Mounjaro hace duplicar el tamaño de Lilly México; 2025, el mejor de sus 82 años

Nunca en 82 años de presencia en México Eli Lilly había crecido tanto y tan rápido. En 2025 la farmacéutica estadounidense más que duplicará sus ventas locales respecto a 2024: un crecimiento de 125%, cifra que deja en ridículo el promedio del mercado farmacéutico mexicano (que ronda el 8-10% anual).

En octubre Lilly ya se colocó como la segunda empresa farmacéutica del país -solo detrás de Grupo Pisa-, y su presidenta y directora general aquí, Karla Alcázar Uribe, no oculta la ambición de llegar al número uno, “pero lo importante es a cuántos pacientes logramos ayudar”. El motor de este salto histórico tiene nombre propio: Mounjaro (tirzepatida). Aunque México lo recibió con tres años de retraso respecto a Estados Unidos, el medicamento se convirtió en el principal responsable de ese crecimiento a triple dígito.

Fue lanzado oficialmente apenas en mayo de 2025, pero con la gran ventaja de que Cofepris le dio la doble indicación: tanto para diabetes tipo 2 como para obesidad. Obvio que iba a prender en un país con 15 millones de mexicanos viviendo con diabetes y tres de cada cuatro adultos con sobrepeso u obesidad. La necesidad insatisfecha era (y sigue siendo) abismal. Sin embargo, la propia Karla hace ver que no hay razón para la euforia: “Aún no llegamos ni al 2% de los pacientes que podrían beneficiarse”. Es decir, de los millones que padecen estas enfermedades crónicas, menos de 200 mil han recibido hasta ahora una opción como Mounjaro. La razón es múltiple: es medicamento de prescripción, requiere educación médica continua, acompañamiento estrecho y, por supuesto, tiene un costo elevado en el mercado privado (donde hoy se concentra la venta de Lilly).

El gran desafío de Lilly para 2026 será pasar del crecimiento explosivo en ventas a la ampliación real del acceso. La meta interna es ambiciosa: tratar al menos al 10% de los pacientes elegibles el próximo año, lo que implicaría llegar a cerca de 1.4 millones de personas solo con esta molécula. Para ello, el equipo de Lilly ya trabaja en la inclusión en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud tanto de Mounjaro (en sus dos indicaciones potenciales) como de sus otros lanzamientos estrella: el primero que modifica el curso del Alzheimer y el tratamiento innovador para dermatitis atópica. Alcázar lo ve factible: “Todo nuestro portafolio anterior está en el sector público; haremos lo mismo con esta nueva ola”. Y juega una carta fuerte: diabetes, obesidad y salud en el envejecimiento son prioridades señaladas por el gobierno federal.

Aquí la evidencia clínica no es el punto -esa se da por hecho- sino más bien que se alineen los astros en lo político, para que México diera un salto cualitativo en el tratamiento de estas epidemias. El otro pilar del crecimiento sostenido para Lilly es la investigación clínica. La compañía americana invierte hoy 110 millones de dólares anuales en estudios en México y en algunos ensayos globales el país aporta hasta 30% de pacientes (récord absoluto). Ese liderazgo no solo genera evidencia local, sino que podría acelerar aprobaciones futuras y fortalece el ecosistema de innovación. Hablando de la competencia, la danesa Novo Nordisk lleva ventaja de años con semaglutida, pero Lilly cuenta con al menos una década más de protección de patente y, según los datos publicados, una eficacia superior en reducción de peso y control glucémico. En palabras de si capitana Alcázar: “Eso lo decide el médico, pero invitamos siempre al paciente a consultar las opciones con su especialista”.

El cierre del año encuentra a Lilly en su mejor versión mexicana: 500 millones de dólares de facturación local, cuatro lanzamientos exitosos en 2025, un pipeline dentro de los más robustos del sector y la certeza de que 2026 puede volver a conseguir triple dígito.

Más allá de los números, lo que realmente emociona a Karla es el cambio de paradigma que empieza a vislumbrarse: que la diabetes deje de ser una sentencia, que la obesidad se trate como la enfermedad cardiometabólica que es y no como un problema de falta de voluntad, que el Alzheimer tenga por primera vez una opción que retrase su avance.

Apotex suma opción para dolor en mujeres a su portafolio

La nadiense Apotex está de plácemes con el lanzamiento de EspaSport, una nueva alternativa para aliviar dolor muscular y corporal en mujeres por trabajo, ejercicio o estrés. Extiende el legado de Espadiva y atiende nuevos tipos de dolor cotidiano femenino. Es el tercer lanzamiento del año de la compañía y refuerza su compromiso con medicamentos accesibles y eficaces. Con este lanzamiento, André Soresini, vicepresidente de Latinoamérica de Apotex, refuerza el liderazgo de la compañía en autocuidado y salud femenina en México.

Innovación en resonancia magnética de secuencia corta para diagnosticar hígado graso con fibrosis.

Resonancia magnética simplificada

El Hospital Houston Methodist presentó un nuevo protocolo de resonancia magnética (MRI, en inglés) de secuencia corta, capaz de diagnosticar, de 5 a 10 minutos, la enfermedad hepática grasa asociada a disfunción metabólica (MASLD) con fibrosis. Esto representa una reducción drástica frente a los estudios tradicionales que toman entre 30 y 40 minutos. Conocido como “hepatograma MASLD”, este protocolo ofrece una forma más rápida, sencilla y accesible de identificar a pacientes con alto riesgo de desarrollar cirrosis, con más oportunidad de intervenir mientras la enfermedad todavía es reversible. Este enfoque simplificado de resonancia magnética llega en un momento clave, poco después de la aprobación de resmetirom (Rezdiffra), el primer tratamiento autorizado por la FDA para la esteatohepatitis metabólica asociada a fibrosis (MASH, por sus siglas en inglés), la etapa más avanzada de MASLD.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: