La familia real de Noruega vuelve a estar en el centro de la atención. En su tradicional discurso navideño emitido el 25 de diciembre por la televisión pública NRK, el rey Harald V se refirió directamente al escándalo judicial que rodea a su nieto, Marius Borg Høib y, y expresó su solidaridad con las víctimas de los delitos por los que está imputado.
Mette-Marit de Noruega habla por primera vez sobre las acusaciones de su hijo Marius Borg
“Quiero expresar solidaridad para todos los afectados, no solo en nuestra familia, sino también para los demás que han sufrido por estos hechos. Esperamos que se encuentren bien”, declaró el monarca en un mensaje que marcó la Navidad en Noruega y que rompe con la histórica prudencia de la Casa Real en este caso.
Marius Borg Høiby, de 28 años, enfrenta un proceso judicial sin precedentes por parte de alguien vinculado a la familia real. Está acusado de 32 delitos, entre ellos cuatro violaciones, múltiples casos de violencia doméstica, amenazas, grabación de imágenes íntimas sin consentimiento y otros actos delictivos, presuntamente cometidos en distintos años.
El hijo mayor de la princesa Mette-Marit fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon, estaba detenido en prisión preventiva en 2024 y posteriormente fue liberado antes de ingresar en una clínica de rehabilitación en Londres, de la que salió unas semanas después.
(Ian Gavan/Getty Images for Tempus Magazine)
El juicio está previsto que comience el 3 de febrero de 2026 en Oslo, y de ser declarado culpable de los cargos más graves, Borg podría enfrentarse a hasta 10 años de cárcel.
La postura de la princesa Mette-Marit sobre las acusaciones a su hijo
La propia princesa Mette-Marit también se dirigió al público durante estas fechas. Aunque sin ofrecer detalles sobre el caso en sí, defendió la gestión familiar de la situación y respondió a las críticas sobre cómo han manejado la crisis como padres.
“Lo que más me molesta es que me critiquen por cómo lo hemos gestionado como padres y que digan que no nos lo hayamos tomado en serio”, afirmó la princesa desde la residencia real.
(AFP)
Esta declaración llega en un momento en el que la princesa Mette-Marit también enfrenta problemas de salud pública conocidos, relacionados con una enfermedad pulmonar crónica que ha requerido atención médica continuada y podría llevar a un trasplante de pulmón en el futuro.
La reacción de la Casa Real marca un giro en un caso que ha mantenido a la sociedad noruega y a los medios internacionales atentos desde que las acusaciones salieron a la luz en 2024. La postura oficial de la Fiscalía ha sido clara: no habrá trato preferencial, y el proceso seguirá el curso natural de la justicia penal noruega.
Con el inicio del juicio a pocos meses vista, la familia real noruega intenta equilibrar la transparencia institucional con la privacidad personal, en un episodio que ha puesto al país ante un debate profundo sobre igualdad ante la ley y responsabilidad moral incluso para quienes han vivido siempre bajo los focos.
Cortesía de "quien.com"
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