Si sabes lo que es un disquete, muy seguramente ya tienes dolores de espalda o te truena la rodilla. Pero aquí no vinimos a hablar de los males de la generación millennial, sino de cómo este dispositivo de almacenamiento se ha puesto de moda después de décadas. Lo curioso: no es capaz de almacenar nada.
Por si no los conoces, los disquetes eran unas carcasas cuadradas de 3.5 pulgadas muy populares en los años 90 y capaces de guardar solo 1.44 megabytes de información. Su nuevo formato cambia esta capacidad por múltiples terabytes, pero aquí viene la trampa: son fundas para tarjetas SD.
Creados por el diseñador industrial indio Ayushmaan Singh Jodha para SanDisk, estos diseños emulan a la nostalgia de lo retro por medio de un homenaje a uno de los artículos más emblemáticos de la era digital del siglo XX. Y si bien puede parecer una pieza decorativa con sentido emocional, también cuenta con un propósito práctico.
De acuerdo con Yanko Desing, estas fundas cuentan con un deslizador clásico que sirve como cierre para que las SD no se caigan. En cuanto a diseño, cuentan con colores de edición limitada y gráficos inspirados en la tecnología vintage y la ciencia ficción. Ya sea para despertar recuerdos, no es difícil imaginar estos disquetes como decoración en un escritorio.
Imagen: Yanko Desing.
Aunque el empaque más allá de integrar las viejas tecnologías en nuestros días, los diseñadores insisten en que esto también ayuda a transformar la organización digital en una experiencia visual. Un ejemplo de cómo darles una vida útil es para fotógrafos que llevan varias memorias en la mochila.
Ahora que si nos ponemos muy específicos y queremos comparar ambos dispositivos, la verdad es que no tiene tanto sentido. Sin embargo, desde GameStar realizaron una tabla en la que las diferencias hablan por sí solas. En primera instancia, los disquetes ofrecían 1.44 MB de memoria y velocidades de 0.25 Mbit/s.

Imagen: Yanko Desing.
Por su parte, las tarjetas SD actuales alcanzan 32 GB a 1 TB de almacenamiento, velocidades de hasta 624 MB/s y accesos de menos de 1 ms. Es decir, el tiempo en el que la tarjeta empieza a responder y arrojar datos solicitados -como apertura de archivos- es de solo una milésima de segundo. El ganador es evidente.
Eso sí, antes de que te preguntes dónde puedes adquirir tu disquete retrofuturista cabe mencionar que hasta ahora ni SanDisk ni los diseñadores han revelado si estas fundas serán lanzadas al público general. Incluso podemos suponer que se trata de solo un concepto. Sin embargo, la idea está ahí: una decoración para los que extrañan la época dorada de los disquetes.
Imagen | Yanko Desing
Cortesía de Xataka
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