(Vídeo) Grabaciones inéditas revelan cómo orcas y delfines cooperan para cazar, replanteando el papel de los grandes depredadores marinos

Durante décadas, biólogos marinos observaron a orcas y delfines nadando juntos frente a la costa del Pacífico canadiense sin saber exactamente por qué. Parecía una coincidencia llamativa, pero difícil de explicar. ¿Competían por el mismo alimento? ¿Se toleraban sin más? ¿O había algo más ocurriendo bajo el agua? Un estudio publicado en la revista Scientific Reports aporta ahora una respuesta basada en imágenes aéreas, grabaciones submarinas y sensores de movimiento colocados directamente sobre los animales. Los investigadores encontraron que ellos no solo se encuentran, sino que cooperan mientras cazan.

La investigación se centró en orcas residentes del norte —especialistas en comer salmón Chinook— y delfines de flancos blancos del Pacífico, en aguas de Columbia Británica. Los datos muestran una coordinación activa y repetida durante la búsqueda de alimento. Lejos de escenas puntuales o anécdotas, los científicos documentaron patrones consistentes: movimientos sincronizados, cambios de comportamiento y ausencia total de agresión. No era una relación casual, sino funcional.

Este hallazgo cambia la forma de entender cómo interactúan grandes depredadores marinos y abre nuevas preguntas sobre su papel en los ecosistemas. Y lo hace con pruebas directas, no con suposiciones.

Un encuentro habitual que escondía algo más

Las orcas residentes del norte y los delfines de flancos blancos llevan años siendo vistos a pocos metros unos de otros en el Pacífico canadiense. Hasta ahora, nadie había podido explicar qué hacían exactamente juntos. La dificultad era técnica para observar con detalle lo que ocurre bajo el agua es complejo, incluso para científicos especializados.

El nuevo estudio aprovechó una combinación de drones y etiquetas con ventosas que registran vídeo, sonido y movimiento. Por primera vez, fue posible ver y escuchar la caza desde el punto de vista de las orcas. Esto permitió confirmar que las asociaciones con delfines no ocurren al azar.

Las imágenes aéreas mostraron a las orcas cambiando de dirección para alinearse con los delfines y seguirlos mar adentro. Ese comportamiento se repitió decenas de veces y no al revés. Es decir, eran las orcas las que buscaban activamente a los delfines.

Bajo el agua, las cámaras revelaron algo igual de importante: estas interacciones solo ocurrían durante la búsqueda de comida. Nunca se observaron durante descanso, viajes largos o actividades sociales. Eso descartó que se tratara de simple compañía. Además, no hubo señales de tensión entre especies. Ni mordiscos, ni huidas, ni intentos de ahuyentarse. La escena era de trabajo conjunto, no de competencia.

Nuevas grabaciones aéreas y submarinas muestran a orcas siguiendo a delfines durante la caza.
Nuevas grabaciones aéreas y submarinas muestran a orcas siguiendo a delfines durante la caza. Fuente: University of British Columbia (A.Trites), Dalhousie University (S. Fortune), Hakai Institute (K. Holmes), Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (X. Cheng)

Cómo cazan juntos sin estorbarse

Las orcas del estudio se alimentan casi exclusivamente de salmón Chinook adulto, un pez grande y potente. Los delfines, en cambio, no pueden capturar ni tragar peces de ese tamaño. Esa diferencia es clave para entender por qué no compiten directamente. Cuando las orcas capturan un Chinook, suelen llevarlo a la superficie y romperlo en pedazos. Parte de esos restos quedan disponibles para otros animales cercanos. Ahí entran los delfines, que aprovechan fragmentos sin interferir en la captura principal.

Las grabaciones confirmaron que los delfines no robaban presas ni intentaban arrebatarlas. Lo que hacían era esperar y alimentarse de los restos. Esa conducta es muy distinta del robo agresivo observado en otras especies.

