Este martes fue anunciado el deceso de Ozzy Osbourne, uno de los íconos más colosales en la historia del rock, célebre por ser alma y voz de Black Sabbath, la legendaria agrupación que definió el heavy metal.
A través de un comunicado, sus seres queridos confirmaron la noticia que dejó al mundo en shock. “Con más tristeza que las palabras pueden expresar, tenemos que informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”, expresaron.
El fallecimiento del emblemático cantante tomó por sorpresa a millones de seguidores alrededor del planeta, especialmente porque ocurrió apenas unas semanas después de su inolvidable despedida de los escenarios: el monumental concierto benéfico Back to the Beginning, celebrado el 5 de julio en el estadio del Aston Villa en Birmingham, su ciudad natal.
Aquel evento, que hoy toma un significado aún más conmovedor, reunió a gigantes del metal y del rock como Metallica, Pantera, Anthrax, Gojira, The Smashing Pumpkins, entre otros, en un acto de homenaje a quien fuera conocido como el “Príncipe de las Tinieblas” y como una fuerza creativa trascendental en la historia de la música.
Back to the Beginning fue mucho más que un concierto; fue una ceremonia de reverencia intergeneracional al legado imponente de Ozzy y Black Sabbath. Sin saberlo, sus fans presenciaron la última aparición pública de una leyenda que marcó generaciones.
Durante aquella noche cargada de energía y nostalgia, resonaron los grandes himnos de Black Sabbath, y fue con “Paranoid”, uno de los temas más emblemáticos de la banda, que Osbourne selló su adiós definitivo, dejando una huella eterna en la historia del rock.
SV
Cortesía de El Informador
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