Sentir una relativa incomodidad en la piel que puede causar comezón o irritación es algo relativamente común y se debe a muchos factores, que van desde la resequedad a una mala hidratación.
Pero cuando estos malestares se intensifican y los pacientes aseguran que se deben a insectos o animales que tienen en la piel, aún cuando éstos no existan, puede ser síntoma de una enfermedad. De la parasitosis delirante, para ser exactos.
“Los afectados por parasitosis delirante tienen la falsa creencia inquebrantable de estar infestados por insectos, gusanos, ácaros, piojos, pulgas o cualquier otro organismo. Algunos también creen que la casa, el entorno y la ropa están igualmente infestados.
“A menudo se ofrecen descripciones realistas de la entrada de los organismos en el cuerpo a través de la piel y otros orificios del cuerpo, y de sus movimientos internos. Las sensaciones de prurito, movimiento e irritación que se tienen son muy reales”, explica el Manual Médico del laboratorio Merck.
¿Qué causa la parasitosis delirante?
Hasta el momento se desconoce qué causa este padecimiento, aunque suele estar ligado con otras enfermedades mentales, como el trastorno obsesivo compulsivo o algunos tipos de esquizofrenia.
Su verdadero peligro radica en que, para las personas que padecen la enfermedad, la creencia de tener afecciones en la piel es muy real, por lo que incluso pueden mutilarse o quemarse la piel intentando acabar con los insectos.
“Un tipo de parasitosis delirante es la enfermedad de Morgellons. Los síntomas de la enfermedad de Morgellons incluyen la sensación de que emergen fibras por la piel. Las personas que padecen esta afección a menudo informan sentir como si algo reptara sobre la piel o las picara.
“Un estudio mostró que la mayoría de las fibras en las llagas de la piel podían deberse a la picazón reiterada y a la contaminación con fibras de tela, y no a fibras que salían de la piel. También se descubrió que la afección suele presentarse con más frecuencia en mujeres de mediana edad de piel blanca”, explican voceros de la Clínica Mayo.
¿Qué hacer con un paciente con parasitosis delirante?
La institución norteamericana señala que lo primero que se debe hacer con una persona que padece esta enfermedad es tener empatía y tratar de tranquilizarlo para evitar que se siga haciendo daño.
“El tratamiento de la parasitosis delirante se coordina mejor entre un especialista en trastornos de la piel y un psiquiatra. El dermatólogo hace una evaluación minuciosa para asegurarse de que no haya parásitos reales. A continuación se envía al afectado a un psiquiatra para tratarle el delirio”, concluye el manual de Merck.
Cortesía de El Heraldo de México
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