
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer 18 de diciembre, estables las tasas de interés en su cuarta reunión consecutiva, pero se mantuvo hermético sobre la trayectoria futura de las tasas mientras enfatiza la persistente incertidumbre geopolítica.
Como se esperaba ampliamente, el banco central de los 20 países que utilizan el euro dejó su tasa de depósito clave en 2.0 por ciento.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, dijo que los disturbios en las fronteras de Europa, así como el impacto de las tensiones comerciales, significaban que era imposible emitir orientación para el futuro.
“Una cosa que no ha cambiado mucho y que, en todo caso, puede haber empeorado es la incertidumbre”, dijo en una conferencia de prensa para presentar la decisión sobre las tasas y las previsiones mejoradas de crecimiento.
“Con el grado de incertidumbre al que nos enfrentamos, simplemente no podemos ofrecer orientación a futuro”.
El BCE elevó sus previsiones de crecimiento para los 20 países que comparten el euro para el 2026 y 2027 a 1.2 y 1.4%, frente a 1.0 y 1.3% de su proyección de septiembre.
En referencia a las previsiones de crecimiento incrementadas, Lagarde dijo que el personal espera un mayor crecimiento en todo el bloque gracias en parte a una mayor inversión como resultado del gasto en Inteligencia Artificial (IA).
“Creemos que se está produciendo algún cambio en nuestras economías”, dijo Lagarde, señalando las encuestas empresariales.
“Tanto las grandes empresas como las pymes invierten, según los datos que recopilamos y las encuestas que realizamos, en gran medida gracias al desarrollo de la IA”.
Los inversionistas estaban prestando mucha atención a las nuevas previsiones de crecimiento e inflación, consideradas por algunos como un posible barómetro del pensamiento del BCE en lo que respecta a posibles movimientos futuros de las tasas.
Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno y considerada ampliamente como una persona con una postura agresiva y particularmente cautelosa respecto de la inflación, causó revuelo a principios de este mes después de decirle a Bloomberg que se sentía “bastante cómoda” al ver a los operadores anticipar aumentos, lo que alimentó las expectativas de posibles incrementos.
El BoE recorta tasa
Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE, por su sigla en inglés) recortó ayer su tasa de interés de referencia a 3.75% después de que la inflación en Reino Unido se moderara más rápido de lo esperado y de que la economía se debilitara.
“Hemos superado el reciente pico de inflación y ésta ha seguido bajando, por lo que hemos recortado las tasas de interés”, afirmó el gobernador del BoE, Andrew Bailey.
Las expectativas de la reducción se vieron reforzadas luego de que la inflación anual de se ralentizó a 3.2% en noviembre.
Cortesía de El Economista
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