
1. Jugo de guayaba, mandarina y jengibre
Por qué funciona:
La guayaba es una de las frutas con mayor densidad de vitamina C; la mandarina proporciona antioxidantes y betacarotenos; el jengibre incorpora gingeroles, compuestos antiinflamatorios con evidencia científica.
Cómo hacerlo:
Licuar 3 guayabas (con cáscara), el jugo de 4 mandarinas, 1 cucharadita de jengibre fresco rallado y agua al gusto. Servir sin colar.
2. Toronja, piña y miel de abeja
Por qué funciona:
La toronja aporta antioxidantes; la piña contiene bromelina, una enzima que ayuda a reducir inflamación y congestión; la miel tiene propiedades antimicrobianas y suaviza la garganta.
Cómo hacerlo:
Mezclar el jugo de 1 toronja rosa, 1 taza de piña en cubos y 1 cucharadita de miel. Licuar y servir frío o a temperatura ambiente.
3. Tejocote, manzana y canela (versión tibia)
Por qué funciona:
El tejocote, símbolo del invierno mexicano, es rico en pectina y polifenoles; la manzana aporta fibra y antioxidantes; la canela tiene actividad antimicrobiana y ayuda a generar calor corporal.
Cómo hacerlo:
Hervir suavemente 2 tejocotes y 1 manzana en trozos con un pedazo de canela. Licuar tibio para obtener un jugo reconfortante.
Cortesía de El Economista
Dejanos un comentario: