
Entre julio y septiembre se registró la entrada de 6,220 millones de dólares de inversión de cartera, según información contenida en la Balanza de Pagos que divulga el Banco de México.
Este flujo positivo interrumpió la desinversión de activos mexicanos que se mantuvo durante cinco trimestres –desde el primero del 2024–, pero resulta insuficiente para compensar la liquidación observada en ese lapso, que ascendió a 8,628 millones de dólares.
En el detalle de la información se puede ver que este saldo de la inversión de cartera resulta de una salida de 6,100 millones de dólares del mercado de renta variable y una importante entrada de 12,300 millones en renta fija.
De acuerdo con la directora de análisis económico, cambiario y bursátil de grupo financiero Monex, Janneth Quiroz “estos datos oficiales, son tan solo una parte” de los componentes que explican el apetito de los inversionistas por los instrumentos mexicanos.
Se apoyó en los resultados de la encuesta trienal del Banco de Pagos Internacionales (BIS) a los bancos centrales donde evidenció que 82% de las operaciones con cruce contra el peso mexicano se llevan a cabo fuera del territorio nacional, una proporción similar a la que se reportó en la encuesta del 2022.
Esto impide tener una información completa acerca del ánimo de los inversionistas globales sobre los instrumentos mexicanos, subrayó.
“Tenemos solo un lado de la moneda, porque la gran mayoría de las operaciones en pesos no pasan en México y por tanto no se pueden contabilizar por Banxico”. Entonces, consideró que el tipo de cambio es el que nos puede dar un mayor indicio sobre este ánimo de los inversionistas sobre México, pues se mueve en función de la oferta y demanda.
Al tener exportaciones que crecen, pero otros datos que han caído como las remesas, nos está hablando que hay otras variables que explican la fortaleza relativa del tipo de cambio, refirió.
“Lo que a mí me hace pensar es que se sigue materializando el carry trade en una mayor demanda o apetito por instrumentos de México, y que es lo que nos hace ver estos niveles del tipo de cambio a pesar de toda la incertidumbre que hay y del deterioro de la actividad económica local”, subrayó.
Desde Washington, el economista senior del IIF, Jonathan Fortun, explicó que los inversionistas no solo evalúan la localización de capital en función del rendimiento. También toman en cuenta el riesgo país, es decir la institucionalidad del mercado; las dinámicas inflacionarias; y hasta el pass through de los aranceles hacia los países se está tomando en cuenta.
Sobre la reducción del diferencial de las tasas, es decir el rendimiento, explicó que todavía hace dos años habría tenido una mayor relevancia. “Seguramente hace dos años representaba 90% de la externalidad de la dinámica de los flujos de capital. Pero últimamente esto ha cambiado, ya que los inversionistas evalúan su decisión de inversión en función de características propias de los mercados”, señaló.
Cortesía de El Economista
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