Dónde ver EN VIVO la transmisión del cometa 3I/ATLAS


El cometa 3I/ATLAS sigue su trayectoria errante por el espacio y el viernes 19 de diciembre se situará en su punto más cercano a la Tierra, a 1.8 unidades astronómicas, lo que equivale a casi el doble de la distancia entre nuestro planeta y el Sol: unos 273 millones de kilómetros. Aunque se trata de una distancia enorme, representa la mejor oportunidad para que astrónomos profesionales y aficionados observen este cuerpo cósmico que ha despertado gran fascinación.

El 3I/ATLAS llamó la atención desde su descubrimiento, el 1 de julio de este año, al convertirse en apenas el tercer objeto interestelar confirmado que ingresa a nuestro sistema solar, con un posible origen en el centro de la Vía Láctea.

Lamentablemente, el 3I/ATLAS no tiene el brillo suficiente para ser observable a simple vista. Su magnitud aparente se estima en 11.9, y para que un cuerpo celeste sea visible sin instrumentos es necesario que tenga una magnitud de 6.0 o menor.

No obstante, puede observarse con telescopios de uso aficionado con una apertura de al menos 20 centímetros, aunque sólo como una mancha tenue y difusa. Para localizarlo a lo largo de distintas fechas, resultan muy útiles páginas web como The Sky Live y aplicaciones como Stellarium, que es gratuita y muestra un mapa celeste de acuerdo con la ubicación del usuario.

Otra opción es seguir la transmisión del Virtual Telescope Project 2.0, que tiene programada una emisión en vivo durante el momento de mayor aproximación del cometa, mediante telescopios robóticos. La transmisión estará acompañada de comentarios y explicaciones sobre el 3I/ATLAS.

La transmisión comenzará a las 22:00 horas del 18 de diciembre, tiempo del centro de México.

La controversia más reciente sobre el 3I/ATLAS: emite pulsos cada 16 horas

Desde el inicio de su observación, el 3I/ATLAS mostró características particulares que dificultaron su clasificación y dieron pie a diversas especulaciones, entre ellas la hipótesis de un posible origen en inteligencia extraterrestre, planteada por el equipo del astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard.

El pasado 7 de diciembre, científicos comprobaron que el cuerpo celeste emite un pulso que se registra con regularidad cada 16.16 horas, fenómeno que ha sido descrito por algunos investigadores como un “latido cósmico”.

Los científicos plantean que el origen de este pulso luminoso está relacionado con la rotación del núcleo del cometa. De acuerdo con esta explicación, en la superficie del 3I/ATLAS existiría una región con alta concentración de hielo que, de forma periódica, queda expuesta a la luz solar.

Cuando el núcleo rota y dicha zona se orienta hacia el Sol, el hielo pasa directamente del estado sólido al gaseoso y expulsa material al espacio, lo que provoca un aumento momentáneo en el brillo del cometa. Este proceso se repite de acuerdo con el periodo de rotación del núcleo, estimado en 16.16 horas.

Las imágenes difundidas por la NASA respaldan la idea de que el 3I/ATLAS es un cometa de naturaleza natural, cuyas propiedades concuerdan con las de un cuerpo helado que se encuentra en plena sublimación.

Ilustración del Oumuamua, el primer cometa interestelar conocido, del cual Avi Loeb también sugirió que podría ser una nave extraterrestre. EFE/Archivo

Sin embargo, el astrónomo Avi Loeb advierte que aún es necesario analizar con mayor detalle la dirección de los chorros emitidos por el cometa.

Según el experto, este tipo de estudios permitiría descartar incluso escenarios extremadamente improbables, como que las emisiones no estén dirigidas únicamente hacia el Sol, sino hacia orientaciones inusuales, lo que podría sugerir un origen distinto.

El momento de mayor cercanía del cometa representará una ocasión excepcional para obtener observaciones de alta resolución, las cuales servirán para investigar tanto la dinámica de su núcleo como la composición del material que lo conforma y su evolución desde regiones remotas del sistema solar.

3I/ATLAS no volverá a nuestro sistema solar

Se estima que actualmente 3I/ATLAS tiene un tamaño de entre 440 metros y 5.6 kilómetros, y se está desvaneciendo a medida que se aleja del Sol, por lo que ahora es el momento para que los astrónomos aficionados lo capturen en el cielo nocturno con sus telescopios.

El cometa se acercará mucho más a Júpiter en marzo, pasando a 53 millones de kilómetros, y a mediados de la década de 2030 alcanzará de nuevo el espacio interestelar, para no volver jamás a nuestro sistema solar.
 

Cortesía de El Informador



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