La importancia de la imagen en la música: quiénes son los productores argentinos detrás de las visuales de Milo J y Nathy Peluso

La industria de la música y, especialmente, los lanzamientos fonográficos están en constante cambio. A veces pareciera que la planificación de un estreno queda obsoleta en sus tiempos y fórmulas mientras sucede. La ecuación composición + grabación + edición + vivo, acompañada por dos o tres videoclips, responde al siglo pasado.

Nacidos cuando esa lógica dominaba el mercado, Agustín Alberdi, uno de los referentes de The Movement, la unidad de negocios vinculada a la música de la productora Landia, y Juan Manuel Cuervo, otro de los ejecutivos de la compañía, son parte de la generación atravesada brutalmente por las modificaciones en los hábitos de consumo de entretenimiento.

Alberdi recuerda cuando esperaba los videos en Music 21, luego MuchMusic y MTV en maratones de horas, mientras Cuervo evoca la escucha de vinilos junto a su padre en el llamado “cuarto verde” de su casa.

Escuchar y ver música era una ceremonia. Y esas primeras e inolvidables escuchas son las que les marcaron el camino. Y a esa memoria emotiva que se genera con las canciones, con los recuerdos de ese impacto inicial, es a la que apelan ahora con la productora al construir el diferencial de su propuesta. La “memorabilia”, describe Agustín.

Hoy, los clips que acompañaron el lanzamiento de La vida era más corta de Milo J y el video musical largo y luego las visuales de Grasa tour de Nathy Peluso (Grammy Latino incluido) fueron los últimos proyectos que consolidaron la propuesta de The Movement donde, como es tendencia global, los lanzamientos se piensan 360°.

Dice Agustín: “Tanto Andy Fogwill –fundador de Landia- como yo venimos haciendo videos por la relación con amigos que son músicos. Siempre me relacioné con artistas que admiraba mucho, principalmente Babasónicos”.

Desde esa admiración a ciertos artistas, esa primera mirada desde el mundo de la publicidad hacia la música, y el ver cómo y de qué manera se podía aportar, se fue construyendo esta idea de “generar soluciones para el mundo de la música”, desde Argentina.

“La música tiene un primer sincro para el melómano, y para el que no lo es también, que es el momento en que la escuchaste por primera vez”, dice Agustín. “Después está la repetición, pero la música muchas veces se termina de completar a partir del momento en que la escuchaste. Esa emocionalidad es a la que vas a volver siempre y ese concepto a nosotros nos gusta llevarlo a la imagen”, agrega sobre la intención del trabajo cuando se conectan con un proyecto nuevo.

“Siempre tratamos de tener un tono entre lo artístico y algo que pueda servirle a un cliente o a una marca, que sea orgánico. Creo que la idea central también es poder ser un vehículo para encontrar marcas que quieran trabajar con música”, completa Juan Manuel.

-Se formaron con el nacimiento de MTV y ahora asistimos al cierre de la señal, que ya había mutado del formato tal como lo conocíamos. ¿Cómo analizan ese cambio en el consumo audiovisual de música?

Agustin: – Es muy interesante. A mí me encanta lo que sucede, y creo que siguen conviviendo los formatos, los productos. Así como tenés, quizás, una vuelta del vinilo conviviendo con tracks solos y con hits y con publicaciones directamente en plataformas directas. Es una época espectacular para la música. Sí sucede que muchas veces con los shows te cuentan la película antes de ir a verla. Cuando el show empieza a girar ya tenes recortes en todos lados. Es muy difícil para el espectador, para el fanático, evitarlo para tener una experiencia más pura.

-También en el consumo hay una demanda de todo eso, de saber cuál es la lista de temas antes del show, conocer qué se va a ver y a escuchar y de qué manera

Agustin: – Sí, de la investigación, de conseguir más olores de la fragancia. Ahí creo que es muy importante el trabajo en conjunto que tenemos con los artistas y el management que es entender qué recortes darle al público. Obvio que hay algo que es incontrolable que es lo que sube la gente con su teléfono, pero hay un trabajo estratégico que a nosotros nos gusta hacer que es entender qué le vamos a dar para que esa gira, ese music video o ese branded content se termine propagando o llamando la atención.

Juan Manuel: – Hay tantos segmentos que hoy nos parece un desafío y un lindo juego articular todo para que hablen de una misma cosa, mostrando cosas diferentes. Antes esperabas ese video y hoy eso es solo un complemento, porque lo más importante es el diálogo que tiene el artista con la gente, ese 360. Pensar un contenido global implica ver qué va a pasar con el TikTok que saca el artista, con la coreo, con esa gira y las visuales, las luces y qué condimento nuevo tiene para despegarse de las otras 250 giras que hay.

La ventaja de Agustin y Juan Manuel a la hora de pararse frente al proyecto de un artista está en su formación, emocional como amantes de la música y profesional como grandes publicistas. Ambos tienen sobrada experiencia en tratar de entenderse con los clientes. Sus campañas fueron premiadas en los más importantes festivales mientras que sus trabajos en la música recibieron también múltiples nominaciones y reconocimientos.

