A falta de ficción en TV, muchos actores fetiche de Polka protagonizan éxitos de la calle Corrientes: cómo viven el fenómeno

Cuando la historia del Nene Carrizo (Adrián Suar) y Verónica Vega (Laura Novoa) salió por primera vez al aire el 5 de enero de 1995 en la icónica serie Poliladron por el viejo canal 13, algo cambió para siempre en la historia de las ficciones en la Argentina.

El unitario policial marcó no sólo el estreno de la productora Pol-Ka (ahora se escribe sin guión), creada por Suar y cuyo nombre era en referencia a su abuela, sino una novedosa forma de qué contar y cómo contar en la televisión abierta.

Fueron casi tres décadas donde historias -en formato e tiras o unitarios- como Gasoleros, Campeones, Son amores, Valientes, Mujeres asesinas, Vulnerables, Para vestir santos o Argentina: tierra de amor y venganza dominaron el prime time en la TV nacional y fueron eternos invitados a la mesa nocturna de los argentinos.

Pero la proliferación de las plataformas audiovisuales, el boom del On-demand (ver lo que quiera cuando uno quiera), la pandemia y las crisis en el sector dejaron a la televisión local sin ficciones propias (no solo de esta emblemática productora, sino en general)

Esto produjo en el último tiempo un proceso migratorio de actores y actrices de la pequeña pantalla (aunque hoy hay pantallas mucho más pequeñas) a las grandes marquesinas de la calle Corrientes y aledañas donde muchos ex Polka están haciendo prácticamente todos los éxitos de la temporada.

Nico Vázquez, un típico chico Polka, encabeza ese fenómeno teatral del Lola Membrives llamado Nico Vázquez, un típico chico Polka, encabeza ese fenómeno teatral del Lola Membrives llamado “Rocky”. Foto Cristina Sille

Aquellos inolvidables personajes que habían desaparecido del aire no lo hicieron de la memoria y la cosmovisión de los argentinos, quienes ahora son ellos los que van “de visita” a una de las casas preferidas de los actores: el teatro. Casi como la historia de un reencuentro o de un viejo amor que sigue vivo a pesar de…

Laura Azcurra: el primer amor de los que transitan media vida

Laura Azcurra es una de las actrices más conocidas de la televisión argentina de fin y principios de siglo. Su pareja en la ficción con Mariano Martínez marcó una época tanto en Campeones de la vida (1990/2000) como en Son amores (2003). Y fue, para los jóvenes de aquellos años, emblema del amor romántico cada noche en la pantalla de El Trece “Muchas veces me cruzo con personas que me cuentan que les pusieron a sus hijos Camila o Valentín, en honor a nosotros y eso me sigue emocionando”, cuenta en charla con Clarín.

Cuando recuerda aquellos años de masificación, luces y rating por las nubes cuenta: “Como actriz yo soy una agradecida de haber sido parte de una televisión maravillosa de la década del ’90, de haber trabajado en una productora creada por un colega (Suar) que se la jugó y que decidió contar un tipo de historia, un tipo de género”.

Laura Azcurra presentó la obra sobre Frida en El Picadero. Ahora la lleva de gira.Laura Azcurra presentó la obra sobre Frida en El Picadero. Ahora la lleva de gira.

“Creo -agrega- que fue la televisión más entrañable, en donde realmente nos veíamos reflejados en esa telenovela rioplatense representada por Campeones, Son amores o Gasoleros“. Aclara que de Gasoleros -con Juan Leyrado y Mercedes Morán– “no fui parte, pero estaban ahí grabando al lado nuestro, y veías esa empatía y ese reflejo de la sociedad, donde los protagonistas eran dos laburantes. No era la historia de la rica y el pobre del culebrón mexicano. Estoy muy orgullosa por haber sido parte de esa televisión identitaria con una calidad de actores maravillosa que mezclaba el teatro independiente, caras nuevas y actores consagrados”.

Si bien ella siempre hizo teatro ( y viene de una familia relacionada a ese arte), hoy se encuentra con ex compañeros de la televisión en diferentes carteleras y al respecto explica: “El teatro existió siempre. Lo que está sucediendo ahora es que actores o compañeros que no solían trabajar en él, de repente están migrando para ese espacio porque no hay ficción en tele, no hay (mucho) cine argentino. Entonces, siento que de alguna manera hay un poco más de presencia de actores que normalmente no hacían teatro, porque llevar adelante esa presencialidad es de una constancia rigurosa reiterativa. Y muchos preferían sólo poner el cuerpo 12 horas grabando en una ficción con escenas distintas todos los días”.

Sobre sus años de TV concluye: “Me siento honrada de que me hayan permitido entrar a sus casas tantas noches, durante casi una década, entonces me da mucha alegría haber sido parte de eso, así que siempre lo voy a guardar y atesorar en mi corazón”.

Laura Azcurra y Mariano Martínez, en la época de oro de Polka.Laura Azcurra y Mariano Martínez, en la época de oro de Polka.

Hoy Laura está con dos obras en cartel: Frida (que estrenó en El Picadero) y Tita y Rhodesia, con las que recorre el país con un mensaje comprometido y poderoso y ahora recibe ese público al que acompañaba en su mesa familiar en un ida y vuelta que no se desgastó con los años “Siempre está la nostalgia del que viene al teatro y me recuerda qué personajes veían, qué edad tenían, con quién veían esa ficción. Eso es muy emocionante realmente y creo que el aquí y ahora solo puede transmitirlo el teatro, inclusive un poco la televisión en vivo, pero igual es otro lenguaje. Entonces lo que sucede en el teatro es espectacular”.

