló durante ese proceso fue un detalle fundamental: en el momento de la audición, ella tenía 37 años, más del doble de la edad del personaje que estaba intentando interpretar. La estrategia de la actriz fue simple pero arriesgada: dejó que su actuación hablara por sí misma, sin mencionar voluntariamente un número que podría haberla descalificado inmediatamente.

Henderson explicó que se enfocó en capturar la esencia emocional de Myrtle, una niña eternamente atrapada en el peor momento de su vida, llena de resentimiento, soledad y un anhelo desesperado de atención. Esa comprensión profunda del personaje, más que cualquier consideración física, fue lo que finalmente convenció a los realizadores de que -finalmente- habían encontrado a su Myrtle.

El desafío de interpretar a una adolescente eterna

Una vez conseguido el papel, Henderson enfrentó el verdadero reto: dar vida convincente a una fantasma de 14 años mientras navegaba las complejidades físicas y vocales que esto implicaba. La actriz trabajó meticulosamente en cada aspecto de su interpretación, desde la postura corporal hasta la modulación de su voz, para crear una ilusión creíble de juventud eterna.

La primera aparición de Myrtle Warren (Shirley Henderson) en La primera aparición de Myrtle Warren (Shirley Henderson) en “Harry Potter y la Cámara Secreta”. Foto: Warner Bros. Pictures

La preparación incluyó estudiar los gestos y manierismos de adolescentes reales, pero Henderson también aportó algo único: la madurez interpretativa de una actriz experimentada que podía comprender las capas emocionales más profundas de un personaje aparentemente simple. Myrtle, más allá de ser una fantasma llorona, era una tragedia andante, una víctima de bullying cuya muerte prematura la condenó a revivir eternamente su dolor.

El maquillaje y los efectos visuales ayudaron, pero fue la interpretación de Henderson lo que realmente vendió la ilusión. Su Myrtle era simultáneamente irritante y conmovedora, cómica y trágica, exactamente como Rowling la había imaginado en los libros.

Un secreto bien guardado en el set de Hogwarts

Durante el rodaje de “La Cámara Secreta” y posteriormente “El Cáliz de Fuego”, Henderson trabajó junto a actores que eran genuinamente adolescentes, incluyendo a Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson. La diferencia de edad creaba situaciones curiosas en el set, aunque la profesionalidad de todos mantenía la magia intacta frente a las cámaras.

La actriz recordó que el equipo de producción era plenamente consciente de su edad, pero confiaban en su habilidad para hacer desaparecer esos años cada vez que las cámaras empezaban a rodar. Chris Columbus, director de las dos primeras películas, apostó por el talento sobre la demografía, una decisión acertada que llevó a las audiencias de todo el abrazar a Myrtle como uno de los personajes secundarios más memorables de la saga.

El personaje apareció en momentos clave de la trama, desde revelar información crucial sobre la Cámara de los Secretos hasta su aparición en el baño de prefectos durante el Torneo de los Tres Magos. Cada escena demostraba que Henderson no solo había sido capaz de interpretar a Myrtle; se había convertido en ella.

El legado de “Myrtle la Llorona” en Harry Potter

Mirando hacia atrás, Henderson expresó gratitud por haber sido parte del fenómeno cultural que representó Harry Potter, reconociendo que Myrtle Warren se convirtió en uno de los roles más reconocidos de su carrera. La actriz escocesa continuó trabajando en teatro, cine y televisión, pero para millones de fans alrededor del mundo, ella siempre será la fantasma de los baños de chicas que lloraba en el cubículo de Hogwarts.

Henderson reflexionó que la experiencia le enseñó a nunca subestimar las posibilidades, y que incluso las audiciones que parecen “ridículas” pueden convertirse en los momentos definitorios de una carrera. Para los millones de fans que crecieron con las películas de Harry Potter, es imposible imaginar a otra actriz flotando en esos baños embrujados, llorando por su destino trágico y ocasionalmente ayudando a un joven mago con anteojos en sus aventuras.

Shirley Henderson, la icónica actriz que dio vida al fantasma de Myrtle Warren. Foto: IndependentShirley Henderson, la icónica actriz que dio vida al fantasma de Myrtle Warren. Foto: Independent

Al final, Shirley Henderson no solo interpretó a “Myrtle la Llorona”: se convirtió en prueba viviente de que la magia más poderosa en el cine no viene de varitas ni hechizos, sino del talento puro de un actor capaz de hacer creer lo imposible.

Cortesía de Clarín



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