Al mismo tiempo, los delfines también estaban activos en la búsqueda. Se les escuchó ecolocalizar y perseguir peces más pequeños durante las mismas inmersiones. No eran simples acompañantes pasivos. El resultado es una convivencia sin choques. Las orcas obtienen su presa principal y los delfines acceden a alimento que de otro modo no tendrían. Una relación basada en compatibilidad, no en fuerza.

El papel clave del sonido bajo el agua

Uno de los hallazgos más llamativos del estudio tiene que ver con el sonido. Las orcas reducen su propia ecolocalización cuando los delfines están cerca. Es un cambio claro y medible en su comportamiento habitual. Los investigadores tienen una explicación: las orcas podrían estar “escuchando” los clics de los delfines para detectar peces. Es una forma de aprovechar el trabajo de otro sin interferir. En el océano, el sonido viaja lejos y rápido.

Los delfines, al ecolocalizar, exploran amplias zonas del entorno. Sus señales pueden delatar la presencia de salmones grandes que las orcas buscan. Así, las orcas ahorran energía y reducen su propia exposición acústica.

Las grabaciones muestran que, muchas veces, cuando los delfines emiten clics intensos, las orcas permanecen relativamente silenciosas. No es casualidad, es un patrón repetido.

Este tipo de “escucha oportunista” ya se ha observado en otros animales, pero nunca con tanto detalle entre grandes mamíferos marinos. Aquí, por primera vez, se documenta con imágenes y sonido sincronizados.

La relación observada ocurre solo durante la caza, no en momentos de descanso o viaje.
La relación observada ocurre solo durante la caza, no en momentos de descanso o viaje. Fuente: University of British Columbia (A.Trites), Dalhousie University (S. Fortune), Hakai Institute (K. Holmes), Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (X. Cheng)

Cambios reales en la forma de bucear y moverse

La cooperación no solo se oye, también se ve en los datos de movimiento. Cuando hay delfines presentes, las orcas bucean más profundo. En promedio, duplican la profundidad respecto a cuando cazan solas. También recorren distancias mayores durante la fase de búsqueda. Eso sugiere que amplían su área de exploración gracias a la información extra. No es un cambio menor, es una estrategia distinta.

Curiosamente, durante estas cacerías conjuntas, las orcas pasan menos tiempo cerca de otros miembros de su grupo. La atención se centra en la búsqueda, no en la cohesión social.

Los sensores registraron además menos giros bruscos del cuerpo durante la caza. Eso indica que las orcas pueden depender menos de su propio “escaneo” acústico. Otra señal de eficiencia compartida.

Todos estos cambios refuerzan la misma idea: la presencia de delfines modifica de forma medible cómo cazan las orcas. No es una coincidencia visual, es una adaptación funcional.

El hallazgo abre nuevas preguntas sobre el papel de estas alianzas en los ecosistemas marinos. Fuente: University of British Columbia (A.Trites), Dalhousie University (S. Fortune), Hakai Institute (K. Holmes), Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research (X. Cheng).

Por qué este hallazgo importa más de lo que parece

Comprender estas asociaciones ayuda a entender mejor cómo funcionan los ecosistemas marinos. Los depredadores no siempre compiten: a veces cooperan. Eso cambia modelos clásicos sobre cadenas alimentarias.

El estudio también plantea nuevas preguntas de conservación. Si esta cooperación mejora el éxito de caza, podría influir en la salud de poblaciones vulnerables. Especialmente en un contexto de escasez de salmón.

Los autores subrayan que aún falta medir si las orcas que cazan con delfines comen más o gastan menos energía. Pero la base del comportamiento ya está demostrada. También queda por saber si esta estrategia es común o propia de ciertos grupos. Las orcas tienen culturas distintas según la región. No todas hacen lo mismo.

Lo que sí queda claro es que el océano aún guarda dinámicas complejas que apenas empezamos a comprender. Y que observar con nuevas herramientas puede cambiar lo que creíamos saber.

Referencias

  • Fortune, S.M.E., Cheng, X., Holmes, K. et al. Cooperative foraging between dolphins and fish-eating killer whales. Sci Rep 15, 42897 (2025). doi: 10.1038/s41598-025-22718-4

Cortesía de Muy Interesante



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