Desde hace unos meses, el cometa 3i/Atlas trae consigo una larga cola de preguntas sin responder, pero también de nuevos avances científicos.
Su origen, su composición y su destino final son algunas de las inquietudes más frecuentes entre los investigadores; aunque el objeto interestelar va ofreciéndoles pequeños momentos para que no tiren la toalla en la tarea de conocerlo en profundidad.
Declaraciones a ‘LiveScience’
Recordemos que en las últimas semanas, el cometa 3i/Atlas se ha acercado al sol, ha sido visto desde Marte y se ha dicho que era un extraterrestre que se dirigía a Júpiter, entre muchas otras cosas.
Para no perder el ritmo, ahora viene con otras novedades: un grupo de investigadores han encontrado evidencias de que el cometa podría estar recubierto de “volcanes de hielo” en erupción.
Entre los expertos, se encuentra el científico planetario español, Josep M. Trigo-Rodríguez, quien ha explicado al medio científico ‘LiveScience’ que esta teoría ha surgido a raíz de que se localizaran en el cometa un conjunto de criovolcanes (volcanes extraterrestres de tierra y agua) entrando en erupción a medida que este se acercaba al sol.
Posibles hipótesis sobre el cometa
La hipótesis de los expertos es que los “chorros helados”, típicos de un volcán, serían causados por la composición del propio 3i/Atlas.
Si esta teoría fuera cierta, se confirmaría que el cometa tiene muchas cosas en común con distintos objetos que sí forman parte de nuestro sistema solar, según explica Trigo-Rodríguez.
Estamos hablando de que el 3i/Atlas podría ser parecido a objetos transneptunianos helados, como los planetas enanos y otros objetos que orbitan el sol, pero más allá de Neptuno.
Ante esta posibilidad, el científico español no ha podido esconder su asombro: “Al ser un cometa formado en un sistema planetario remoto, es notable que la mezcla de materiales que forma su superficie se parezca a la de los objetos transneptunianos: cuerpos formados a gran distancia del sol [concretamente, más allá de la órbita de Neptuno], pero que sí pertenecen a nuestro sistema planetario. Todos estamos sorprendidos”.
Catalunya pone su granito de arena
Para llevar a cabo la investigación, han participado también los científicos Maria Gritsevich y Jürgen Blum junto a Trigo-Rodríguez. Estos han utilizado el telescopio Joan Oró del Observatorio del Montseny, en Catalunya, y han complementado su investigación con las observaciones de otros lugares.
En primer lugar, el grupo observó que el cometa se acercaba a su perihelio (su punto más próximo al sol) el 29 de octubre.
En consecuencia, los investigadores creen que eso puede explicar que el cometa esté más caliente y, por ende, que el hielo de su superficie se derrita en forma de gas.
Así es como podríamos denominarlo, para entender la explicación científica de Trigo-Rodríguez de que el cometa puede ser un “objeto carbonoso primitivo, probablemente enriquecido en metal nativo y que experimentó una alteración acuosa significativa durante su aproximación al sol, experimentando criovulcanismo [en vez de expulsar lava, expulsa materiales helados y volátiles], como cabría esperar de un objeto transneptuniano”.
De gases a hidrocarburos
Según el estudio que han publicado en la Universidad Cornell de Nueva York (EEUU) los tres investigadores, el cometa contiene un componente poco habitual, ya que está formado por mucho metal y mucho hielo, por decirlo de manera sencilla.
Esta inusual composición del cometa explicaría la extraña forma que tiene la coma (o cabellera) de 3i/Atlas, así como los productos químicos inesperados que se han detectado en él.
Tal y como explican los científicos, puede ser que los granos de metal se corroigan en el interior del cometa, y eso provoque reacciones químicas de tipo Fischer-Tropsch.
Proceso químico inusual
Las reacciones de Fischer-Tropsch (FT) son un proceso químico en el que dos gases de síntesis (como el monóxido de carbono y el hidrógeno) se convierten en hidrocarburos líquidos (combustibles como gasolina o diésel).
Este tipo de productos químicos “no son tan comunes en otros cometas, ya que la mayoría se formaron en el sistema solar exterior y no heredaron tanto metal”, según señalan en el estudio.
Sea como fuere, lo que está claro es que las observaciones e investigaciones no van a cesar: el cometa 3i/Atlas es una gran oportunidad para obtener la mayor información astronómica posible.
Cortesía de El Periodico
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