Descubren en Murcia las primeras huellas de elefante prehistórico halladas en el sureste de la península ibérica

En un paisaje donde hoy predominan las playas y reservas naturales del litoral murciano, hace 125.000 años caminaban elefantes de colmillos rectos, lobos, ciervos y otros mamíferos salvajes. Este insospechado escenario paleontológico ha salido a la luz gracias a un descubrimiento pionero liderado por un equipo internacional de científicos, cuyas conclusiones se recogen en un reciente artículo publicado en la revista Quaternary Science Reviews.

El estudio documenta por primera vez la existencia de icnitas —huellas fósiles— de vertebrados del periodo Cuaternario en la región de Murcia, concretamente en las antiguas dunas de Calblanque y Torre de Cope. Las más llamativas son las de un elefante prehistórico, Palaeoloxodon antiquus, una especie hoy extinta que vivió en Europa y Asia occidental durante el Pleistoceno.

Estas huellas, aunque silenciosas, narran una historia de migraciones, climas cambiantes y hábitats que hoy apenas se reconocen. Su presencia sugiere que el litoral murciano, durante el último interglacial (conocido como MIS 5e), fue mucho más húmedo y boscoso de lo que es en la actualidad, funcionando como un corredor natural que conectaba diferentes ecosistemas.

Huellas que hablan: el rastro del elefante de colmillos rectos

El hallazgo más destacado procede de la zona de Torre de Cope, donde se conserva una pista fósil de 2,75 metros de longitud, compuesta por cuatro grandes huellas redondeadas de entre 40 y 50 centímetros de diámetro. Gracias al análisis morfométrico de estas impresiones en el sedimento, los investigadores han deducido que el animal que las dejó tenía unos 2,3 metros de altura a la cadera, superaba los 30 años de edad y pesaba en torno a 2,6 toneladas. Una verdadera mole de la prehistoria que se desplazaba lentamente por un entorno costero dominado por dunas estabilizadas por vegetación baja.

Estas huellas no solo confirman la presencia de Palaeoloxodon antiquus en el sureste peninsular, donde hasta ahora no se habían registrado restos de este tipo, sino que refuerzan la idea de que estas gigantes criaturas utilizaban las franjas litorales como vías migratorias estacionales. Siguiendo el agua, los recursos vegetales y quizás evitando zonas ocupadas por grupos humanos, estos elefantes podrían haber recorrido grandes distancias, atravesando playas, bosques y marismas.

Huellas atribuidas a un mustélido similar a Mustelipeda punctata, según la clasificación propuesta por Kordos
Huellas atribuidas a un mustélido similar a Mustelipeda punctata, según la clasificación propuesta por Kordos. Fuente: Carlos Neto de Carvalho et al, Quaternary Science Reviews (2025)

Una comunidad animal diversa en un ecosistema insospechado

Pero los elefantes no fueron los únicos protagonistas de este ecosistema olvidado. En las dunas fósiles de Calblanque se han hallado también huellas de un mustélido de tamaño medio, similares a las que dejaría hoy una marta o una garduña. La pista, compuesta por diez huellas dispuestas en pares y separadas de forma regular, sugiere un animal que avanzaba con cautela cerca de una zona húmeda, probablemente en busca de alimento o refugio.

Muy cerca de estas huellas, se encontró también la impronta de un canino con garras visibles, probablemente un lobo (Canis lupus), que completaba este pequeño mosaico de carnívoros en el litoral murciano. Además, las icnitas de un ciervo de gran tamaño, probablemente un ciervo rojo (Cervus elaphus), apuntan hacia desplazamientos orientados al oeste, atravesando dunas y matorrales.

Por último, los restos de otro rastro atribuido a un equino joven (quizás Equus ferus, antepasado del caballo moderno) completan este conjunto faunístico. Las dimensiones y distribución de sus huellas indican que caminaba con paso firme por los mismos parajes que frecuentaban elefantes y lobos.

Registran por primera vez huellas de elefantes prehistóricos en las dunas fósiles de Murcia
Registran por primera vez huellas de elefantes prehistóricos en las dunas fósiles de Murcia. Recreación artística. Foto: ChatGPT-4o/Christian Pérez

Ecocorredores costeros: un antiguo refugio para la fauna… y los neandertales

Este abanico de huellas no solo documenta una biodiversidad sorprendente en un contexto litoral, sino que sugiere la existencia de corredores ecológicos que unían los bosques del interior con las zonas costeras más húmedas. Estos corredores habrían facilitado el desplazamiento de grandes mamíferos, como los elefantes, siguiendo patrones de migración similares a los observados hoy en día en África.

La investigación propone que estas rutas eran estacionales, vinculadas a la disponibilidad de agua y vegetación, y que podrían haberse utilizado de forma recurrente a lo largo del tiempo. De hecho, el patrón de localización de estas huellas coincide con la distribución conocida de yacimientos neandertales en el sureste ibérico. No se descarta que estos grupos humanos prehistóricos acecharan a sus presas en estos corredores, aprovechando su predecible tránsito.

En efecto, las zonas costeras del Pleistoceno no solo ofrecían alimento y agua, sino también acceso a recursos marinos y abrigo. En este sentido, el litoral murciano habría sido un lugar estratégico tanto para los animales como para los grupos humanos que compartían el territorio con ellos.

Una mirada nueva al pasado a través de las huellas

Uno de los aspectos más fascinantes de este estudio —liderado por Carlos Neto de Carvalho y en el que han participado investigadores de universidades de España y Portugal, como la de Sevilla, Huelva, Évora y Lisboa— es que pone en valor la icnología, el estudio de las huellas fósiles, como herramienta fundamental para comprender ecosistemas desaparecidos.

A diferencia de los restos óseos, las huellas capturan momentos de vida: un animal caminando, buscando alimento, huyendo, descansando… Son instantáneas del comportamiento, que nos permiten deducir no solo qué animales había, sino cómo se movían, con qué frecuencia visitaban ciertos entornos y qué relaciones establecían con el paisaje.

Rastros fósiles hallados en el segundo yacimiento de huellas
Rastros fósiles hallados en el segundo yacimiento de huellas. Fuente: Carlos Neto de Carvalho et al, Quaternary Science Reviews (2025)

En el caso de Murcia, este tipo de registros apenas se conocía para el Cuaternario. Hasta ahora, los únicos yacimientos de huellas vertebradas de esta época estaban en otras zonas de la Península. Por tanto, este descubrimiento amplía el mapa del pasado, llenando un vacío clave en el conocimiento del litoral mediterráneo durante los periodos interglaciares.

Calblanque y Torre de Cope, enclaves hoy valorados por su belleza natural, se revelan ahora como auténticos archivos del pasado remoto. Sus dunas fósiles, formadas durante periodos de transgresión marina y estabilizadas por cambios climáticos, han conservado una parte esencial de la historia ecológica de la región.

Este hallazgo no solo redefine el papel del sureste ibérico como espacio de paso y refugio para la megafauna del Pleistoceno, sino que invita a repensar la relación entre las costas y los grandes mamíferos en momentos clave del pasado climático de la Tierra.

Referencias

  • Carlos Neto de Carvalho et al, New vertebrate tracksites from the Last Interglacial dune deposits of coastal Murcia (southeastern Spain): ecological corridors for elephants in Iberia?, Quaternary Science Reviews (2025). DOI: 10.1016/j.quascirev.2025.109631

Cortesía de Muy Interesante



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