Enfundado en su pasamontañas de color negro y prendiendo una pipa, así como lo hizo hace 31 años durante el levantamiento armado, el Subcomandante Marcos, ahora conocido como Capitán, reapareció en el estado de Chiapas durante el encuentro “Semillero de Pirámides, de historias, de amores y, claro, desamores”, realizado en el CIDECI de la Universidad de la Tierra.
El diálogo realizado desde San Cristobal de las Casas se enfocó hacia el cambio climático y la crisis ecológica global, aunado a la desigualidad social y la economía nacional. En el encuentro también participaron el geógrafo Carlos Tornel, el científico social Arturo Anguiano y el Subcomandante Moisés.
En su participación, el Sub Marcos, utilizó una analogía de “una mesa de cuatro patas” para sustentar la fuerza y base del movimiento zapatista, el cual se conforma de la iglesia progresista y/o teología de la liberación; la vanguardia revolucionaria o el proletariado; la sociedad civil nacional; y el apoyo internacional.

Foto: Cuartoscuro
“Faltando una, dos, tres o las cuatro patas, la mesa sigue sólida, porque hay una quinta pata en el centro que es la que realmente sustenta el zapatismo: la historia como pueblos originarios. Es esa historia lo que está en la base de los grandes cambios en curso y de la construcción del “común”, dijo Marcos durante el encuentro

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Cambio climático, un tema que debe preocupar a la humanidad: EZLN
Por su parte el especialista Carlos Tornel, ante 500 zapatistas, reveló que pese a las investigaciones y medidas contra el cambio climático, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado 65 por ciento, lo que ha generado un panorama poco alentador.
El aumento de la temperatura del planeta desde el inicio de la industrialización ahora es de 1.5 grados, considerado por los científicos como el límite “seguro” de calentamiento global; sin embargo, se prevee un aumento de entre 2.6 y 3.3 grados, lo cual se perfila catastrófico.
Durante su participación, el Subcomandante Moisés habló sobre la necesidad de organizarse en todas las geografías para enfrentar la crisis global, la violencia, el despojo, la destrucción sistemática llevada a cabo por el capitalismo. Pidió a los asistentes hacer trabajo de campo desde cualquier trinchera.

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¿Qué sucedió en Chiapas hace 31 años?
El pasado 1 de enero de 1994, Indígenas armados, agrupados en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tomaron las cabeceras municipales de San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano, Chanal, Oxchuc y Huistán. Se opusieron al Tratado de Libre Comercio y le declararon la guerra al ejército mexicano y se proponen avanzar sobre la Ciudad de México para deponer al entonces presidente Salinas de Gortari.
Emiten la denominada Declaración de la Selva Lacandona, donde apuntan que su lucha es por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Asimismo, llaman a la población a incorporarse a sus filas. Su lider visible, el comandante Marcos declara que “El EZLN tiene 10 años de preparación”.
Por su parte, Gobernación establece en un comunicado, firmado por su subsecretario de gobierno, que no se pueden tomar demandas sociales justas como “pretexto para violentar el orden jurídico” y que “el gobierno de la República convoca a esos grupos a la cordura, a deponer la actitud asumida y a establecer, dentro de los cauces legales, el diálogo al que han estado y siguen dispuestas las autoridades municipales y federales”.

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Cortesía de El Heraldo de México
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