En el marco de la discusión sobre la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, Octavio de la Torre, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), planteó la necesidad de crear un esquema de subsidio a las horas extra a partir de la hora 41, con el fin de distribuir el costo entre empleadores y Estado.
“El sector puede pagar mejor a la persona trabajadora, pero no puede cargar con más impuestos y costos laborales sin comprometer su operación”, afirmó. Según explicó, este apoyo debe dirigirse especialmente a las MiPyMEs registradas ante el IMSS, que representan más del 75% de los negocios familiares formales en el país.
El líder empresarial advirtió que, sin un mecanismo de compensación, el costo adicional por trabajador podría superar los 65 mil pesos anuales, afectando la capacidad de generar y mantener empleos formales.
La Concanaco pide que la reforma sea justa y viable
De la Torre reiteró que la organización respalda el sentido de la reforma, pero insistió en que debe cerrarse el círculo para evitar efectos adversos en los negocios familiares.
“Si vamos a pagar mejor al trabajador, necesitamos el respaldo fiscal del Estado para sostener la formalidad y evitar despidos. Una reforma laboral sin subsidios puede terminar afectando a quienes más necesitan proteger”, señaló.
Aunque existían reservas sobre el ritmo de implementación, el organismo decidió permanecer en las mesas de negociación, donde, de acuerdo con su presidente, las preocupaciones del sector fueron escuchadas y consideradas en la ruta final de la reforma.
Mesas técnicas y propuestas integradas al proyecto
A través de mesas técnicas, Concanaco presentó una ruta de adaptación operativa y propuestas específicas. De la Torre destacó que estas recomendaciones fueron tomadas en cuenta en el anuncio presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum y el titular del Trabajo, Marath Bolaños, donde se dio a conocer la nueva estructura para la implementación de la jornada laboral y el incremento al salario mínimo.
El dirigente afirmó que hubo apertura del gobierno para construir una reforma responsable, flexible y gradual, adaptada a las necesidades de millones de empresas familiares que dependen de la estabilidad operativa y del trabajo continuo.
Desde el inicio del debate, el organismo empresarial advirtió sobre los riesgos de aplicar una reducción abrupta de la jornada sin acompañamiento fiscal y sin una transición ordenada para empresas y personas trabajadoras.
Ajustes aceptados: más flexibilidad y nuevas reglas en horas extra
De acuerdo con De la Torre, varias propuestas del sector fueron integradas al marco jurídico en construcción. Entre ellas destacan:
- Mantenimiento del día de descanso semanal obligatorio, sin afectar a sectores que operan fines de semana.
- Ampliación del margen de horas extra de 9 a 12 por semana, distribuidas en hasta cuatro días.
- Regulación del uso de horas triples, eliminando su práctica como mecanismo ordinario de operación.
- Una distribución de jornada más flexible, permitiendo hasta 56 horas semanales bajo acuerdo voluntario entre empleador y trabajador.
- Clarificación de las conductas que constituirán delito de trata de personas dentro del ámbito laboral.
- Negociación directa entre patrón y persona trabajadora para definir la jornada, sin exceder las 12 horas diarias.
Con estos ajustes, el organismo considera que la reforma ofrece un marco más equilibrado, que reconoce los derechos laborales sin desconocer las realidades productivas del país.
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