
Con la novedad de que el Tren Maya tuvo un incidente de vía, según lo explicó el general encargado del negocio, por eso que llamó tan elegantemente y que para el resto del público era que se descarriló uno de los carros del tren, lo que debe de ser normal en trenes que corren a 300 o 400 kilómetros por hora, que yo creo que el maya es de esos y tendré que suponerlo porque me queda muy lejos pa’ subirme.
Es una maravilla cómo desde el Gobierno se cambian los criterios y así, nos encontramos con que los gringos dicen que tienen un programa llamado Portero y nosotros ni puerta tenemos. Claudita está enojada porque a pesar de ser bien buena gente con los gabachos, estos insisten en hacerla quedar mal y los gringos han decidido arrimar tres barconones a Venezuela, y la Presidenta, como pacifista que es, dice que la Constitución habla de no intervención y ella, mientras sean cuates los atacados, sigue esa regla.
La bola de criticones nada más está esperando ver qué hace el Gobierno para criticarlos (yo no critico porque estoy cobrando la pensión de ancianidad), por eso hay quienes se meten en todo y entonces ya determinaron que la señora López Obrador no se va a España, y la atacan por todos los medios posibles e incluso dicen que no la dejó ir don Andrés; llegó a tal extremo la crítica, que dijeron que haber dicho que se iba o no se iba era una calumnia. Y la verdad yo no creo que sea calumnia, cuando mucho será una mentira, como tantas mentiras que se dicen en este país. Hay que reconocer que cuando menos divertido sí era que se fuera a España, porque con el lanerío que debe de tener, puede vivir como marquesa yugoslava, y el hijo, vapear y divertirse en esas tierras.
También es normal que los altos funcionarios que antes traían 200 pesos en la bolsa, ahorita quisieran que, habiéndose cargado la nube, no se vayan a gastar la lana fuera, porque antes se hubieran ido a Tapalpa o a otro bonito pueblo, pero ahora ya conocen y entonces se sienten más europeos o japoneses; yo haría lo mismo si se tratara de ir a España, a Francia o a Italia, pero Japón la verdad no se me antoja nada, no me gusta la comida de esos rumbos y hay mucha gente, y ahí sí, pa’ que vea, como decía un tío mío, que Tapalpa era lo más bonito que había visto y comparado con Japón es el paraíso.
Por otro lado, el Gobierno decidió regalarle gasolina a Cuba y hay muchos que protestaron; yo no, yo estaría de acuerdo, siempre y cuando los fregados cubanos a cambio de la gasolina nos mandaran puros o ron, pero son tan tarracos que ni eso mandan, por lo que es un apoyo disparejo, esperemos que no sea definitivo y les dé pena gorrearnos el petróleo.
@enrigue_zuloaga
Cortesía de El Informador
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