Durante años, Jeep ha sido sinónimo de aventura, libertad y capacidad fuera del asfalto. Sin embargo, el mercado ha cambiado y el concepto de SUV se ha transformado profundamente. Hoy, los conductores piden coches capaces de enfrentarse a la ciudad, a los viajes largos y, de vez en cuando, a caminos más exigentes. En ese punto de equilibrio se sitúa el nuevo Jeep Compass, un modelo que representa como pocos la adaptación de una marca histórica a las exigencias de la movilidad moderna.
El Compass siempre ha ocupado una posición singular dentro del catálogo de Jeep. Compacto, pero con auténtico ADN todoterreno, ha sido durante años la puerta de entrada al universo de la marca para muchos conductores europeos. Con su última evolución, el Compass da un paso decisivo: ya no se limita a ser “el Jeep más urbano”, sino que aspira a convertirse en uno de los SUV compactos más completos del mercado, tanto por tecnología como por variedad mecánica.
El contexto no es sencillo. El segmento está saturado de propuestas que priorizan la estética o la electrificación, a menudo a costa de la versatilidad real. Frente a eso, Jeep ha optado por una estrategia clara: electrificar sin diluir su carácter. El nuevo Compass es más eficiente, más conectado y más confortable, pero sigue transmitiendo esa sensación de control y robustez que ha definido históricamente a la marca.
Con una gama que abarca desde híbridos ligeros hasta versiones 100 % eléctricas con tracción total, una digitalización profunda y un enfoque realista de la conducción asistida, el Compass se posiciona como un SUV pensado para quienes no quieren renunciar a nada. Ni a la ciudad, ni a la tecnología, ni a la aventura ocasional. Su evolución no es una ruptura, sino una adaptación inteligente de un icono a un mundo que exige versatilidad, eficiencia y sentido práctico.
Un Jeep reconocible que ha sabido modernizarse
El nuevo Compass mantiene intacta la identidad visual de Jeep, pero la adapta a un lenguaje más contemporáneo y funcional. Su silueta sigue transmitiendo robustez, aunque ahora incorpora soluciones aerodinámicas que mejoran la eficiencia sin alterar su carácter. Es un SUV compacto que se reconoce como Jeep al primer vistazo, pero que encaja mejor que nunca en entornos urbanos.

Un diseño exterior pensado para proteger y rendir
Más allá de la estética, el rediseño del frontal responde a un propósito claro. Cámaras y radares se han recolocado en posiciones más altas para evitar daños fuera del asfalto, mientras que parrilla y paragolpes combinan protección y eficiencia. Cada elemento tiene una función concreta, reforzando la idea de un diseño al servicio del uso real.

Una suspensión que cambia la experiencia de conducción
Uno de los avances más notables llega con la nueva puesta a punto del chasis. La suspensión ha sido revisada para ofrecer un equilibrio más fino entre confort y control, reduciendo vibraciones y balanceos. Con 200 mm de altura libre al suelo, el Compass se siente más estable en carretera y más cómodo en el día a día, sin perder solvencia fuera del asfalto.

Selec-Terrain®, la tecnología que define al Compass
El sistema Selec-Terrain® sigue siendo una de las señas de identidad del modelo. Sus distintos modos ajustan par, dirección, tracción y controles electrónicos para adaptarse a cada superficie. No se trata solo de electrónica: hay ajustes mecánicos reales que transforman el comportamiento del coche, manteniendo la sensación de control característica de Jeep.

Un interior que abandona la rudeza y gana refinamiento
El habitáculo del Compass evoluciona de forma clara hacia un enfoque más premium. Los materiales son más agradables al tacto y el diseño transmite mayor cuidado. Además, el espacio mejora con 20 mm extra para las piernas en la segunda fila, lo que refuerza su vocación familiar y viajera.

Más espacio y soluciones prácticas para el día a día
La funcionalidad da un salto importante con 34 litros adicionales en huecos portaobjetos y un maletero que alcanza los 550 litros. El Compass demuestra así que puede ser tan práctico como cualquier SUV urbano, sin renunciar a su enfoque aventurero ni a su imagen robusta.

Un ecosistema digital a la altura de un SUV moderno
El entorno tecnológico se apoya en un cuadro digital de 10,25 pulgadas y una gran pantalla central de 16 pulgadas, creando un espacio visual limpio y muy intuitivo. El Head-Up Display refuerza la seguridad al proyectar la información clave directamente en la línea de visión del conductor.

Inteligencia artificial y conectividad sin fricciones
La nueva arquitectura eléctrica permite actualizaciones OTA y una conectividad avanzada a través de Jeep 2.0. La integración de ChatGPT aporta una interacción más natural, capaz de responder preguntas contextuales y asistir al conductor de forma más intuitiva, sin saturar de información.

Conducción asistida que reduce el esfuerzo real
El Compass incorpora de serie conducción autónoma de nivel 2, con sistemas como control de crucero adaptativo predictivo y cambio de carril semiautónomo. En las versiones eléctricas, la función One-Pedal simplifica la conducción urbana, haciendo el tráfico más fluido y menos cansado.

Una gama electrificada que cubre todos los perfiles
La oferta mecánica es una de las más amplias del segmento. Desde el e-Hybrid de 145 CV, pasando por el eléctrico de 213 CV con hasta 500 km de autonomía, hasta futuras versiones PHEV y BEV de alto rendimiento con tracción total. El Compass permite elegir el nivel de electrificación sin renunciar a prestaciones ni versatilidad.

Un Jeep que mira al futuro sin traicionar su historia
El nuevo Jeep Compass demuestra que electrificación y espíritu aventurero no son conceptos opuestos. Es más cómodo, más tecnológico y más eficiente, pero sigue transmitiendo esa sensación de control y libertad que define a la marca. Un SUV compacto que ha sabido crecer, adaptarse y mantenerse fiel a su esencia en un mercado que no perdona errores.

Y es que el Jeep Compass representa una idea cada vez más valiosa en el automóvil actual: la de un vehículo capaz de adaptarse a distintos mundos sin perder su identidad. En un momento en el que muchos SUV se definen por lo que sacrifican, el Compass destaca por lo que consigue integrar: tecnología avanzada, electrificación real, confort diario y una capacidad fuera del asfalto que sigue siendo auténtica. No es un coche pensado para una sola forma de conducir, sino para acompañar distintas etapas, trayectos y estilos de vida. Y ahí reside su verdadera fortaleza: en ofrecer libertad sin imponer renuncias, manteniendo vivo el espíritu Jeep en un contexto que exige evolución constante.
Cortesía de Muy Interesante
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