Mantenerse actualizados en las tendencias del rubro sin perder sus raíces logró que hoy sean buscados por los más destacados artistas latinoamericanos como Julieta Venegas, Sebastián Yatra o Juanes.

-¿Cómo es el trabajo con el artista cuando se enfrentan a un lanzamiento global?

Juan Manuel: – Las demandas de estímulos y subproductos nos empezó a poner en un lugar de pensar soluciones junto al artista y su equipo. Tal vez primero nos llamaban por una ayuda puntual, pero luego lo que buscaban era una dirección creativa y ahí empezamos a generar una dinámica donde, por suerte, siempre nos volvían a llamar.

Nos dimos cuenta de que había una necesidad de conocer quién es el artista, quién quiere ser el artista, qué tiene para contar. Me parece fascinante el momento en que te sentás con el artista y empezás a hablar y entendés un poco cómo son todas las etapas.

Agustin: – Es muy desafiante trabajar dentro del ecosistema de la industria musical. Antes pensábamos solo en objetos y ahora pensamos cómo producir estrategias, y cómo generar diferentes formas de que el artista propague quizás lo que al principio es sólo un sonido, un disco o un tema. Se trata de darle memorabilidad y también coherencia.

-¿Qué creen que está necesitando el artista cuando los viene a buscar?

Agustin: -Uno tiene una visión del mundo, y si es efectiva y es peculiar y encima es comercial y sabés cómo llevarlo a cabo, nosotros todo eso lo tenemos. Y tenemos un equipo muy variado en edades y experiencia que nos enriquece.

Juan Manuel: – Nos vienen a buscar, a veces por lo que ven en la vidriera, otras porque alguien dijo “prueben a trabajar con estos chicos”, pero creo que algo nos caracteriza y tiene que ver con la disciplina del trabajo en el mundo creativo. Nosotros sabemos contar las ideas, mostrarlas, darles un seguimiento, ponerlas de modo que alguien que no está todos los días pensando en cómo es un storyboard, un plan de rodaje, pueda entender lo que vamos a hacer sea en un show, en visuales, en luces.Cuando nos recomiendan tiene que ver con ordenar un poquitito el caos, el lindo caos de la creatividad.

-¿Cómo fue el trabajo con Milo J?

Agustin: -Lo que hicimos con Milo es un hito cultural porque él sincroniza una obra muy linda con una edad muy precoz, con una intención de contar algo muy madura.

Juan Manuel: – La propuesta llegó desde España. Milo trabaja con un equipo de dirección creativa interna, que se llama Galope, y ellos tenían una primera aproximación de lo que querían hacer como, por ejemplo, filmar en Santiago del Estero y trabajar con Nacho Villar.

Luego de escuchar el álbum empezamos a bajar ideas, que en principio fueron a distancia, e hicimos un primer trabajo de producción donde Alex Aguerri, productor ejecutivo del proyecto, y Nacho, se fueron a vivir un mes a Santiago para conocer gente y locaciones reales. La única manera de que esto funcionara era estando ahí y entendiendo lo que pasaba.

Agustín: – Y aparte tenía este diferencial que es que alguien que viene de otro país iba a evocar algo muy nuestro de una manera que ningún argentino lo iba a hacer. Fue una búsqueda intensa. Hay 100 personas actuando en ese video. Y luego el rodaje fueron 12-13 días en Santiago con un despliegue impresionante. Pero las cosas son un poco más fáciles cuando estás con un artista de ese tamaño y con esa visión. Esto lo que hace es ponerte una gran responsabilidad de saber si sincronizás con semejante obra: ¿Cómo estoy a la altura de eso? ¿Cómo hago para sentirme cómodo?

-Otra experiencia importante en la historia de The Movement fue el trabajo con Nathy Peluso

Juan Manuel: – Sí. Fue un gran desafío ese trabajo con Grasa. Tuvimos tres días en los que ideamos todo un plan para filmar en una locación que nos permitiera tener dos equipos al mismo tiempo, con dos directores y lograr una pieza única y que se vea con la impronta que tiene Nathy. Es otra de las personas con las ideas claras sobre hacia dónde quiere ir. Ese proyecto nos permitió ganar el Latin Grammy y se convirtió, no sólo en una performance audiovisual, sino en una performance de una artista increíble.

Agustin: – Ella es como una artista de artistas, ¿no? O sea, los artistas la miran a ver en qué anda, qué produce, qué imagen tiene, no tiene que ver con la cantidad de reproducciones de Spotify. Y después, el premio y todo nos ha abierto también muchas puertas. Siempre digo que nosotros queremos ser una productora del mundo.

Juan Manuel: – Es buenísimo tener la posibilidad de estar en el fin del mundo pero cerca de todos y con una visión internacional. Es un gran desafío que nos pone muy felices.