La visita del Manchester City a St. James Park dejó una imagen de Pep Guardiola como pocas veces se ha visto antes: fuera de sí, el técnico del conjunto citizen se encaró con un cámara, al que llegó incluso a retirarle los cascos de la cabeza para decirle algo, por grabarle mientras discutía con Bruno Guimaraes, capitán del Newcastle. Un comportamiento por el que ha pedido perdón este lunes.
“Pido disculpas. Me siento avergonzado y abochornado cuando lo veo. Me disculpé con el cámara después de un segundo”, ha asegurado el entrenador catalán en la rueda de prensa previa al duelo ante el Bayer Leverkusen, de la sexta jornada de la fase liga de la Champions League.
El incidente tuvo lugar tras el pitido final del encuentro de Premier League, cuando Guardiola entró en el campo visiblemente enfadado y se produjo una pequeña trifulca entre los jugadores del City y Guardiola con Joelinton. Una vez se llevaron al brasileño de la escena, el técnico, que también se dirigió a los árbitros del partido, se enzarzó en una discusión con Guimaraes.
Fue entonces cuando, al ver al cámara captando su reacción tras la derrota, el ex del Barça se aproximó al cámara, la apartó con la mano y retiró los cascos de la cabeza del operador para decirle algo al oído antes de abandonar el campo.
“Soy quien soy, incluso después de 1.000 partidos no soy una persona perfecta. Cometí un gran error. Lo que es seguro es que defiendo a mi equipo y a mi club”, ha añadido el técnico sobre el incidente, en velada referencia a la polémica del partido.
Y es que el de Santpedor no estuvo de acuerdo con la decisión de los colegiados de conceder el tanto del 2-1 que dio la victoria al Newcastle, al entender que había habido una falta sobre Gianluigi Donnarumma, aunque esa no fue la única jugada controvertida, con dos posibles penaltis sobre Phoden y Gvardiol que ni el árbitro ni el VAR pitaron.
Cortesía de 20 Minutos
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