
La primera semana de diciembre ya definió la agenda laboral de 2026 en México, y es que tras meses de espera, se presentó la iniciativa de reforma para reducir la jornada a 40 horas, con cambios relevantes al tiempo de trabajo, pero eso no es todo, también se anunció el incremento al salario mínimo del próximo año, y avanzó la reforma de violencia laboral.
El 3 de diciembre se consolidó como una fecha clave en el escenario legal del país, especialmente en lo relativo al avance de los derechos laborales, con cambios tanto en las dinámicas de trabajo como en los presupuestos de las empresas.
Estos son los temas laborales que marcaron la primera semana de diciembre:
Jornada laboral de 40 horas
En la conferencia mañanera del 3 de diciembre, Marath Baruch Bolaños López, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que ya estaba lista la propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, ese mismo día el Ejecutivo Federal envió al Senado de la República dos iniciativas, una para reformar la Constitución y otra para la Ley Federal del Trabajo (LFT).
El objetivo de la reforma es reducir el tiempo de trabajo de forma gradual para que en el 2030 se establezca una jornada de 40 horas por semana. La disminución será paulatina e irá disminuyendo dos horas por año conforme al siguiente calendario:
- 2026 – 48 horas
- 2027 – 46 horas
- 2028 – 44 horas
- 2029 – 42 horas
- 2030 – 40 horas
Un punto a destacar, es que se mantiene sólo un día de descanso semanal. La reducción de jornada en ningún caso disminuirá el salario o las prestaciones percibidas, pero en lo que sí fija un límite es en el tiempo de trabajo extraordinario. Las horas extra no excederán de 12 horas semanales, y estas deberán distribuirse en hasta cuatro horas diarias, en un máximo de cuatro días en ese periodo.
Además, se señala que la suma de la jornada ordinaria y extraordinaria no podrán ser superiores a 12 horas en días continuos, y sobre la remuneración, se propone que el pago de tiempo extraordinario sea un 100% más; es decir, dos salarios, y en caso de exceder el límite de 12 horas semanales se pagará 200% más, lo que se conoce como horas triples y corresponde a tres salarios, estas estarán topadas a 4 horas por semana.
Finalmente, la iniciativa también prevé que a partir de enero de 2027 los centros de trabajo cuenten con un registro electrónico para checar la hora de entrada y salida de su personal.
Incremento al salario mínimo
El mismo día en que se presentaron las iniciativas de reforma para la jornada laboral, también se anunció el aumento de un 13% del salario mínimo para 2026 y del 5% para la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN).
De esta manera, la Conasami detalló que el nuevo monto diario será de 315.04 pesos, equivalentes a 9,582.47 pesos mensuales, y de 440.87 pesos diarios en la zona fronteriza, quedando en un monto igual a 13,409.80 pesos mensuales, incrementos que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2026.
Con estos aumentos se prevé que el poder adquisitivo de las personas trabajadoras y sus familias alcance para comprar dos canastas básicas con el salario mínimo general. Además, los 61 salarios mínimos profesionales también tendrán ajustes que garantizarán que todos superen los 300 pesos diarios.
Reforma de violencia laboral
La agenda legislativa en el Congreso de la Unión sigue activa, si bien, diputados y senadores presentaron varias propuestas laborales, el Senado es la cámara que más movimiento ha tenido en la última semana, al menos para materializar cambios, y es que no solo recibió las iniciativas de reforma laboral, sino también, el mismo día, se aprobó en comisiones un dictamen sobre violencia laboral.
Aunque ya había sido aprobada desde septiembre en la Comisión de Trabajo y Previsión Social, fue el 3 de diciembre cuando se avaló también en la Comisión de Estudios Legislativos, lo que significa que el proyecto está listo para su discusión y votación en el pleno del Senado.
La reforma propone señalar en la legislación nuevos tipos de violencia laboral, tales como el acoso o mobbing, el ciberacoso y la discriminación, además de clasificar los cinco tipos de agresiones descritas en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia: económica, física, patrimonial, psicológica y sexual.
Estas modalidades de agresión entrarían a la lista de causales de despido justificado, y además, el empleador no solo estará obligado a prevenir la violencia, sino también a reparar los daños a la víctima.
Cortesía de El Economista
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