Descubren una proteína que ayuda a las células a envejecer más lentamente

Durante años, la ciencia se ha centrado en sumar años al calendario, pero ahora la pregunta es otra: cómo llegar a viejo sin arrastrar un deterioro constante del cuerpo. Este nuevo estudio no habla de vivir eternamente, sino de envejecer mejor desde dentro de las células. Investigadores japoneses han identificado un mecanismo que mejora el funcionamiento energético celular y que, en ratones, se traduce en más años de vida y menos señales biológicas de envejecimiento.

El trabajo pone el foco en las mitocondrias, estructuras esenciales para la vida porque producen la energía que permite a las células funcionar. Con la edad, su rendimiento disminuye y aparecen desequilibrios metabólicos, inflamación crónica y estrés oxidativo. Cuando la energía celular falla, el envejecimiento se acelera. Por eso, entender cómo mantener este sistema en buen estado es una de las grandes prioridades de la biología del envejecimiento.

Publicado en la revista Aging Cell, el estudio analiza el papel de una proteína llamada COX7RP, poco conocida fuera del ámbito científico. Los resultados sugieren que no es necesario producir más energía, sino producirla mejor. Y esa diferencia, aparentemente sutil, puede tener efectos profundos a lo largo de toda la vida.

Una mitocondria más eficiente podría significar una vejez más saludable.
Una mitocondria más eficiente podría significar una vejez más saludable. Fuente: iStock (composición).

Una proteína clave para que las mitocondrias funcionen mejor

COX7RP es una proteína que actúa dentro de las mitocondrias ayudando a organizar los complejos responsables de la respiración celular. Estos complejos transforman los nutrientes en energía, pero no siempre trabajan de forma óptima. Cuando se agrupan en estructuras más estables llamadas supercomplejos, el proceso se vuelve más eficiente.

Desde hace tiempo se sabía que estos supercomplejos existían, pero su importancia real para la salud y el envejecimiento no estaba clara. El equipo japonés llevaba años estudiando COX7RP y había observado que mejoraba el rendimiento energético en músculo y tejido adiposo. La gran incógnita era si este efecto podía influir también en el envejecimiento a largo plazo.

Para comprobarlo, los investigadores crearon ratones transgénicos capaces de producir más COX7RP durante toda su vida. Este modelo permitió observar cómo un pequeño ajuste en la organización energética celular podía afectar al organismo completo con el paso del tiempo, sin introducir enfermedades artificiales ni condiciones extremas.

El resultado más llamativo fue la longevidad. Los ratones macho con mayor expresión de COX7RP vivieron, de media, alrededor de un 6 % más que los ratones normales. En estudios de envejecimiento, este aumento es relevante cuando se produce sin efectos secundarios evidentes. En las hembras también se observó una tendencia similar, aunque no fue estadísticamente concluyente.

Pero los investigadores no se limitaron a contar años. Analizaron cómo envejecían esos animales. Los ratones con más COX7RP acumulaban menos grasa blanca, especialmente en zonas asociadas a alteraciones metabólicas.

Además, presentaban niveles más bajos de triglicéridos y colesterol en sangre, junto con una respuesta a la insulina ligeramente mejor. Todo apunta a un envejecimiento metabólicamente más equilibrado.

Por otro lado, no se detectaron cambios drásticos en el peso corporal ni daños en órganos vitales. El efecto no parece forzado ni artificial, sino el resultado de un ajuste progresivo que acompaña al organismo durante toda su vida. Eso refuerza la idea de que la eficiencia energética puede ser tan importante como la cantidad de energía producida.

El descubrimiento abre nuevas vías para estudiar cómo envejecer mejor.
El descubrimiento abre nuevas vías para estudiar cómo envejecer mejor. Fuente: iStock (composición).

Más energía útil y menos desgaste celular

Cuando los científicos estudiaron las mitocondrias de estos ratones en detalle, encontraron una combinación especialmente interesante. Las células producían más ATP, la molécula que suministra energía a los procesos vitales, y al mismo tiempo generaban menos especies reactivas de oxígeno. Este equilibrio es clave para entender el efecto sobre el envejecimiento.

Las especies reactivas de oxígeno, conocidas por su papel en el daño celular, aumentan con la edad y contribuyen al deterioro de tejidos y órganos. Reducirlas sin frenar la producción energética es difícil. COX7RP parece lograrlo reorganizando la maquinaria mitocondrial, no acelerándola.

Además, los niveles de NAD+, una molécula esencial para la salud celular y la regulación metabólica, eran más altos en los ratones modificados. Este aumento se asocia con una mayor capacidad de las células para mantener su función y resistir el paso del tiempo, lo que refuerza la conexión entre energía celular y envejecimiento saludable.

Menos inflamación asociada al envejecimiento en el tejido graso

Uno de los análisis más avanzados del estudio se centró en el tejido adiposo blanco, que con la edad suele volverse disfuncional e inflamatorio. Utilizando técnicas de secuenciación genética a nivel de célula individual, los investigadores observaron diferencias claras. Las células grasas de los ratones con más COX7RP mostraban menos señales de envejecimiento celular.

En los ratones normales de edad avanzada, este tejido activaba genes relacionados con inflamación crónica y senescencia, un estado en el que las células dejan de funcionar correctamente pero siguen enviando señales dañinas. En los ratones con mayor eficiencia mitocondrial, esas señales estaban notablemente reducidas. Este hallazgo es relevante porque la inflamación silenciosa es uno de los motores del envejecimiento y de muchas enfermedades asociadas a la edad. Reducirla desde el metabolismo básico de la célula abre una vía distinta a los tratamientos que actúan solo sobre los síntomas.

La investigación apunta a estrategias que mejoren la calidad de vida en la vejez.
La investigación apunta a estrategias que mejoren la calidad de vida en la vejez. Fuente: iStock.

Lo que este descubrimiento significa y lo que aún queda por resolver

Estos resultados no implican una solución inmediata para el envejecimiento humano. El trabajo demuestra un principio biológico sólido, no una terapia lista para usar. Aun así, aporta una pieza importante para entender cómo el envejecimiento puede modularse desde la bioenergía celular.

El siguiente paso será explorar si este mecanismo puede activarse sin modificar genes, por ejemplo mediante fármacos o estrategias metabólicas que favorezcan la organización eficiente de las mitocondrias. Algunos estudios previos del mismo grupo apuntan a que esto podría ser posible.

Mantener la eficiencia energética de las células puede ser una de las claves para vivir más años con mejor salud. Comprender este proceso no promete milagros, pero sí abre nuevas vías para envejecer con menos desgaste y más equilibrio.

Referencias

  • Ikeda, K., Shiba, S., Yokoyama, M., Fujimoto, M., Horie, K., Tanaka, T., & Inoue, S. (2025). Mitochondrial Respiratory Supercomplex Assembly Factor COX7RP Contributes to Lifespan Extension in Mice. Aging Cell, e70294. doi: 10.1111/acel.70294

Cortesía de Muy Interesante



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