Azcurra se presenta este sábado 11 de octubre en el Teatro Armenia, de Palermo, con Tita y Rhodesia, con la que cumple 100 funciones. Y este jueves 9 llega a Mar del Plata con Frida, en el Teatro Melany. Y con esa obra estará el sábado 11 en el Auditorio Municipal de Villa Gesell.

Gustavo Bermúdez: “El teatro es el abrazo que se formó en ese vínculo que creo la televisión”

Si hablamos de actores emblema de telenovelas de TV uno de los principales es Gustavo Bermúdez. Y lo fue en varias décadas distintas. El hoy compañero de cartelera de Martin Bossi y Laurita Fernández en La cena de los tontos (uno de los mayores éxitos de calle Corrientes, en el Teatro el Nacional, de jueves a domingo), hace dos años realizó -junto a Suar- uno de los últimos productos de Polka con Los protectores (que se dio simultáneamente en TV y streaming).

A pesar de estar haciendo una de las obras más vistas del año, reconoce en charla con este medio extrañar el ida y vuelta que se daba con el público en la calle en los años de las exitosas tiras. “Te diría que era casi teatral. Casi una función, porque te los encontrabas y te hablaban de lo que había pasado en el capítulo anterior. Era un vínculo sano. Un ida y vuelta que se daba a través de las emociones. De lo que le pasaba a cada uno con ese cuento que se construía día a día”.

“En la tele diaria se vivía un vínculo muy fuerte”, entiende Bermúdez, ahora protagonista de “La cena de los tontos”.

Para el actor, no se vivía como competencia una buena ficción en TV y un éxito en teatro, siente que eran dos cosas que se complementaban. “En la tele diaria se formaba un vínculo muy fuerte y el teatro es el abrazo que se formó en ese vínculo que creo la televisión”, ejemplifica.

Para Bermúdez una sociedad sin ficción (o sin parte de su ficción, en este caso la diaria) se vuelve más nostálgica. “Se queda en el recuerdo de una época mejor, porque evoca algo que ya no está. Cuando sucede eso quizá sea porque el presente no está tan bueno”, se sincera.

Gustavo Bermúdez, Adrián Suar y Andrés Parra en una escena de Gustavo Bermúdez, Adrián Suar y Andrés Parra en una escena de “Los protectores”.

“Creo que hacer teatro para nosotros, los que hicimos mucho tiempo televisión, es una especie de herramienta de poder, porque permite acercarnos a gente que nos había tomado mucho cariño gracias a aquellas ficciones. Generan un vínculo distinto con el artista que está arriba del escenario. Creo que es un valor del teatro que permite un acercamiento entre el público y el artista”, revela.

Soledad Silveyra y la necesidad de “no perder identidad”

“El teatro no cambió con la falta de ficción, el ritual sigue ocurriendo igual. Los que sí cambiaron son los actores, porque ahora todo el mundo hace teatro, ya que al haber acotado trabajo en plataformas y nulo trabajo en televisión (en cuanto a historias guionadas), obviamente los actores se vuelcan a este arte y eso crea una mayor competencia. Pero bienvenidos sean todos a este maravilloso mundo”, cuanta Solita, que hoy está haciendo Quién es quién, junto a Luis Brandoni en el Liceo, de miércoles a domingo.

Soledad Silveyra protagoniza junto a Brandoni Soledad Silveyra protagoniza junto a Brandoni “Quién es quién”.

Entre sus personajes televisivos más recordado se destaca Clarita, el inolvidable protagónico en Campeones de la vida (1999/2000), en la que tenía una historia de amor con Guevarita, aquel boxeador interpretado por Osvaldo Laport que en el final de su carrera aparecía para dar vuelta toda su historia.

Para Silveyra, el peligro de la sociedad sin ficción es que “pierde su identidad” y en ese sentido argumenta: “No es lo mismo escuchar el doblaje de una película, que escucharla con un modismo nacional. Nada es lo mismo que lo nacional”.

Cuando se le pregunta si extraña aquellos años aclara: “No creo que lo extrañe porque no podría hacer teatro y televisión al mismo tiempo, a esta altura de mi vida. Pero, sí, obviamente extraño ese saludo diario, ese comentario del día siguiente. No es lo mismo entrar a las casas de las personas que a las plataformas. Uno en las plataformas pasa derecho, vas directamente, no sabés los nombres de los actores. Así que sí se extraña en ese sentido, se extraña y mucho. A mí, afortunadamente, como les pasa a otros compañeros de tantos años, la gente me sigue hablando de esos trabajos… De Clarita o de Rolando Rivas (la telenovela de Alberto Migré, con Solita y Claudio García Satur, con la que se paralizaba el país los martes 1972) que pasó hace más de medio siglo y la gente te los nombra como si hubiesen sido ayer. El público es lo más hermoso que nos pasa”.

Solita y Laport en la boda de sus personajes en Solita y Laport en la boda de sus personajes en “Campeones”.

Esta tendencia de ex “Polkas” protagonizando éxitos de teatros de Corrientes y calles aledañas se completa con Julieta Díaz, Soledad Villamil, Pilar Gamboa (en Las hijas), Nicolás Vázquez (con Rocky), Julio Chávez (con La ballena), Diego Peretti (El jefe del jefe) y Damián Santo (Una clase especial).

Cortesía de Clarín



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