¿Dónde comer en diciembre? Fónico y su menú que abraza a México desde la memoria y la elegancia

En la Roma Norte, Fónico presentó una degustación diseñada para volver a los sabores que forman la memoria gastronómica de México, justo en una temporada donde la nostalgia y la celebración se entrelazan de forma natural. 

Pensado especialmente para este cierre de año, el menú estará disponible durante toda la temporada decembrina, convirtiéndose en una alternativa ideal para cenas especiales, reuniones íntimas, encuentros de empresa o celebraciones para despedir el año con una mesa cálida, elegante y profundamente mexicana.

La experiencia estuvo guiada por Billy Maldonado, chef ejecutivo del restaurante, quien construyó un recorrido íntimo que dialogó con tradición y contemporaneidad. Y un elemento clave de esta presentación fue la participación de Champagne Taittinger, la maison francesa que será la champagne oficial del Mundial 2026, y que elevó cada tiempo con un maridaje delicado y preciso. La unión entre cocina mexicana y burbuja francesa se convirtió en uno de los rasgos más distintivos de este menú creado para celebrarse sin prisa y con intención.

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La memoria reinterpretada: sabores de fonda desde otra mirada

La degustación inició con una tostada de mole almendrado con hamachi en bruja y chicharrón de kale, un bocado que estableció de inmediato la intención del menú: respetar el origen y al mismo tiempo elevarlo. Luego llegó una quesadilla de chilorio de machaca con queso asadero y salsa de aguacate con pipicha, un homenaje a las fondas interpretado desde la elegancia sin perder la esencia popular que lo define.

Menú FónicoCortesía

El trayecto continuó con un arroz cremoso de temporada con epazote, chile morita, queso fresco y huevo tierno de codorniz, una preparación que conjugó suavidad, textura y herencia culinaria. Después se sirvió una sopa de elote con zacate de limón y chile poblano, un momento cálido y aromático que conectó territorio, memoria y una ejecución refinada.

Estos tiempos consolidaron uno de los ejes conceptuales de la tarde: la memoria reinterpretada, esa forma de mirar lo cotidiano con nuevos ojos, sin desprenderlo de su historia.

El diálogo de la champaña: burbuja fina, historia y elegancia

Uno de los momentos más celebrados de la velada vino del maridaje creado junto a Champagne Taittinger, maison francesa reconocida por su estilo elegante y por su precisión enológica. El menú incorporó champañas como Brut Réserve, con notas de durazno, flores blancas, pan brioche y un carácter fresco y armonioso; y Prestige Rosé, una etiqueta de color rosa vivo, aromática en frutos rojos y con un equilibrio que se movió entre lo aterciopelado y lo vibrante.

Este maridaje no solo acompañó los tiempos: amplificó texturas, limpió el paladar, realzó acidez y generó diálogos sensoriales que potenciaron cada preparación. La interacción entre cocina mexicana contemporánea y champagne francesa encontró puntos de encuentro naturales que añadieron profundidad y complejidad a la experiencia.

Sabores profundos: técnica, territorio y una lectura actual

El menú avanzó hacia notas más intensas con la totoaba adobada acompañada de tamal de anís, chips crocantes de ajo y verdolaga fresca, un plato que mostró equilibrio entre profundidad y frescura. Más adelante se presentó el cerdo pelón mexicano en consomé de frijol negro con arroz crujiente y puré de raíz de apio, una lectura contemporánea de la cocina regional que destacó por armonía, textura y carácter.

El cierre fue una esponja de tres leches con licor de maíz, natilla de cedrón y helado de rompope, un postre festivo y delicado que abrazó recuerdos y evocó la calidez de las sobremesas mexicanas.

Chef Billy Maldonado – FónicoCortesía

Con el año llegando a su fin, esta degustación se consolidó como una propuesta perfecta para quienes buscaban una mesa donde la tradición se transformara con respeto y emoción. Bajo la visión del chef Billy Maldonado, Fónico ofreció una experiencia que celebró la identidad culinaria de México mientras miró hacia un futuro lleno de sabor, técnica y memoria compartida.

Cortesía de El Economista



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