Eva Villaver, astrofísica: “No podemos hablar de vida sin hablar de Tierra. No podemos hablar de Tierra sin hablar de vida”

Durante el Muy Science Fest Madrid 2025, celebrado en los Cines Callao, una de las intervenciones que más silencio provocó en la sala fue la de Eva Villaver. La astrofísica, especialista en evolución estelar y exoplanetas, no subió al escenario para hablar de naves espaciales ni de viajes interestelares, sino para plantear una pregunta mucho más profunda: qué significa realmente buscar vida fuera de la Tierra y qué dice esa búsqueda sobre nosotros mismos.

Villaver comenzó su ponencia con una advertencia que marcó el tono de todo lo que vendría después. “La astrofísica, si algo enseña, es humildad”, afirmó al inicio. No era una frase decorativa. Era una forma de situar al público ante una disciplina que, lejos de ofrecer certezas reconfortantes, obliga a aceptar lo poco que sabemos y la enorme escala de lo que ignoramos.

Desde el punto de vista científico, explicó, la pregunta sobre la vida fuera de la Tierra no es una cuestión de ciencia ficción, sino una consecuencia directa de entender cómo funciona nuestro propio planeta. “La vida en la Tierra está íntimamente ligada a la evolución de la Tierra”, señaló, insistiendo en que no se puede separar una cosa de la otra. “No podemos hablar de vida sin hablar de Tierra. No podemos hablar de Tierra sin hablar de vida.”

A partir de ahí, Villaver planteó una disyuntiva que atraviesa toda la investigación astrobiológica actual. O bien la Tierra no es un lugar especial y la vida puede surgir con relativa facilidad en otros puntos del universo, o bien nuestro planeta es una rareza cósmica. Ella misma formuló la pregunta de manera directa: “¿La Tierra es un lugar especial? No.” Pero inmediatamente abrió la puerta a la otra posibilidad, mucho más inquietante.

Eva Villaver durante su intervención en el Muy Science Fest Madrid, donde abordó la búsqueda de vida fuera de la Tierra y sus implicaciones
Eva Villaver durante su intervención en el Muy Science Fest Madrid, donde abordó la búsqueda de vida fuera de la Tierra y sus implicaciones. Foto: Alberto Carrasco/Muy Interesante

Si la Tierra fuera realmente única, la consecuencia no sería épica, sino desoladora. Villaver puso palabras a esa idea sin rodeos: “Soledad cósmica. Soledad, pero de la soledad de verdad.” Y añadió que esa posibilidad “es una soledad que nos perturba”. No porque implique peligro, sino porque obliga a replantear nuestra posición en el universo. Si somos los únicos, la responsabilidad es total.

La ponencia avanzó entonces hacia el terreno más técnico, pero sin perder el hilo narrativo. Villaver explicó que una parte fundamental de la investigación actual consiste en intentar reproducir en el laboratorio las condiciones de la Tierra primitiva. Comprender qué ocurrió aquí al principio es clave para saber si esos mismos procesos podrían darse en otros lugares. “Lo que ocurrió en la Tierra al principio”, explicó, puede servir como guía para buscar vida fuera.

En paralelo, la astrofísica abordó el otro gran pilar de la búsqueda: los exoplanetas. Recordó que hoy se conocen miles, pero que eso no significa que podamos estudiarlos con facilidad. “No tenemos la tecnología. No somos capaces de detectar un planeta como la Tierra alrededor de una estrella como el Sol”, explicó. La paradoja es que muchas de las llamadas “Tierras” que conocemos orbitan estrellas muy distintas a la nuestra.

Villaver dedicó una parte importante de su charla a explicar por qué la estrella importa tanto como el planeta. Las estrellas enanas, mucho más pequeñas y frías que el Sol, son el entorno donde se están encontrando la mayoría de los exoplanetas potencialmente similares a la Tierra. Sin embargo, esas estrellas también presentan riesgos. “Creemos que son capaces de freír atmósferas completamente”, advirtió, subrayando que la energía emitida por la estrella puede destruir las condiciones necesarias para la vida.

La astrofísica Eva Villaver reflexiona sobre exoplanetas, estrellas y la posibilidad de no estar solos en el universo
La astrofísica Eva Villaver reflexiona sobre exoplanetas, estrellas y la posibilidad de no estar solos en el universo. Foto: Alberto Carrasco/Muy Interesante

La distancia es otro obstáculo insalvable. Villaver utilizó un ejemplo muy concreto para que el público tomara conciencia de las escalas implicadas. Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sol, se encuentra a 12 años luz. “Pensad en lo que vais a hacer en los próximos 12 años”, dijo, invitando a una reflexión casi doméstica para ilustrar una distancia cósmica. Incluso viajando a la velocidad de la luz, algo imposible con la tecnología actual, ese trayecto sería inalcanzable.

Por eso, explicó, la búsqueda de vida no se basa en visitas directas, sino en señales indirectas. Lo que los científicos buscan no es la vida en sí, sino sus huellas. “Buscamos una huella que nos diga que hay vida en superficie.” Esa huella suele ser una atmósfera fuera del equilibrio químico, algo que no debería existir sin procesos biológicos activos. “Básicamente nos dice que si la atmósfera está fuera del equilibrio, algo la está modificando.”

Villaver insistió en que este enfoque rompe con muchas ideas populares sobre el origen de la vida. Durante décadas se pensó que la vida surgió en los océanos, en un entorno estable y protegido. Sin embargo, las evidencias actuales apuntan a un escenario mucho más violento. “Ahora tenemos impactos de meteoritos”, recordó, señalando que esos eventos, hoy vistos como amenazas, pudieron ser clave en el origen de la vida.

La ponencia se cerró con una reflexión que devolvía la conversación al terreno filosófico. La posibilidad de estar solos o no en el universo no es una simple curiosidad científica. “La posibilidad de estar solos o no, o de si la vida ha sido un fenómeno común o no”, explicó, es una pregunta que define nuestra existencia. No por lo que dice del cosmos, sino por lo que dice de nosotros.

Villaver no ofreció una respuesta definitiva. De hecho, cerró su intervención recordando que la ciencia avanza despacio y que muchas de estas preguntas siguen abiertas. “Seguid atentos, os daremos respuestas”, concluyó. No como promesa, sino como recordatorio de que la búsqueda continúa.

En un festival repleto de disciplinas distintas, la charla de Eva Villaver destacó por una razón sencilla: logró convertir la astrofísica en una reflexión íntima. No habló solo de estrellas y planetas, sino de humildad, responsabilidad y soledad. De lo pequeños que somos y, precisamente por eso, de lo importante que es entender dónde estamos y qué hacemos aquí.

Cortesía de Muy Interesante



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