El hijo de Rob Reiner está bajo vigilancia por riesgo de suicidio mientras sigue la investigación por la muerte de sus padres

Nick Reiner, hijo del aclamado cineasta Rob Reiner y de su esposa Michele Reiner, está bajo estricta vigilancia por riesgo de suicidio y en régimen de aislamiento mientras continúa la investigación sobre la trágica muerte de sus padres.

El hombre de 32 años, fue arrestado tras la aparición de los cuerpos sin vida de Rob y Michele en su casa de Brentwood, Los Ángeles, y fue formalmente acusado de dos cargos de asesinato en primer grado. En consecuencia, es por el momento el único sospechado por la Justicia estadounidense de ser el autor del crimen que horrorizó a Hollywood en los últimos días.

Desde su ingreso al Centro Correccional Torres Gemelas de Los Ángeles, Nick fue colocado en un entorno de máxima seguridad. Horas después de su detención fue procesado de manera acelerada y, debido a preocupaciones sobre su salud mental, se le impuso un estricto aislamiento en una celda individual.

En ese contexto, se encuentra bajo vigilancia continua para prevenir posibles intentos de autolesión, con personal especializado observándolo regularmente y con la obligación de portar un camisón diseñado para la prevención del suicidio. Solo se le permite comunicarse con su equipo legal y el personal autorizado del penal, y sus salidas de la celda están estrictamente restringidas a traslados para audiencias judiciales o atención médica.

La Policía y los profesionales de salud señalaron que Nick presenta una “discapacidad mental”, lo que influyó en las medidas de seguridad adoptadas en su contra. A pesar de estas evaluaciones, fue considerado competente para comparecer ante un tribunal el 17 de diciembre, aunque no ingresó una declaración formal ese día, ya que su abogado pidió más tiempo para prepararse dadas “las cuestiones muy complejas y serias asociadas con este caso”. Su próxima audiencia de acusación está programada para el 7 de enero de 2026.

La tragedia comenzó el 14 de diciembre, cuando los cuerpos de Rob, de 78 años, y de Michele, de 70, fueron hallados en su hogar. De acuerdo con The New York Times, la hija de la pareja, Romy, fue quien encontró primero a su padre y, tras alertar a los servicios de emergencia, se enteró más tarde de que su madre también había fallecido.

Horas después, las autoridades estadounidenses confirmaron que ambos murieron a causa de múltiples heridas de arma blanca, lo que llevó a la Justicia a abrir una investigación criminal inmediata.

Hasta ahora, el único detenido es Nick Reiner, hijo del matrimonio, quien -según contaron él mismo y varios miembros de la familia en entrevistas antiguas- lucha contra las adicciones desde los 14 años.

De acuerdo a lo que dijo Nick en un reportaje a People en 2016, fue enviado a rehabilitación por primera vez a los 15 años, y desde allí tuvo más de 17 episodios de recaída. Durante mucho tiempo vivió en las calles, escapando de sus padres, quienes lo internaban para intentar que se recupere.

Sin embargo, desde hace ya tiempo que, según lo que se sabía públicamente, había regresado a su hogar. “Llevo mucho tiempo en casa y, en cierto modo, me adapté a Los Ángeles y a estar con mi familia. Pero pasé muchos años oscuros en la calle”, contó hace unos años.

Cortesía de Clarín



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