Actividad económica crece más de lo esperado en agosto, pero sigue lenta

La actividad económica de México creció más de lo previsto en agosto, recuperándose de una caída en julio e impulsada principalmente por avances en el sector agropecuario, aunque el panorama sigue golpeado por la incertidumbre.

El Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) se expandió un 0.6% contra el mes previo, un giro después de la contracción del 0.9% reportada en julio , de acuerdo con cifras oficiales ajustadas por estacionalidad divulgadas este miércoles por el Inegi.

El crecimiento intermensual es mayor que la estimación preliminar del Inegi del mes pasado de 0.1%, que también fue pronosticada por un sondeo elaborado por Reuters. Aun así, analistas ofrecieron una visión moderada de las cifras.

Si bien se espera que el crecimiento se recupere el próximo año por expectativas de una revisión exitosa del T-MEC y un impulso de la Copa Mundial de futbol, la economía local sigue obstaculizada por un débil gasto público y la incertidumbre derivada de las políticas comerciales estadounidenses.

Grupo financiero Banamex celebró la “sorpresa positiva” de los datos del miércoles, pero advirtió que gran parte del crecimiento fue impulsado por un volátil sector agropecuario, que se expandió un 14.5% en agosto respecto a julio, pero que probablemente se revertirá en los próximos meses.

En comparación con el mismo mes del año pasado, el desempeño de la actividad económica fue negativo, contrayéndose 0.9%, aunque resultó ligeramente mejor que las proyecciones del mercado de una caída de 1.1%.

Datos publicados a principios de este mes mostraron que la producción industrial cayó por tercer mes consecutivo en agosto, arrastrada por contracciones en la construcción y la minería.

La incertidumbre se ha visto alimentada este año por las tensiones con Estados Unidos, el principal socio comercial de México.

“De cara al futuro, es probable que la actividad real se enfrente a dificultades derivadas de la incertidumbre política interna y externa, un impulso fiscal negativo y una débil confianza empresarial”, afirmó Alberto Ramos, de Goldman Sachs.

Añadió que la resiliencia de los flujos de crédito y el sólido crecimiento salarial, impulsados por los aumentos del salario mínimo, probablemente beneficien el gasto de los hogares.

Cortesía de Expansión



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