Este viernes, día 19, el cometa interestelar 3i/Atlas alcanzará su punto más cercano a la Tierra, hecho que ya está despertando algunos rumores sobre sus posibles peligros.
Oleada de rumores
Sin embargo, este revuelo no es la primera vez que se produce: ya el 29 de octubre, cuando el cometa se acercó a unos 203 millones de kilómetros del sol, ya pasó algo parecido; lo mismo que había sucedido anteriormente, el 3 de octubre, cuando se aproximó a 29 millones de kilómetros de Marte.
Entre las especulaciones más recurrentes, se hipotetiza con que el cometa podría tener un origen extraterrestre, que su acercamiento al sistema solar forma parte de un plan para destruir nuestro planeta o que la Nasa ha tenido que activar protocolos de defensa planetaria para defendernos.
Una oportunidad para la investigación
Lo que es seguro es que el objeto interestelar tiene un núcleo de entre 10 y 30 kilómetros de diámetro, que viaja por nuestro sistema planetario a más de 68 kilómetros por segundo (equivalentes a unos 250.000 km/h) y que tiene una órbita hiperbólica, es decir, que su viaje no sigue una trayectoria cerrada alrededor del sol.
Como este es el tercer objeto procedente de fuera del sistema solar (por eso el número tres en su nombre) y no comparte origen ni características idénticas con los objetos que sí pertenecen, se ha convertido en una gran oportunidad para profundizar en la investigación de posibles mundos que hay más allá del nuestro.
A pesar de que las principales agencias espaciales del mundo encargadas de investigar el espacio ya han aclarado en varias ocasiones que las especulaciones sobre 3i/Atlas no son ciertas, no ha sido suficiente para que los rumores vuelvan a encenderse unos días antes de que el cometa se acerque a 270 millones de kilómetros de la Tierra.
“No son alienígenas”
Por ese motivo, mientras las redes sociales avivan el fuego, Josef Aschbacher, director de la Agencia Espacial Europa (ESA, por sus siglas en inglés), ha rechazado todo tipo de especulaciones relacionadas con 3i/Atlas en una entrevista con Europa Press.
“Lo hemos observado muy bien y puedo asegurar que no son alienígenas, no es lo que algunas especulaciones creen que es. Es un cometa que se mueve a muy alta velocidad y está pasando por nuestro sistema solar. Lo hemos medido, lo estamos observando y sabemos muy bien lo que pasa”, ha querido tranquilizar Aschbacher ante tantas conspiraciones.
Además, el director de la ESA ha explicado que su sonda Juice (Jupiter Icy Moons Explorer, por sus siglas en inglés, que es la nave encargada de estudiar Júpiter y sus tres lunas heladas principales) ha tomado recientemente fotos del cometa, que servirán para estudiar con más profundidad la composición y el comportamiento de 3i/Atlas mientras viaja por nuestro sistema solar.
Josef Aschbacher director de la Agencia Espacial Europea / The European Space Agency
Herramientas ante el supuesto peligro
Si 3i/Atlas fuese un problema y un peligro real para nuestro planeta, la ESA tendría las herramientas necesarias para detectarlo.
Por su parte, la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA rastrea el cometa en todo momento, además de contar con la colaboración de telescopios de vigilancia en Hawái (EEUU), Chile y Australia.
Para mejorar la exactitud en el cálculo de su órbita también están utilizando datos antiguos, para comprobar si el objeto había pasado anteriormente por el sistema solar (proceso que llaman prerecuperación).
Además, utilizan información del Orbitador de Gases Traza ExoMars para mejorar la predicción de la posición del cometa, lo que permite una precisión diez veces mejor.
Esta vigilancia les permite afirmar que el cometa 3i/Atlas en particular no supone ningún peligro para ningún planeta, ni tampoco para la Tierra, a pesar de que se acerque a ella porque, de facto, seguirá estando muy alejado. De hecho, su distancia más cerca a la Tierra se producirá al otro lado del sol.
Con todo esto, la agencia estatal confirma que el seguimiento aplicado al cometa es, simplemente, por interés científico y prevención.
Demasiado veloz para visitarlo
Hasta el momento, sabemos que 3i/Atlas es un cometa activo, que expulsa polvo y, por eso, se le forma una cola, tal y como observaron con el telescopio Hubble.
Por su parte, gracias al telescopio James Webb también sabemos que el cometa suelta gases como dióxido de carbono, monóxido y agua. Esto se debe a que está compuesto por hielo y, cuando se aproxima al sol, se calienta y sus gases se evaporan.
Además, las imágenes del satélite Juice también confirmaron que el cometa presenta un comportamiento normal y parecido a cualquier otro cometa que se acerca al sol; porque se observaban dos colas y una nube alrededor del cometa (el gas y el polvo que se desprenden por el calor).
Según ha explicado la ESA, en otras ocasiones las agencias espaciales desarrollaron misiones para aterrizar en cometas que viajaban por el espacio, como hizo la propia ESA con la misión Rosetta y el cometa 67P en 2014, pero en este caso no va a ser posible, porque 3i/Atlas va demasiado rápido.
Aun así, la ESA está elaborando una misión llamada Comet Interceptor, que se encargará de observar cometas, aunque ya advierten que es improbable que puedan visitar cometas interestelares como 3i/Atlas, dada su rareza.
Para los más curiosos, la Nasa pone a disposición la herramienta ‘Los ojos en el sistema solar’, en la que ofrece un seguimiento en directo de 3i/Atlas.
Cortesía de El Periodico
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