
Guadalajara se prepara para una noche que huele a nostalgia y a futuro. La Arena retumbará con los metales, los falsetes imposibles y los ritmos que han acompañado bodas, fiestas familiares, verbenas de barrio y noches de descubrimiento desde hace casi cinco décadas. Earth, Wind & Fire regresa a México, el próximo 1 de diciembre a la Arena Guadalajara, un ritual sonoro que ha sobrevivido a décadas de cambios, modas y algoritmos.
Earth, Wind & Fire representa una institución cultural del siglo XX, un puente entre generaciones que han bailado, llorado o encontrado identidad en sus arreglos exuberantes de funk, soul, R&B y pop.
Pocas bandas pueden presumir una biografía tan desbordada: más de 100 millones de discos vendidos, 23 álbumes, ocho números uno, nueve premios Grammy, un lugar permanente en el Salón de la Fama del Rock and Roll y, más recientemente, los Kennedy Center Honors, ese reconocimiento reservado para quienes han modelado la cultura estadounidense desde sus cimientos.
Philip Bailey, uno de sus vocalistas -y una leyenda viva- entiende que su música dejó suya hace mucho tiempo. No obstante, el entusiasmo sigue siendo como el de las primeras veces. “Siempre estamos emocionados de venir a México”, dice el emblemático cantante en entrevista con EL INFORMADOR.
“Los fans de Guadalajara son fantásticos: energéticos, apasionados, cantan y bailan con nosotros desde el primer momento. Siempre esperamos con gusto venir a México porque es un lugar muy cálido. La gente realmente nos inspira: el ritmo, la belleza, la cultura, la comida, los fans. Para nosotros siempre es como una pequeña vacación. La pasamos muy bien”.
Para Bailey, subir al escenario nunca se volvió rutina. Estar frente a miles, presenciar en carne propia los cánticos masivos entonando las mismas canciones, jamás deja de ser algo que los llena de entusiasmo, sin importar los años ni las décadas. “Se siente increíble. Todavía es muy emocionante para nosotros cantar nuestras canciones. Nuestros éxitos han generado tantos buenos recuerdos para nuestros fans durante todos estos años y décadas”, comparte Philip.
“Y nos encanta verlos cantar cada canción y disfrutar la interacción entre ellos mientras nosotros hacemos lo nuestro junto con ellos. Es hermoso”.
Philip Bailey sabe bien que en un concierto de Earth, Wind & Fire no solo se canta: también se reconcilian generaciones enteras que heredaron una misma banda sonora. Lo dice con la certeza de quien observa, desde arriba del escenario, cómo la música se vuelve un puente: padres e hijos tarareando al unísono, desconocidos abrazándose en el coro de “Fantasy”, parejas que encuentran en “Reasons” un eco íntimo, la euforia en miles de voces que esperan “September”.
“La música siempre está evolucionando, y es interesante que la música de Earth, Wind & Fire sea parte de la cultura de nuestra sociedad. Así que siempre somos muy conscientes de que nuestra música forma parte de esa cultura. Hemos tenido altibajos a lo largo de toda nuestra carrera, pero la perseverancia es algo que, creo, ha sido un legado constante para nosotros. Perseverar a través de todo, tener fe y seguir adelante”, señala Philip.
Aunque la maquinaria escénica de Earth, Wind & Fire luce casi automática, Bailey insiste en que nada es casualidad. Mantenerse vigente en una industria que devora modas podría parecer milagro. Pero el grupo no se aferra al pasado: lo honra. Ese espíritu -la alegría como forma de resistencia, la unidad como estética- es parte de lo que mantiene viva a la banda incluso entre quienes no habían nacido cuando lanzaron sus mayores clásicos. A pesar de los años, Bailey sigue en movimiento.
“Estoy sentado frente a mi piano ahora mismo”, dice el cantante, sonriendo. “La música es algo infinitamente hermoso. Siempre estoy estudiando, explorando y descubriendo. La música siempre ha sido como un flautista de Hamelín para mí. Siempre he seguido sus sonidos y su belleza, y hasta ahora me ha llevado a lugares muy buenos. Crecí escuchando todo tipo de música, pero particularmente el jazz fue probablemente mi primer amor. Grandes músicos de jazz como Miles Davis y Coltrane, esa era fue muy inspiradora para mí. También la música clásica, el góspel, muchas grandes vocalistas femeninas, y la era de Motown. Ha sido realmente hermoso estar influenciado por todo eso”.
“Creo que siempre tratamos de incluir muchos géneros distintos en nuestra música: desde lo latino, el góspel, el jazz, el pop. Hay un poco de todo en la música de Earth, Wind & Fire, algo para todos. Esa es una de las cosas más hermosas de nuestro catálogo: hay algo para cada persona”, finaliza.
Una banda que continúa creciendo
Hoy, tres miembros originales siguen al frente: Bailey, Ralph Johnson y Verdine White. A su lado, un ensamble de músicos que llevan más de veinte años tocando juntos. “Conocemos muy bien nuestras dinámicas. Cuando vienes a un concierto, recibes Earth, Wind & Fire puro, sin adulterar”. Antes de cada presentación, se reúnen en un ritual silencioso: unir espíritus, concentrarse, pedir energía para entregar todo en el escenario. A pesar del espectáculo, la esencia sigue siendo espiritual.
Mientras muchos artistas de su época quedaron como reliquias estáticas, Earth, Wind & Fire sigue siendo un cuerpo en movimiento. Parte de su secreto radica en que nunca se han limitado a interpretar canciones; han construido un universo espiritual y festivo, un espacio donde confluyen la herencia afroamericana, la sofisticación musical y la alegría como forma de resistencia cultural.
Quienes asistan a su presentación en Guadalajara no sólo escucharán hits históricos: entrarán en contacto con una forma de entender la música como una celebración de la vida, un recordatorio de que, aunque los tiempos cambien, hay ritmos que permanecen sagrados.
“A todos nuestros maravillosos fans en Guadalajara: siempre disfrutamos ir y presentarnos para ustedes. Por favor acompáñennos en nuestro concierto. Vengan a bailar, cantar y pasar un gran momento. Esperamos verlos”, invita Philip Baley.
Siente la música
Earth, Wind & Fire se presentará el próximo 1 de diciembre, en la Arena Guadalajara, a las 21:00 horas. Boletos desde $628 pesos en taquillas o en superboletos.com.
CT
Cortesía de El Informador
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