
Ayer, a los 89 años, falleció Robert Redford, el revolucionario del cine independiente. Con su partida se apaga la luz de un actor, director y activista que dedicó más de medio siglo al cine, defendió el medioambiente y transformó para siempre la industria con la creación del Festival de Cine de Sundance. Es importante destacar que carreras como las de Robert Rodríguez, Quentin Tarantino, Paul Thomas Anderson, Steven Soderbergh o Darren Aronofsky no habrían sido las mismas sin la plataforma que Sundance brindó a sus propuestas cinematográficas. A su vez, este evento no habría alcanzado la relevancia que tiene hoy sin el respaldo y la visión de Robert Redford desde sus inicios.
El actor se unió al proyecto de un joven egresado de la escuela de cine de la Universidad Brigham Young, Sterling van Wagenen, quien curiosamente era primo de su entonces esposa Lola van Wagenen; y el Comisionado de Cine del Estado de Utah, John Earle; quienes buscaban poner el foco de la industria cinematográfica fuera de Hollywood, donde los trabajos de nuevos talentos tuvieran la oportunidad de exhibir sus trabajos no sólo al público, también a estudios y distribuidores; además de atraer al Estado de Utah a cineastas, críticos y otros, por medio de una retrospectiva de películas consolidadas que serían discutidas en paneles por estos expertos.
Para que esta iniciativa funcionara, necesitaban que una figura reconocida les diera el foco y sobre todo despertara la confianza de patrocinadores, productores, comunidad artística y los mismos hacedores de cine, así que aprovechando que Robert Redford era residente de Utah desde casi dos décadas, lo invitaron para encabezar la junta directiva de este evento.
Así en 1978 arrancó el primer U. S. Film Festival de Utah con la retrospectiva de películas clásicas, incluidas “Midnight Cowboy”, “Mean Streets”, “Deliverance”, “A Streetcar Named Desire” y “The Sweet Smell of Success”; además de ocho largometrajes independientes de cineastas en su mayoría desconocidos, y que tuvieron la atención de distribuidores gracias a la presencia de Robert Redford.
Pero el trabajo el actor no quedó en ser sólo la imagen del festival, también fue fundador del Instituto Sundance en 1980, lo que le dio más formalidad y una misión más clara a este evento cinematográfico, apoyar a los directores independientes y nuevos talentos en sus proyectos; al mismo tiempo establecieron el Sundance Institute Filmmakers/Directors Lab (Laboratorio de Cineastas y Directores).
“Empezamos esto sin expectativas rígidas… No tengo idea de en qué se va a convertir. Sé que cada vez es más difícil distribuir una película si no tiene potencial de recaudar millones y los trabajos aquí presentados lo tienen y la idea es que mejoren si los cineastas pueden trabajar con profesionales experimentados”, declaró Redford durante una entrevista con el crítico Roger Ebert.
Es en 1991 cuando el festival tomó su nombre actual Festival de Cine de Sundance, haciendo referencia al personaje que Robert Redford interpretó en el filme “Butch Cassidy and the Sundance Kid” (1969). “Perros de reserva” (1992), “El proyecto de la bruja de Blair” (1999), “Little Miss Sunshine” (2006), “Hairspray” (1988), “Como agua para chocolate” (1992), son algunas películas destacadas que tuvieron en el festival su primer encuentro con el público.
El desencanto de Robert Redford
Pese a todo lo logrado, en 2014 durante una entrevista con “The Hollywood Reporter”, Redford declaró que estaba preparándose para abandonar Sundance, debido a que este festival había perdido parte de su espíritu independiente y contestatario, debido al marketing y las grandes corporaciones que habían permeado este evento.
“Están quitando algunas de las texturas y cualidades que estaban aquí y que le daban una especie de intimidad. Ya no es el lugar donde estaba. No me gusta lo que ha pasado”, declaró el también director en dicha entrevista.
Aunque Robert Redford no se retiró oficialmente de la junta directiva del festival, ya no formaba parte de la selección de las películas, también dejó de producir y dirigir para enfocarse en la actuación, hasta que simplemente ya no figuró más en el festival, al cual consideró como parte de su legado.
“Busco devolver algo a una industria que ha sido tan buena conmigo, por supuesto, Sundance es la manifestación de ello”, expresó Redford en 2002.
Cabe señalar que su trascendencia fue mucho más allá de la actuación. En 1980 debutó como director con “Ordinary People”, un drama familiar que le valió el Oscar a la Mejor Dirección, consagrándolo también detrás de las cámaras. Años después, en 2002, recibió un galardón honorífico de la Academia en reconocimiento a toda su trayectoria, aunque nunca obtuvo un premio como actor; únicamente fue nominado al Oscar como Mejor Actor por su papel en “El golpe”.
Retirado desde 2018, su última película como protagonista fue “The Old Man & The Gun” (2018), en la que interpretó al ladrón de bancos Forrest Tucker y compartió elenco con Sissy Spacek y Casey Affleck. Posteriormente, tuvo una aparición en “Avengers: Endgame” (2019). Hoy, el mundo lo despide como un hombre que se convirtió en leyenda y que siempre luchó por ser reconocido como un artista libre, un visionario y un rebelde del cine.
Redford estuvo casado en dos ocasiones: primero con Lola van Wagenen, de 1958 a 1985, y luego con Sibylle Szaggars, con quien compartió su vida desde 2009 hasta su fallecimiento. Tuvo cuatro hijos.
CT
Cortesía de El Informador
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